Mi Pequeño Ángel. [Libro 1]

Capítulo 9

Estaba frente al espejo observando mi atuendo, me puse unos jeans altos hasta la cintura, un top amarillo con mangas largas y mi chaqueta negra encima y mis zapatillas del mismo color, me había alaciado mi cabello rubio y sólo me puse rímel. No lucía tan mal... al menos no me veía como Vanessa.

– ¿Ya estas lista? –gritó Clara desde la planta baja.

–Si –grite de vuelta y tome mi bolso para después bajar con cuidado las escaleras, cuando Clara me vio silbo y me reí.

–Vaya si que tu chico quedara impresionado –dijo ella. –Mira ese trasero –me guiño un ojo.

–Basta –me reí y la abrace.

–James vendrá por nosotros –dijo ella mientras escribía un mensaje de texto con su teléfono, me aleje levante mi ceja derecha. –Aaron tuvo que quedarse con los jugadores

–Hablando de James... ¿Qué sucede entre ustedes dos?

–No se dé que me hablas –dijo mientras seguía escribiendo en su teléfono, se lo quite y lo coloque en mi espalda –Dame eso, Mad.

–No hasta que me digas que pasa

Ella bufó.

–Sabes que si hubiera pasado algo, tú serias la primera en saberlo, ahora ¿Puedes darme mi teléfono? –extendió la mano.

–Promete que me contaras todo lo que sucede entre ustedes dos.

–De acuerdo pero solo si tu también prometes contarme que es lo que te está pasando últimamente, quiero a mi mejor amiga de vuelta, no a la que me oculta cosas.

Relamí mis labios y se lo di.

–No hay trato ¿verdad?

–Pensaras que estoy loca –le dije.

–Dímelo

–Yo...

Escuche un claxon fuera de casa, Clara miro su teléfono y tomó su bolso.

–Es él.

Asentí y ambas nos apresuramos para salir, el Ferrari rojo de Aaron estaba frente a mi casa, con música de nirvana a todo volumen, me subí y me senté en los asientos de atrás mientras Clara iba al frente con James, bajó el volumen y nos sonrió.

– ¿Por qué no vino Aaron? –le pregunte, ya sabía que se había quedado con los demás chicos del equipo pero ¿porque él habiendo tantos otro jugadores? Además, James era el co-capitán y estaba aquí.

–Me pidió que viniera por ustedes, él se quedo arreglando unas cosas con el equipo pero no te preocupes ya lo veras.

Dicho esto condujo hacia el colegio, la noche era oscura y fría y el viento helado entraba por las ventanas del auto de mi novio, se me puso la piel de gallina, al cabo de unos minutos estábamos fuera del colegio, James aparcó lejos donde los demás jugadores dejaban sus autos, bajamos y me apresure a tomar la mano de Clara, había mucha gente y todos gritaban, me aferre a su mano, nunca había venido a un partido de fútbol y menos a uno del colegio. Y por lo que sabía era que se volvía una locura y más cuando marcaban puntos que no eran, escuchaba a muchos en la cafetería quejarse por eso después de los partidos.

–Por aquí –dijo James y tomo mi mano y la de Clara, así que tuve que soltar la de ella, pasamos por un pequeños pasillo y de la nada estábamos en el campo, mire hacia arriba, todos los asientos en las gradas estaban ocupados, mire a James y nos condujo en primera fila, junto a la banca en donde los jugadores esperan.

– ¡Buuu!

Salte y grite, luego sentí unos brazos abrazarme por el cuello y pegar mi espalda en su pecho.