Ahora mismo, yo Nia Evans puedo decir que me encantan las clases de matemáticas. Joder el profesor se ha ido llorando a mitad, por unos muchachos que le tiraban bolitas de papel a la cabeza. Esque nosotros, adolescentes de 14 años estamos muy revolucionados somos capaces de hacer llorar a un profesor, increíble.
Bueno mi Instituto es el típico en que se divide en grupitos: Los futbolistas:Los más egocéntricos que pude haber visto en mi vida, sólo piensan con el miembro que tienen entre las piernas.
Los frikis:Dónde están los majos pero los raritos. Las "populares" o como yo las digo las putas: como decirlo son..
ahh si ya sé, son como las más zorras y fáciles del Instituto sólo piensan en follar y no hacer algo en su vida y el último grupo en el que me incluyen a mi los normales: somos gente normal con nuestras amistades y nuestras risas pero a los demás grupos les parecemos raros, así como suena se creen que somos raros por no ser como ellos.... flipante.Yo, tengo mis amigos, y me gusta pasar el rato con ellos, pero la mayoría de mi tiempo va para él, si para Marc Green, un playboy de dieciocho años amigo de mi hermano, otro playboy. 1'79m de estatura, mirada penetrante que se camufla con ese color chocolate, labios rojos, abultados, apetecibles, cuerpo bien definido y formado y ese culo.... Que me vuelve loca. No es una tabla por detrás no, tiene un culo mejor que el mío y por delante se marca un buen paquete, vamos lo que viene siendo al chico perfecto.
Esa personalidad amable, cariñosa, tierna y fuerte pero con algo misterioso detrás de toda esa fachada y nunca la averguié en el tiempo que le conozco. Yo, como tonta, llevo enamorada de él desde que tenía 10 años, él me conoce desde que era pequeña y siempre me defendía de la gente que se metía conmigo junto con mi hermano, los dos, y yo para Marc siempre he sido su hermana pequeña.
Problema:
El ya tiene novia, una chica de 17 años, con un buen cuerpo, ojos azules y pelo rubio, dominante del grupito de las "populares" y en mi opinión la más falsa de todo ese séquito, es una niña buena por la vida pero en realidad, su personalidad es mala, siempre intenta humillar a toda la persona que se mete con ella y que intenta algo con su novio, Mary me tiene manía porque siempre que ella me insulta pues Marc y mi hermano me defienden de sus humillaciones frente al Instituto pero de algunas no me salvé que luego seguiré contando.
El timbre, da el sonido significativo del final de la clase y todo el mundo, o lo que quedaba de clase, sale corriendo, excepto yo que me quedo recogiendo tranquilamente todo mi material, estaba entretenida con eso cuando oigo a lo lejos:
-¿No me digas que ahora te gustan las matemáticas?- Si señoras y señores, ahora mismo, al escuchar esa voz ronca y divertida ya puedo morir en paz. Levanto la cabeza con una gran sonrisa y encontrarme a un Marc sonriente y portando en un brazo su mochila negra. La forma en la que va vestido me hace morderme mi mejilla internamente, con una camisa blanca y unos pantalones pitillo negro donde dejaba poco a su imaginación, y unas botas marrones claras y su pelo como siempre despeinado y al natural.
-¿Qué dices? A mí nunca me han gustado las mates y lo sabes- Dije avnzando hacía el y cargando mi mochila en la espalda.
Él coge mi mochila y carga con las dos.
-Hey que yo puedo hacerlo- Digo intentando coger mi mochila.
-Si ya lo sé pero yo quiero hacerlo pequeña asique ya está.
Me llamaba pequeña de cariño y eso a mi me gustaba, que estoy diciendo, me encanta.
-Bueno y ¿Qué tal van las cosas con ese imbécil?- Me pregunta enfadado, está hablando de un chico al que le gustó y me ha pedido salir varias veces pero yo siempre lo he rechazado, es pesado.
-Pues ya le he rechazado, otra vez- Dije mientras caminábamos hacía la cafetería, al abrir la puerta me encuentro a un hermano muy sonriente en una de las mesas de la cafetería levantándonos la mano.
-Hola Andrew- Dije dándole un beso en la mejilla.
-¿Que pasa hermanita?- Respondiendo a mi beso.
-¿Que pasa artista?- Dijo mi hermano a Marc.
-Nada bro- Respondió el sonriente.
Nos sentamos en la mesa y yo fuí a pedir pizza, es otro amor platónico.
Estaba yendo hacía la mesa cuando me encuentro un crop top negro, una falda roja cortita y unos tacones en punto de visión.-Hombre ¿Qué tal mosquita muerta?- Preguntó Mery con asco.
-Nada ¿y tú zorrita? ¿Cuántos van esta semana?- Respondí con una sonrisa. ¿Se pensaban que era la chica que dependía de ellos? Ellos sólo me salvaban en situaciones extremas, pero yo me se defender.
-Pues van...- Empieza a contar con los dedos y yo ruedo los ojos.
-¡Hey! ¿Cómo te atreves a decir eso? Yo sólo quiero a Marc.
-Si claro y yo soy Santa no te jode-Respondí yo con la pizza en la mano.
Antes de que pudiese avanzar hacía la mesa en la que estaban los chicos, Mary me tiró un vaso con café ardiendo, repito ARDIENDO.
-ahy ¿Qué eres imbécil o que? ¿No ves que está ardiendo?- Le dije con rabia.
-Lo siento esque quemaba- En ese momento apareció Marc y dijo con un semblante serio:
-¿Que pasa aquí?
-Pues pasa que...- Iba a hablar cuando Mery me interrumpe.
-Cariño me ha dicho que le tire el café encima para que te enfadases conmigo y como yo no he querido se lo tirado encima- Cacho puta de verdad.
-Nia te has pasado demasiado, esto ha ido deasiado lejos.
-¿Te crees que yo me iba a tirar café ardiendo?- Respondí enfadada ¿Como se le ocurre pensar eso? No soy gilipollas, se pone de parte de su novia, imbécil.
-No digas nada, ya se que te has puesto de parte de tu novia pero que sepas que estas muy equivocado ¡aparta imbécil!- Dije yéndome al baño de mujeres, me miro en el espejo y me doy cuenta. ¡Mi pizza! Mi preciosa pizza de atún me la tiraron entonces ahora si lloro enfrente del espejo de mujeres.
Por el espejo veo que se abre la puerta y aparece mi hermano y me abraza diciendo:
-Es idiota él y ella y te juro que ella no se va a ir de rositas- Dijo mi salvador, mientras yo lloro por la equivocación de Marc y por mi pizza.
Chicas ¡NUEVO ESTRENO! Espero que esta novela les guste leerla tan como a mi me está gustando escribirla.
Best of love💞
Sara.
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My Trigger
Dla nastolatków-¿Que quieres de mí?- Preguntó ella con decisión. Sus maleficos labios, iban acercándose a mi, sólo podía ver como sus labios se movían al son de las palabras, como sus manos empezaban a bajar hacia mis muslos haciéndome subir en una mesa de la bibl...