Historia 6: "Siento el miedo."

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Ese fue un domingo demasiado tranquilo. Cuando desperté eran aproximadamente las 9 de la mañana y mi hermanita de 8 años ya estaba despierta. Le dije que se sentara frente a mí y comencé a cepillar su largo cabello rubio. Era una niña hermosa y yo admiraba mucho lo talentosa e inteligente que era. Cuando terminé de cepillarla le hice una coleta que adorné con un moño rosa, que  iba perfecto con su color de cabello. Le dije que fuera a cambiarse y fui a despertar a mamá y papá. Se pararon e hicieron lo de siempre con mi ayuda. Preparar el desayuno, lavar ropa, asear la casa, etc. En la tarde, al terminar las obligaciones de la casa, salimos a comer y después fuimos al parque. Fue un domingo normal para nuestra familia, era lo que hacíamos regularmente en un fin de semana.

Al día siguiente, Lunes, me desperté demasiado temprano, eran las 3:00 am y yo quería volver a dormir, pero sé que cuando me despierto es muy difícil que vuelva a pegar los ojos, entonces me paré y fui directo al baño. Como era temprano, y generalmente mis padres despertaban a las 6:00 am tuve que ser silenciosa, además de que mi hermana pequeña, si escuchaba un ruido despertaba fácilmente.

Comencé a sentirme mareada, así que bajé las escaleras y fui hacia la cocina, pensando en servirme un vaso con agua y cuando llegué a la cocina me di cuenta de que mi hermana realmente no estaba dormida. Estaba ahí en la cocina, a oscuras, de espaldas tarareando una canción infantil con su voz aguda. Extrañamente estaba peinada con dos colitas, y en lugar de la pijama que le hice poner la noche anterior, traía puesto un vestido hermoso color blanco. Mi mareo se convirtió en un dolor de cabeza inmenso y unas nauseas horribles. Ya no podía sostenerme, comencé a sentirme muy mal, y con todas las fuerzas que tuve pronuncié el nombre de mi hermana, que me daba la espalda a unos metros de mí. Ella no reaccionó, parecía que no me había escuchado o que no se había dado cuenta de mi presencia. Yo quería prender la luz, pero mi dolor era tan intenso que no podía dar un paso más. Me caí al suelo pero todavía podía ver a mi hermana, aunque solamente se veía una sombra porque estábamos a oscuras. De repente vi que ella se volteó y corrió sorprendentemente a prender la luz. No pude creer que mi hermana adorable de 8 años era el monstruo que estaba viendo en esos momentos. Su cabello rubio y largo, peinado en 2 coletas caía como una cascada en sus hombros, el vestido blanco que llevaba tenía manchas de sangre por todos lados... y su cara, su cara era lo peor. Sus ojos ya no eran más que huecos negros y enormes que escurrían lágrimas rojas sobre sus cachetes. Su boca mostraba una sonrisa grandísima que dejaba ver en lugar de dientes colmillos afilados con un color medio amarillizo. Se fue acercando a mí lentamente y cada paso que daba era una punzada que yo sentía. Cerré los ojos y cuando los abrí ya no estaba en la cocina de mi casa. Cuando abrí los ojos me encontraba en un cuarto completamente blanco y yo estaba amarrada, con un traje blanco también.

"Hora de dormir"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora