Papá, ¿por qué no me crees?

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- ¡Ese maldito me violó, Papá, me violó!
- ¡Deja de decir estupideces, Laurie!
- ¡No son estupideces, tu socio, tu maldito socio se aprovechó de mí!
- ¡No lo vuelvas a repetir! -- Mark le lanzó una bofetada a Adele. Ella se llevó las manos a su mejilla, la cual estaba roja y dolía.. Pero dolía aún más su corazón, le dolía más saber que su propio padre la estaba llamando mentirosa.
- ¡Te odio, te odio Mark Evans, te odio! -- gritó la adolescente mientras se iba furiosa a su habitación.
- ¡Estás igual de loca que tu madre! -- respondió él aún más molesto.
- ¡¿Qué sucede aquí, Mark?!? -- preguntó Penny confundida, ella no sabía nada. Simplemente fue a dar un paseo por las bonitas y algo transitadas calles de Londres como solía hacerlo todos los días, después regresó a su casa y se encontró con gritos y discusiones.
- ¡Sucede que tu hija inventó que Sturrock la violó! ¿Puedes creerlo?
- ¡¿QUÉ?! -- ella de inmediato sintió un hueco en el pecho.
- ¡Está loca!
- ¿En serio crees que Adele sería capaz de inventar tal cosa? ¡Mark, es tu hija, la conoces desde siempre, no puedes llamarle mentirosa!
- ¡¿Y ahora tú le crees?! ¡Ya entiendo porque ella es así! Hice mal en dejarla contigo tanto tiempo. La educaste mal.
- ¡¿Que la eduqué mal?! ¡Mark, por Dios, no hay peor ciego que el que no quiere ver! Tú y yo sabíamos desde antes que Alex Sturrock invirtió y se asoció contigo por Adele, porque siempre la ha querido como su mujer. Pero ella apenas tiene 15 años, y ese desgraciado 29. ¡Es un maldito!
- ¡Cállate si no quieres que te golpee como a ella!
- ¡¿LA GOLPEASTE?!
- ¡Fue la única forma de conseguir que se callara!
- ¡Mark, estás loco! -- gritó Penny y rápidamente se dirigió a la habitación de Adele. Tocó la puerta con desesperación, pero no conseguía respuesta. Comenzó a asustarse, tocaba más y más fuerte, pero ni siquiera obtenía un ruido desde la habitación de Adele. Penny aún más desesperada, bajó las escaleras y en uno de los múltiples muebles de la sala, en un cajón, mientras temblaba, logró sacar la pequeña llave que la dejaría entrar con su hija. Subió rápidamente las escaleras y corrió hasta la recámara; con las manos aún temblorosas abrió la puerta y vio que Adele no estaba por ningún lado. Y gritaba, gritaba para encontrarla, hasta que entró al baño de la habitación, y vio una escena horrorosa. - ¡Adele, qué hiciste, hija! -- tomó una toalla y la apretó fuerte en los brazos de su hija para detener la sangre. Ella estaba inconsciente, y cómo no, si se había hecho cortes muy profundos. Tan profundos como el dolor que sentía.
......

- ¡Doctor! Soy la madre de Adele, ¿cómo está ella? -- Penny se mostraba desesperada.
- No tiene nada de qué preocuparse, logramos detener el sangrado, su hija está fuera de peligro. Pueden pasar a verla.
- ¡Gracias a Dios! -- Laura soltó un suspiro. El doctor se retiró sigilosamente.
- Me alegra tanto que la pequeña Delly esté bien..-- dijo Jaine, la madre de Laura, mientras abrazaba a Penny de lado; ellas eran grandes amigas.
- Lo sé, Jaine. Por un momento pensé que perdía a mi hija. -- Penny sonrió y correspondió a su abrazo.
- Te dije que todo saldría bien.. ¡Pero anda, ve a ver a Adele, Penny! Laura y yo podemos esperar, ¿verdad, hija? -- Laura hizo muecas, ya que en realidad quería ser la primera en ver a su mejor amiga de casi toda la vida. Pero no se quejó, ya que sabía que lo que decía su madre, era lo correcto en esta ocasión.
Penny sólo asintió, se dirigió a la habitación que la enfemera la había indicado, y vio a su pequeña de 15 años, tan indefensa, con vendas en sus brazos, y no pudo evitar llorar. Porque aunque afortunadamente ella estaba bien, el simple hecho de saber que su hija había intentado quitarse la vida, la desgarraba.

- ¿Por qué lo hiciste, hija? La vida es tan...
- Horrible. -- interrumpió ella mientras despertaba.
- Adele, mi amor, me alegra que hayas despertado. -- Penny besó su frente.
- ¿Por qué, mamá, por qué no me dejaste morir?
- ¡Adele!
- ¡Yo sólo quería acabar con todo esto!
- ¿Sucidarse es la solución?
- Cuando nadie te cree que te hicieron daño, sí. -- Adele hablaba sin mirarla.
- Yo no soy igual a tu padre.
- Eres peor.
- ¿Por qué me hablas así? -- Penny comenzó a llorar.
- ¿No es obvio? Siempre detrás de mi papá, perdonandole cada cosa que te hace, cada infidelidad, cada golpe, cada insulto. Siempre sumisa, débil, sin poder hablar ni dar tu opinión.
- ¡Eso no tiene nada que ver!
- ¡Claro que tiene que ver, mamá! ¿Sabes por qué no conté esto antes? ¡Porque sabía que papá no me creería, y tú harías lo mismo que él, porque siempre sucede lo mismo, parece que no puedes hacer algo por ti misma!
- Tienes que entender que yo amo a tu papá y....
- Me queda claro que lo amas por sobre todo, incluso por sobre mí. A los dos les importa muy poco lo que me pase. Por eso debiste dejarme morir, porque ustedes no me quieren, ¡Soy un estorbo y debo morir, debía morir, mamá!
- No, mi vida, no digas eso. -- Penny comenzó a llorar más e intento abrazar a Adele, pero ella la alejó.
- Te odio, mamá, te odio, a ti y a mi padre. Son las peores papás, las peores personas. -- Adele hizo una pausa y se acercó más a Penny, quien lloraba más y más. Después, sin compasión alguna y con mucho odio en sus ojos, susurró: - Y prefiero mil veces morir, antes de seguir teniéndolos como padres.
En este punto, Penny no soportó más y se levantó del sillón llorando desconsoladamente por la frialdad de su hija. Sabía que tenía mucha culpa en todo esto.

- ¡Ella me odia! -- decía Penny mientras lloraba en el hombro de  Jaine.
- No te odia, Penny, sólo está molesta y muy dolida. En realidad te está pidiendo a gritos que la ayudes.
- Juro que quiero ayudarla pero no sé cómo.
- Hemos hablado de esto muchas otras veces.
- No voy a dejar a Mark. -- Penny se alejó de Jaine.
- Mark les hace mucho daño. Tú y yo sabemos que no es un buen hombre.
- Pero lo amo..
- No es amor, Penny, no lo es.
- ¡Y tú qué sabes!
- Estudié psicología 6 años de mi vida. -- Jaine le guiñó el ojo. -- Créeme que sé lo que estoy diciendo.
-  Demonios. -- agachó la mirada - ¿Por qué no puedo ser un poco como tú?
- ¿Y para qué quieres ser como yo si puedes ser simplemente tú?
- ¿Ser yo? ¡Mi hija me odia y quiere morir por mi culpa, no es nada lindo ser yo!
- Pero estás a tiempo de ayudarla. -- soltó un suspiro.
- ¿Dejar a Mark va a influir en esto?
- Mucho más de lo crees. -- Jaine le sonrió y volvió a abrazarla.
- Lo amo, pero él es un desgraciado. Y no quiero perder a mi hija. Así que haré lo que me digas, pero por favor, ayúdame, prometeme que lo harás, Jaine.
- Por supuesto que lo haré, Penny. Amigas por siempre, ¿recuerdas?
- Lo recuerdo. -- le dedicó una sonrisa y se abrazaron aún más fuerte.






¡HOLAAAAA! Bueno, antes que nada, quiero aclarar, que esta novela se me ocurrió hace un par de meses pero hasta hoy tuve el tiempo de comenzarla. De verdad espero les guste mucho, espero que la apoyen, porque me da mucha ilusión.
Y cabe mencionar, que comenzar estar, no implica que deje la otra que ya tengo, o sea, una loca amistad. Tendré dos 😎 y prometo terminarlas. (Sólo si también apoyan a ésta) pero en fin, dejen todas sus opiniones en los comentarios, y díganme si quieren que siga.
Sin más que decir;

With love: María ❤❤❤

I saw you againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora