¡Lo odio, porque tenia que regresar! decía mientras golpeaba el volante del auto rumbo a la prepa.Marcus nos dejo después de la muerte de papá pero mamá lo perdono muy rápido y para el mejor así;llegue al estacionamiento de la prepa y me pare en un lugar vacío lo lejos posible de la entrada de la misma, salí del auto, tome mi mochila y camine hacia el interior de la institución, habían chicos y chicas en diferentes grupitos, en sus propios entornos, yo iba caminando y de repente poom alguien choca contra mi ¡hey, con calma! dije tratando de levantarme ¡oh, lo lamento no quise golpearte! dijo una voz y ayudo a levantar mis libros, lo mire y era alto, cabello castaño muy claro, ojos color azul celeste, wow no me quejo, me gusto lo que vi ¡muchas gracias, por sierto me llamo Lexa! dije mirandolo ¡oh valla, lamento lo sucedido, yo me llamo Lincoln! contestó con una sonrisa muy amable.
Entro al aula 3G (nuevos ingresos) todos se me quedan viendo tal vez fue que llegue cinco minutos después o tal vez fue mi ropa (playera pegada negra, pantalón agustado negro, una chaqueta de cuero negro, un collar muy ajustado al cuello negro con un dije de diamante, un tatuaje en la perte superior del hombro izquierdo) tal como me gusta a mi, ¡ya viste a sea chica extraña! dijo un chico al fondo ¡dijala son sus gustos y su forma de vestir! dijo una voz parecida a la de artemisa ¡pase no se quede allí, hay un lugar en la parte de en medio! dijo el profesor señalando en asiento, pase y deje mi mochila a un lado y me senté ¡como ya les había comentado, aquí en la institución tenemos clases extra para divertirse o ejercitar se hay Box,Karate y baile! decía mientras anotaba en el salón y hojeaba los papeles, todos platicaban y reian ¡hey, hola que bueno encontrarte aquí! decía alguien atrás de mi, voltea ¡hay, hola como estas! decía sacando una sonrisa, platicabamos un rato mientras el profesor iba a la dirección a pedir listas para dividir en grupos, después de un rato llega tocan a la puerta ¡ente! dice el profesor y se abre la puerta ¡wow, lincoln es de nuevo ingreso! dije entre pensamientos, lo veo y el me dirije una sonrisa amable, se sentó en un lugar que estaba a lado del mio ¡hola,gusto volver a verte! Dijo en dándome otra sonrisa ¡hola, igualmente! Dije mirándolo a sus ojos; pusimos atención a todas las instrucciones que daban y después fueron clases generales.
Era hora del receso y todos salimos, Lincoln y Artemisa se juntaron conmigo platicamos de nuestro pasado donde estudiábamos y lo que nos gustaba, si teníamos hermanos o lo que nos molestaba así no la pasamos hasta que tocaron para horario de clases y todos nos reunimos nuevamente en el aula 3G, nos dejaron un trabajo en equipos de tres ¡suerte para nosotros! dije en pensamientos ya que eramos solo nosotros los que nos hablábamos, hicimos el trabajo rápido y lo fuimos a entregar luego los pusimos a platicar de tonterías de nuestras pato aventuras pasaron las horas y era momento de retirarnos a nuestras casas ¡atención, atención necesitamos en dirección a la señorita Lexa salazar valenzuela! se escucho en toda la escuela y tuve que ir a dirección, allí se encontraba Marcus ¡¿Marcus, que hace aqui?! Dije en pensamientos ¡ven hermanita necesito hablar contigo! dijo Marcus enojado y preocupado ¡ha sucedido algo terrible en casa con nuestra madre! dijo el muy nervioso ¿que pasa, esta bien mamá, que esta sucediendo? pregunta muy preocupada ¡madre y yo peleamos y hubo un accidente donde mama tropezó y se callo pero tiro el porta cuchillos y salieron volando callendo en ella! lo dijo muy nervioso y preocupado ¡¿qué, que has hecho Marcus, mamá esta muerta y todo es tu culpa?! lo dije muy enojada, lágrimas rodaban en mi rostro y mis nudillos se hicieron un puño, mis piernas temblaban y se me hacia un nudo en la garganta ¡Ethan y tu se irán a Boston conmigo y la casa la venderemos!¡se que mamá puso la casa a tu nombre para herencia pero, creo que es mejor si te vas conmigo! decía mientras miraba hacia otro lado ¡No, esa casa ya es mía no la venderas y no me iré contigo,tía Lidia vive a dos casas de la nuestra ella sera mi tutora hasta que cumpla mis dieciocho años! decía mientras me limpiaba las lágrimas del rostro y se me hacia un nudo en la garganta, sentía que me desplomaría, que no podría mas pero, tenia que ser fuerte y mas si quería quedarme con la casa de mamá y todos sus recuerdos, había vivido quince años en ese lugar no podía dejarla así de la nada. El director me vio con compasión ¡yo puedo arreglar el asunto del tutor! dijo volviendo hacia donde Marcus estaba ¡lo lamento, Lexa! dijo Marcus ¡puede retirarse a tu casa jovensita! decía el director mirándome compasivamente.
Iba caminando por la calle rumbo a casa estaba destrosada, tratando de dijerir algo tan horrorisante como la muerte de mi mamá, no paso mucho para romperme y llorar no sabia que hacer, a quien llamar, no quería saber nada del mundo, quería correr, escapar de todos y no ver a nadie, solo quería llorar quería desahogar me pero no sabia como y de repente poom topiezo con alguien levanto la mirada y era Lincoln ¿que tienes, porque estas así? dijo mirándome a los ojos muy preocupado ¡mi mamá Miranda a fallecido no tengo a nadie, mas que a mi tía Lidia, a Artemisa y a ti! dije tratando de calmar mi llanto ¡tranquila no pasa nada, estoy aquí para ti, para lo que necesites, de todas maneras soy tu vecino vivo a lado de ti, puedes pedir lo que sea! decía mientras ponía sus brazos al rededor de mi y me miraba a los ojos y después me apretón paso un rato y me calme ¡gracias Lincoln, por todo pero, me tengo que ir a casa! le dije y le agradecí con un beso en la mejilla ¡te acompaño no te quiero dejar sola! decía el dándome otro apretón, caminamos hasta llegar a mi casa nos despedimos y cada quien se metió a su casa. Me diriji a mi cuarto, me encerré y me solté a llorar hasta quedar en los brazos de morfeo.
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tal vez sea todo
Teen Fictionla vida, el desastre, los sueños de las personas, la libertad, la necesidad de ser alguien y no ser iguales, ser diferentes, justos y valientes, fuertes en la vida, luchar por lo que se desea y nunca rendirse ante obstáculos absurdos.