¿Qué sucede con Meryl?

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- ¿Dónde estabas, mujer?
- Te dije que le ayudaría a la..
- Chica que te gustó. -- Laura le levantó la ceja.
- ¿Qué? ¡No me gustó! Le lesbiana aquí eres tú.
- Tan lesbiana que tengo novio, ¿no?
- Cállate ya.
- Cuéntame quién es.
- Es la profesora nueva, de historia de la gastronomía.
- ¿Así que es tu nueva profesora? -- Laura soltaba miradas coquetas mientras caminaba al lado de Adele, y ésta, le volteaba los ojos.
- Sí, su nombre es Meryl.
- Es linda.
- Sí..ummm, ¿vámonos ya, no?
- Ah sí, tu madre llamó. Dijo que nos esperaban en mi casa. Dizque tienen algo que celebrar.
- ¿Algo que celebrar?
- Eso me dijo por teléfono.
- Pues vamos. Llegamos tarde y nos cuelgan del árbol.
- Son unas señora demasiado intensas. -- Laura soltó una carcajada.
- Un poco, pero, ¿qué haríamos sin ellas?
- Yo estaría reprobada en todos los semestres y tú igual, por llegar tarde.
- Era una pregunta retórica.
- Lo sé pero me gusta joder.
- Vámonos mejor.

Casa de Laura

- ¿Por qué no llegan las niñas? -- preguntó Jaine mientras se asomaba por la ventana.
- Tranquila, Jaine, seguro no tardan.
- ¡Ya llegó por quien lloraban! -- Laura entró como toda una diva por la puerta, mientras se ponía sus gafas de sol y dejaba caer su bolso en el sillón.
- ¡Esa es mi hija, tan ridícula como siempre! -- le gritó Jaine en tono gracioso y todas rieron.
- El día en que Laura deje las estupideces, preocupense. -- Adele se sentó en la mesa.
- Si eso sucede, me habrán perdido. -- Laura le dio un largo beso en la mejilla a su madre.
- Quítate los lentes, Lau, y siéntate como Adele. Sé un poco normal por hoy, ¿sí?
- Me pides imposibles, madre.
- Tienes hasta tres para sentarte o te quedas sin comer. -- Laura se sentó de inmediato.
- ¿Alguien dijo sentarse?
- Jaine dijo sentarse. -- respondió Adele.
- Tú cállate, Adele. -- Laura le señaló.
- Y tú jodete, Laura.
- ¡Hey, niñas! ¿Y ese vocabulario? -- pregunto Penny mientras acomodaba la mesa.
- Ella empezó. -- dijeron las dos al mismo tiempo.
- Son tan parecidas a Penny a mí cuando teníamos su edad. -- Jaine abrazó de lado a Penny.
- Mamá no estaba gorda como yo. -- dijo Adele, con cara seria y Laura se le quedó viendo.
- No me gusta la forma tan despectiva en que lo dices, Adele. -- le respondió Jaine mientras se sentaba.
- Sí, ¿se han preguntando por qué no tengo novio como Laura?
- Quizá porque nadie te gusta.. -- contestó Laura.
- O quizá porque YO -- hizo énfasis- No le gusto a nadie.
- No es verdad. Eres una chica linda, con muchas cualidades.
- ¿Y a quién demonios le importan las cualidades hoy en día? ¡Todos quieren un cuerpo bonito!
- Tampoco es como si fueras una obesa mórbida.
- Pues poco me falta.
- No apures Adele, ya llegará quien te quiera por lo que eres, y no por cómo eres. -- Jaine le sonrió.
- Mientras, tengo que adelgazar.
- Comer es delicioso, amiga, deja a los chicos de lado y mejor concentrate en ser feliz.
- Supongo. -- bebió un poco de jugo. Penny la veía pero no sabía qué decir.
- Ammm.. Comamos. -- Jaine sirvió la comida junto con Penny.
- Se ve muy rico, pero no tengo hambre, má. -- dijo Adele alejando el plato de ella.
- Pero es tu comida favorita.. -- la miró extrañada.
- Sí... Pero es que comí bastante en la Universidad.
- Mentira. -- Laura se atragantó. -- No comiste nada por estar ayudando a la tal Meryl. -- Adele la fulminó.
- Vas a comer, Adele, lo harás. -- Penny le sirvió y Adele le susurraba - No quiero, má. -- ella ignoró su comentario y terminó de servirle.
- Y dime, hija, ¿quién es Meryl?
- Mi nueva profesora. -- contestó, mientras jugaba con la comida.
- ¿Y en qué la ayudaste?
- Con unas cajas, mamá... -- sonrió al recordar ese momento.
- Y bien, ¿qué tenían que celebrar? -- preguntó Laura.
- ¡Oh, sí! Casi lo olvido.
- Hoy hace 3 años, Adele y yo, decidimos cambiar nuestras vidas. -- Penny tomó la mano de Adele.
- Pasa rápido el tiempo. -- contestó ella.
- Lo sé. Fue un tormento estar con él y ser tan sumisa. Por poco y te pierdo.
- Eso es pasado, mamá. -- sonrió.
- Siento tanto que hayas tenido que pasar por esas cosas tan desagradables para que yo dejara al desgraciado de Mark. -- agachó la mirada.
- No quiero recordar nada de eso.. Es un pasado horrible y quiero dejarlo atrás. Me alegra que ya no tengamos cerca a quien fue nuestra pesadilla dirante mucho tiempo. Pero para mantenerlo enterrado como hasta ahora, tenemos que evitar recordar todo eso, mamá.
- Lo sé, hija. Yo no estoy celebrando nuestro divorcio. Estoy celebrando lo fuerte que fuimos las dos al irnos sin tener nada... Y mira, ahora lo tenemos todo.
- Una familia que nos quiere. -- Adele señaló a Jaine y Laura. -- Estoy estudiando lo que me encanta.... Y tú y yo somos muy unidas. Me gusta esta vida. Estoy orgullosa de nosotras.
- Yo también. -- Penny sonrió.
- ¿Ya terminaron? Porque digo, qué bonito.... Pero ya hace hambre.. -- interrumpió Laura.
- Siempre tan arruina momentos. -- Jaine la fulminó con la mirada.
- Tengo hambre, mamá. -- dijo gritando.
- Laura tiene razón. Comamos. -- Penny comenzó a enrollar los fideos en su tenedor para llevarlos a su boca, Jaine disfrutaba lentamente de la comida, Laura se atragantaba y Adele jugaba con los fideos y verduras.

Eran toda una familia.

Llamada en curso;

Dockrill babe ❤

- Realmente necesito bajar de peso. -- dijo Adele, a través del teléfono mientras se veía al espejo medio desnuda.
- Eres hermosa, estúpida. No lo necesitas.
- Para tí es fácil decirlo...
- Chica, yo no soy delgada genéticamente. He batallado con mi peso toda mi vida.. Sin embargo, eres testigo de que jamás he dejado de comer nada. Me atraganto, y no, no me enorgullece hacerlo pero así soy.
- Quiero adelgazar, porque tengo ganas de que alguien se enamoré de mí.
- Y dale otra vez con eso... -- desde su casa, Laura, giró los ojos.
- Realmente quiero darle mi amor a alguien que no seas tú, Jaine o mi madre.
- Ya llegará ese chico.... o...
- ¿O...?
- Olvidalo, iba a decir una tontería.
- Dilo.
- Me matarás.
- Dilo.
- Iba a decir que.... puede que no sea un chico el amor de tu vida.
- ¿Ah? -- preguntó Adele, confundida.
- Sí.. Puede ser una chica. Y no, no es una propuesta. -- Se escucharon las delicadas carcajadas de Adele.
- Estás muy loca.
- Llámame loca, sí, pero vi cómo se miraban tú y Meryl. "- Me gusta tu nombre, no es muy... común.  Es lindo. Como tus ojos. - " -- Laura hizo la voz aguda.
- ¡Oye! ¿nos espiaste?
- Tenía que asegurarme de que no te violara allá dentro.
- ¡Te pasaste, Laura!
- Sólo estaba protegiendote.. -- rio.
- ¡Eres una chismosa!
- Se llama "buena amiga"
- No puedo creerlo.. ¿Escuchaste todo lo que dijo?
- Sí, y puedo asegurarte, que ella, te estaba coqueteando.
- Estás loca. Además, ella se ve demasiado femenina y seguro está casada.
- ¿Y? No todas las lesbianas tienen que vestirse como chicos. Y bueno, eso de estar casada... Quizá es bisexual y no quiere a su marido.. ¡Ash, qué se yo!
- Sólo quieres que piense como tú.
- No, querida, soy única. Te dije lo que vi.
- Cómo sea, es una locura, Lau.
- El tiempo lo dirá, Delly. Pero bueno, mañana tengo un examen muy importante y tengo que dormir temprano. Espero que llegues temprano porque no podré ir por ti. Sueña con tu querida Meryl, te quiero.
- Te demostraré que puedo llegar temprano sin necesidad de que llegues por mí. Suerte en tu exame; también te quiero.

Llamada finalizada

Día siguiente

- ¡Miren quién llegó arrastrándose, es Adele!
- Cállate, Dockrill. Apenas y pude dormir.
- ¡Ajám!
- ¿Que no tenías examen?
- La profesora aún no llega. Pero la tuya, comenzó la clase hace como 10 minutos.
- ¡Demonios, lo olvidé! Te veo más tarde, suerte. -- le dio un corto beso en la mejilla en forma de despedida y corrió hasta el aula.
Llegó agitada, consiguiendo la mirada de todos.

- Y volvió a llegar tarde puercodele. -- le dijo la fastidiosa del salón, Nathaly.
- ¿Te importa a qué hora llegue, calavera desnutrida? -- Adele la fulminó.
- ¡Niñas! ¿Qué les pasa? Nathaly, es la última vez que le llamas así a Adele, y lo mismo va para ti. -- señaló a Adele. -- Entra y siéntate acá. -- puso su mano en una silla que estaba justo enfrente del escritorio de ella.
- Profesora, ese no es mi lugar. Yo voy hasta atrás.
- Desde hoy en mi clase, estarás aquí y no quiero más problemas, ¿entendido? -- todos asistieron.

Meryl algo consternada, siguió la clase. Sin dejar de ver por un momento a Adele.

- Pueden salir. -- dijo ella casi 2 horas después.
Adele solía guardar las cosas muy lentamente, por lo tanto, siempre era la última en salir de cada clase.
- Si Nathaly vuelve a molestarte, dímelo y yo me encargaré.
- Gracias. -- sonrió. -- Pero no es necesario, sé defenderme y cómo quiera que sea, ella no dijo mentiras.. Sí soy un puerco.. -- suspiró.
- ¿Y eso importa? -- se sentó a su lado.
- Por eso es que no tengo novio, así que, sí importa.
- Si no tienes novio es porque todos estos muchachitos son unos tarados.. Tú eres hermosa, Adele.
- No me conoce, profesora.
- Ayer me ayudaste. Pude identificar qué tipo de persona eres. Es como un Don.
- Claro. -- dijo incrédula.
- De verdad. -- sonrió. -- Quien te quiera, lo hará sin importar cómo seas. Aunque no es problemas, eres muy bonita.
- Gracias. -- sonrió nerviosa.. -- Ammm.. Tengo que irme.
- Sí... Te acompaño.
- No hace falta. -- Adele salió casi corriendo.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2017 ⏰

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