capítulo 6

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Joel, mi amigo del alma, notaba todo lo que me sucedía, me conocía como si fuese desde el vientre de mi mamá, me conoce de arriba a abajo, y a veces adivina muchas cosas, y no... me gusta, pero aún así lo amo:

-A ti te pasa algo- Me dijo nada más terminar de abrazarme-Cuéntame cariño y te ayudo- Ahí ya no podía más y empecé a llorar silenciosamente, Joel lo notó ya que llevaba una camiseta de tirantes y le estaba mojando el hombro, discretamente, me tapó para que no me viese la gente que estaba llorando y susurró:

-Ven, acompañamé- Y me llevó al patio de atrás, me sentó en las gradas, y sólo estuvo ahí, viendo como lloraba sin decir ni una palabra, sólo escuchando mis sollozos en los que me ahogaba, y en verdad lo agradecía, ya que no estaba en ese momento para que me acribillasen a preguntas sobre el por qué de mi llanto, por eso era mi gran mejor amigo, porque me comprendía y conocía todo de mi.
Mis lágrimas iban disminuyendo, levanté la vista y me encontré un pañuelo, el cuál cogí y sequé mis lágrimas por toda mi cara.

-¿Me cuentas que ha pasado cariño?- pronunció con voz dulce.

-Ma-r-c-Gre-en- Dije con mi voz aún entrecortada por el llanto.

-Déjame que lo piense- Se quedó pensativo por unos momentos- Te ha humillado.- Sorprendida, levanté la cabeza y ví su cara- No me he equivocado ¿Verdad?- a lo que negué.

Le conté toda la historia desde ayer en clases de biología hasta hoy, a Joel lo veía apretando sus puños, al terminar mi historia, exclamó:

-No tiene corazón ese imbécil, cuando me lo cruce le partiré la cara....

-No, no quiero que salgas con algún rasguño por mi culpa, no necesito más peleas y tristezas.

Calmé a Joel y el timbre sonó y fuí a mi clase de Química, que me tocaba precisamente con Joel, durante la hora intentó hacerme reír cosa que dió resultado, ya que me contaba chistes tan malos que hacían muchísima gracia.

Se acabaron dos de la clases y tuvimos un pequeño descanso, que aprovechamos para ir a la cafetería, iba riendo con Joel y noté una mirada en mi espalda, giré discretamente desde mi mesa para poder ver quien era la persona que me miraba con tanta ímpetu, lo ví a él, con dos de sus amigos, riendo y hablando, pero sus ojos se desviaban, y era hacía mi, Joder, ¿Qué hago?, bueno Nia, disimula que tampoco es para tanto. Intenté calmarme, era imposible, su mirada poco a poco iba intercalándose en mi cuerpo, quedándome una parte de mi y haciéndome sentir culpable de lo que había pasado.

A medida que el tiempo avanzaba, los nervios de acumulaban, iba sintiendo su mirada cada vez más sobre mí, y la gente lo notaba ya que me empezaban a mirar, no me contuve más y fuí decidida hacia su mesa, me paré en frente de él y dí un golpe seco en su mesa con mi mano y le dije:

-Deja de mirarme como si yo tuviese la culpa Green, porque aquí ya sabemos quién la tiene.-Y me fuí de ahí tranquila y con una sonrisa, porque por una vez no me acobardé.

Terminado el día, iba de camino a la biblioteca, me gustaba pasar el rato allí con la anciana Adelline, me entretenía con sus historias de amor, muy románticas que esperaba que alguna vez me pasarán a mí, entré en la biblioteca, la saludé como se costumbre y me dijo:

-Cielo, hoy te tengo una historia un poco diferente a las que te suelo contar, fué la mejor época de mi vida y hoy te la quiero contar.- Me senté en una silla que había en las salas de lectura y ella se sentó en frente de mí, preparándose para relatar su historia, comenzó a hablar:

-En la década de los 50....

Década de los 50, narra Adelline.

Mi vida era siempre la misma, ir al colegio,volver a casa, estudiar y prepararme para el día siguiente, era normal para una chica de 15 años de edad, pero aún así seguía pensando que mi vida era una rutina, hasta que apareció él, el hombre que me haría vivir una vida de aventuras sexuales.

Vuelta a la actualidad

-Espere ha dicho ¿Aventuras sexuales?

-Si- Me respondió la anciana- ¿Te pensabas que yo era una santa?- Al asentir, Adelline comenzó a reír como si le hubiese contado el chiste más increíble del mundo.

-Ahy, cariño que inocente, bien sigamos.

Vuelta a la década de los 50

¿Por dónde iba? Ah si, hasta conocer el hombre que me haría vivir aventuras sexuales, que me sacaría de mi monotonía y que me haría ir en contra de el mundo sólo por él.

Hasta aquí el capítulo my girls, venga que quiero ver que la gusta.

Best of love💞

Sara.

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2017 ⏰

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