-Creo que no entiendo que hacemos aquí. -dijo algo extrañado.
-Vamos a hacer.... Paracaidismo! -dije con una gran sonrisa y saltando de la emoción.
-Qué? Pero tú estás loca? Eso sí que no lo haré! -dijo yéndose nuevamente al auto y yo lo volví a tomar del brazo y lo lleve hacia aquel hombre que era el piloto.
-Harry lo lamento, has perdido una apuesta y tu harás lo que yo digo, ven aquí ahora! O a caso tienes miedo? -le dije desafiante.
-_____ es riesgoso! Podría pasarnos algo, podría pasarte algo! No lo haremos! -dijo enojado
-Harry, primero tienes que tranquilizarte, segundo no es riesgoso, millones de personas lo han hecho y nunca les ha sucedió nada, tercero lo haremos, no hay vuelta atrás y cuarto cuando lo hagas y bajes me lo agradecerás por el resto de tu vida, la adrenalina corriendo por tus venas, no quieres sentirla? Es la sensación más hermosa, te prometo que lo disfrutarás, tu confía en mí, si? -le dije tomándolo con mis dos manos de su rostro hasta que me di cuenta de lo que estaba haciendo y lo tomé rápidamente de la mano y resignado, fuimos hacia el piloto.
-Hola! Sólo somos nosotros dos.
-Sí así es, esto es riesgoso? -preguntó Harry nervioso.
-No, no lo es, ustedes sólo disfruten. -dijo el muchacho.
-Aquí tienen los arnés. -los tomamos y nos lo pusimos- ahora tengo que atarlos, que prefieren, juntos o separados? -ambos nos quedamos mirando hasta que Harry dijo juntos y yo sólo sonreí como una estúpida- okey chicos, de frente -yo asentí con la cabeza y así lo hicimos, nos ataron y luego nos pusieron el paracaídas.
Estábamos en el helicóptero a miles de metros de altura, Harry sólo me gritaba que estaba loca y yo sólo reía, la verdad era me encantaban estas locuras pero también me asustaban.
-Ya es hora chicos! Disfruten! -gritó el piloto.
Los dos nos miramos y yo simplemente me lacé sin siquiera pensarlo.
-Aaaaaaaaaahhhhhh -gritamos los dos.
-Tu quieres matarme! -gritó Harry
-Tú sólo disfruta, mira el lago aquel!
Los dos nos gritábamos cosas, nos reíamos, lo disfrutábamos, parecíamos como dos pequeños nenes, todo era increíble, la vista era asombrosa y la sensación de caer al vacío junto a él y la adrenalina corriendo por mis venas era simplemente la mejor sensación del mundo, era indescriptible. Ya estábamos a sólo algunos metros del suelo.
-Wooooooow -fue asombroso, le dije completamente feliz mientras se acercaba un señor a desatarnos- te gustó?! -le dije como una niña.
-Realmente tengo que admitir que me ha encantado. -se acercó a mi oído y susurró- juro que me quedaría atado de por vida a ti. -sé me había erizado la piel por completo, como era que este chico podía hacerme sentir tanto con tan poco?
-Listo chicos, ya son libres, espero que lo hayan disfrutado! -dijo aquel señor que nos desató, maldición hubiese deseado estar atada a él tan sólo por lo menos un tiempo más...
-Entonces... Ahora que quieres que haga? Se te está acabando el tiempo. -dijo tomándome de la cintura y caminando hacia el auto.
-Es cierto, ya son las 19:30, la verdad no se me ocurre que otra cosa hacer, al lugar que me gustaría que fuéramos ya está cerrado... -me miró intrigado- no, no te diré donde. -me solté de su agarre y me pare enfrente de la puerta del piloto para que no pudiera entrar- como no se me ocurre que otra cosa hacer vamos a ir a jugar bolos, y como te has portado bien y me has hecho caso hoy te dejaré que después de jugar hagamos lo que tú quieras. -le dije en tono amable y el me tomo de la cintura nuevamente.
