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Las cosas mejoraban poco a poco, Jeonghan había conseguido empleo, ayudaba en el pequeño centro comercial y el poco dinero que ganaba lo ahorraba, porque había decidido largarse del pueblo con Seugcheol, no a la ciudad cercana, ellos se irían lejos para comenzar a vivir. Prometió que una vez se mudaran buscaría ayuda psiquiátrica, aunque le seguía pareciendo exagerado. Choi también ahorraba poco a poco, haciendo algunos trabajos de vez en cuando a las personas del pueblo o de vez en cuando recorriendo la ciudad consiguiendo pequeños trabajos, por esta razón se veían poco.

Joshua había regresado a america, los tres prometieron volver a verse alguna vez, porque ya se contaban como amigos. Seungkwan seguía sin aparecer y su hermana...ella no lo había vuelto a buscar, trataba de no pensar en ella, en creer que estaría bien, pero estaba enferma y los enfermos en el pueblo duraban muy poco, sospecho que estaría en la ciudad recuperándose.

Jeonghan se enteró que aquel amigo con el que Choi vivía no era nada más y nada menos que su madre, su pareja...amigo se avergonzaba de ello, pero a Jeonghan mas que causarle gracia le causaba ternura.

Su planta seguía creciendo, se sintió mal de haberla tirado asi que le compro una maseta, la mejor que encontró y la coloco ahí.

Todo estaba bien. Por fin se sentía vivo despues de tanto.

-Entonces... ¿Tu auto es de tu madre?- Pregunto con una gran sonrisa estando sentado sobre las piernas de Seungcheol, frente al televisor, como era costumbre estaban en el mismo motel de siempre.

-¡Si lo dices asi es penoso!- se quejó el mayor con sus manos sobre el pecho de Jeonghan, aquella tierna costumbre de abrazarlo por detrás le agradaba a ambos.

-No, no lo es, solo para ti.

-¿Por qué crees que no quiero que lo digas?

-Se lo contare a Joshua en cuanto hable con él y a Mingyu, no tengo a nadie más a quien contarle.- Bromeó ganando que Seungcheol colocara sus manos en su cuello, simulando asfixiarlo, solo consiguió que el menor riera más fuerte.

Cuando las luces se apagaron Jeonghan espero una hora, como siempre para asegurarse que Choi durmiera, lo sabía por la manera tranquila y despreocupada en la que le respiraba directo a la oreja. Acaricio su brazo y entrelazo sus manos, con cuidado de no despertarlo.

-Seungcheol...- Le llamó, aun sabiendo que no recibiría respuesta. Un trueno sonó, parecía que llovería pronto, pero eso no le preocupo, el cielo se ilumino unos segundos.

Escuchó como tocaban la puerta, la primera vez lo ignoro, despues de todo no podía pensar en nadie que tocara a esa hora y en especial a ellos, quienes no esperaban a nadie. La segunda vez pensó que se habían equivocado de puerta y la tercera se levantó con cuidado de no despertar a Choi. Camino hasta la puerta y observo atreves de la mirilla; era Seungkwan.

Boo se veía bien, como la primera vez que lo vio en el funeral de vernon, seguía teniendo la misma triste mirada, pero al menos ya no parecía estar al borde de la muerte. Meses atrás le hubiera parecido una desgracia verlo en tan buen estado...pero ahora estaba feliz por el chico. Abrió la puerta y el menor lo miró directo.

-Jeonghan.- Habló firme, sus manos se encontraban juntas tratando de darse calor ante el frio viento, un trueno ilumino el cielo por segunda vez, pero ninguno presto atención. –Necesito pedirte un favor.

-¿ya viste la hora?- Preguntó confundido, pero se cuestionó otra cosa en ese momento. -¿Cómo sabias que estaba aquí?- Boo no respondió de inmediato.

-Todo en el pueblo se sabe, pero enserio necesito que me acompañes.

-¿A dónde?- preguntó dando una última vista a la habitación.

Sarcofágido [JeongCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora