3- Promesa

2.9K 226 45
                                    

Me había ubicado en la barra del amplio lugar, estaba sentada observando el “paisaje” mientras revolvía con el sorbete el trago que nunca tomaría. Podía ver a todos excepto a Zayn. Me sentía mal por haberlo alejado así y quería arreglar las cosas, pero no podía evitar pensar que arreglar las cosas con él tendría que ser confesar y demostrar mis sentimientos; realmente no estaba de humor para hacerlo.

Dejé el vaso y salí al pequeño patio que tenía el bar. Si es que estaba en lo correcto —y lo estaba— Zayn estaría fumando un cigarrillo mirando a la nada.

—Hey —dije sentándome al lado suyo en el banco en el que estaba—… Perdón. De verdad lo siento. No fuiste más que un buen amigo y yo te lo agradezco mintiéndote. Mintiéndome.

Esperé un buen rato que me contestara, traté de adivinar cuál era el punto inexistente al que le prestaba mucha más atención que a mí, pero comprendí que él simplemente quería que le hablara.

—Estoy destrozada, ¿lo puedes ver, verdad? Desde que Harry me dejó no hice más que llorar y lamentarme, y extrañarlo. Te subestimé por pensar que me creerías que estaba bien, tal como todos lo hicieron. No necesito su lástima. Y perdón si me cerré así, pero es que no sabía qué hacer, no quiero que me traten diferente por tener el corazón roto. Quiero que no hagamos de esto la gran cosa, quiero que me ayudes a superarlo y prometo nunca jamás en la vida volver a fingir estando enfrente de ti. —sollocé y él me abrazó, lo que me ablandó aún más y al cabo de unos minutos no podía parar de llorar.

—Can, no estaba enojado. Es sólo que… ¿Recuerdas cuando te preguntó si querías ser la novia? Fui el primero en saberlo, exactamente a los dos minutos me llamaste, y me contaste todo con lujo de detalles. Y esto… Esto fue algo grande, aunque no quieras. Y no me llamaste. No me contaste nada, y para colmo, hoy llegas, actuando toda “oh, estoy genial” —dijo tratando de imitar mi voz lo que hizo que, entre medio del llanto, soltara una mínima carcajada pero carcajada en fin— estarás bien. Pero tienes que admitir que no lo estás.

Nos quedamos callados, mirando hacia la nada, pero juntos.

—Candace, necesito hablarte —escuché por detrás de mí esa voz profunda y rasposa que tan bien conocía. Sequé lo más disimuladamente posible mis mejillas y miré a mi amigo. Él asintió, como aprobando la situación y se marchó, dejándome a solas con él— No vine a pelear, ni nada de eso. Quiero que me hables.

— ¿Hablarte? ¿De qué quieres que te hable, Harry? —pregunté, sintiendo como otra vez las lágrimas volvían al verlo sentado al lado mío. Tan cerca, pero tan lejos.

Tapó su rostro con ambas manos, sin saber qué contestarme. Sabía que tenía razón, ¿de verdad pensaba que sería tan simple que volviéramos a hablar?

—Necesito un cierre, Candy. Que me digas que me odias por haber terminado. Por qué… ¿Por qué no peleaste por mí, Can? —lo miré sorprendida al notar que su voz se había cortado. Sus ojos se veían oscuros y totalmente cristalizados. Estaba al borde de las lágrimas.

— ¿Odiarte? Hazz, no te odio. ¿Cómo puedes pensar que te odio? Dios. Y es mucho más complicado que eso. Sabes que te amo. —tragué en seco, pensando en las palabras justas para expresarme— Y de verdad no pensé que necesitaras algún tipo de cierre… te dejé ir, lo sé. Porque no me amabas. Darme cuenta de eso me dejó sin poder siquiera pensar en algo para decirte en ese momento.

Me tomó suavemente por la nuca atrayéndome hacia él para abrazarme. No hice más que quedarme estática, no era la reacción que yo esperaba. Besó mi frente y sentí una gota humedecerla: fue literalmente la que rebalsó el vaso.

Sufríamos, y sufríamos más de lo que podíamos manejar.

Levanté la mirada y le concedí el cierre que ambos necesitábamos.

Presioné nuestros labios tan sólo un segundo, sin saber cuál sería su respuesta. No podía esperar que me correspondiera como si nunca nada hubiera pasado, pero así lo hizo. Me besó sabiendo perfectamente que esa sería la última vez que lo haría, como si no hubiese un mañana. El sabor a despedida me ponía aún peor. Tenía que decirle adiós, por mucho que me costara.

—Necesito que me prometas algo —dijo una vez que nos separamos, tomándome el rostro con ambas manos— Nunca vuelvas a decir que no te amaba.

Volvió a abrazarme y estando en sus brazos por una última vez me di cuenta de que no tenía que seguir deprimida, tampoco debía fingir estar espléndida de una semana a la otra.

Tomaría tiempo, pero eventualmente yo volvería a estar bien.

broken ➳ harry styles {oneshoot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora