HABLEMOS. «Mi vida» + 'Noticias sobre la cuenta'

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Fecha: Viernes 17 de Marzo del año 2017

Hoy os habla Irina Nogueira.

Ayer, a las 23:XX pm, mi madre me dio la mejor noticia que me han dado hasta ahora. 

Berta, monja de mi antiguo colegio religioso, ha sido despedida.

Podéis pensar que es cruel de mi parte alegrarme de sus desgracias, pero...

¿No os alegrarías vosotros si alguien que os ha hecho sufrir durante años recibiera su justo castigo?

Esa horrible mujer, me insultó mientras era mi profesora. Animaba a mis compañeros a que me pegaran. Me regañó cuando llegué con las piernas sangrando al aula; intenté explicar que mis compañeros me habían tirado por las escaleras, pero con su aguda voz me dijo: «Algo habrás hecho para que hagan eso, si lo han hecho es porque te lo merecías.»

Así estuve 10 años, aguantando a esos compañeros que me atormentaban y a esa mujer aumentaba mi tristeza.

Cuando cursaba 1º de secundaria, me armé de valor y le dije a mi madre «Por favor, cámbiame de colegio.» Para mi desgracia, mi madre me regañó por esa tontería. Finalmente, tras insitirle día tras día, ella me preguntó «¿Por qué?».

Fue horrible, la peor experiencia de mi vida. Llegué a arrepentirme de pedirle el cambio, pero se lo dije.

¿Cómo hubieras contado vosotros a vuestra madre que no queréis vivir? Yo, con solo 12 años tuve que decirle a mi madre que deseaba morir, que lloraba todas las noches porque era "cobarde". Porque no tenía valor de suicidarme. Porque no tenía amigos, porque me sentía sola, porque se burlaban de mi peso, porque me golpeaban, porque me llamaban puta, porque odiaba mi cuerpo, porque odiaba mi voz, porque me odiaba a mí.

Mi madre lloró. Mi padre lloró. Y yo deseé morir por hacer llorar a mis padres.

Tras terminar el curso, me cambiaron a mi actual instituto. Allí conocí a LaYoNeki y a alexmoonglass. Mis primeras amigas.

Ellas me apoyaron cuando me sentía sola, ellas estaban a mi lado cuando lo necesitaba. Ellas están a mi lado cuando las necesito.

El tiempo pasó, y mi amistad con LaYoNeki se hizo cada vez más fuerte. A día de hoy, somos inseparables. Hermanas.

Desde mi "confesión" ante mi familia, TODO ha cambiado. Hoy tengo 16 años, lo que significa que hace 4 años que mis padres conocieron la verdad.

Durante dos años, todo parecía normal. No destacaba nada. Mis padres vivían su vida mientras yo luchaba para olvidar los anteriores años.

Entonces pasó.

La pesadilla volvió. Volvieron las risas cuando caminaba por los pasillos. Volvieron los asientos vacíos a mi alrededor. Volvieron las bromas de mal gusto. Volvieron los insultos.

Volvieron los monstruos.

Todo volvió a mí, me sumergí de nuevo en un mar de lágrimas de impotencia.

Eso hizo que tuviera terror a ir al instituto. Inventaba enfermedades para poder quedarme en casa, me golpeaba a mi misma para tener heridas y no ir a clase.

Pero llegó el límite. Mis piernas dejaron de responderme.

Estaba asustada y adolorida, pero en el fondo, me alegraba de no poder levantarme.

Nos cortaron la luz en casa, tuvimos que ir a vivir a casa de mi abuela. Allí pasó lo impensable.

No miento si os digo que me encuentro llorando mientras escribo esto.

Mi abuela, mi tía y mi madre me sacaron a la fuerza de la cama. Me arrastraron por la casa y me obligaron a vestirme con amenazas.

Lo hice. Llegué llorando al instituto, pero no entré. Salí corriendo, llamé a mi padre. Él me llevó a casa.

Por el camino nos encontramos con mi madre. Mis padres discutieron. Aunque ya pasaron dos años, sigo odiándome por hacer pelear a mis padres. 

Fueron semanas horribles, demasiada tensión en el aire. Entonces, presa de la desesperación, mediante una carta, confesé mi terror a salir de casa.

Me llevaron al psicólogo.

Allí, me dijeron que tenía una profunda depresión y un trastorno de ansiedad. Pasó un año en el que la psicóloga intentó animarme, intentó mediante distintas terapias alejar la tristeza.

Poco a poco, las ganas de vivir volvieron a mí. Hasta que, un día, me dijo «Debes sentarte y hablar con tu madre.»

Me negué. A día de hoy, me sigo negando. Nunca podría mirar a la cara de mi madre y decirle «Te odio tanto como te amo. Eres la protagonista de mis pesadillas. Vivo con puro terror de que me vuelvas a herir.» Nunca, nunca podría decirle algo como eso.

Dejé de asistir al psicólogo. Dejé muy claro que no volvería. La doctora me recetó "Sertralina 500mg". Un antidepresivo. Llevó desde entonces, unos 13 meses, tomando una pastilla cada mañana. Siento que el día que deje de tomarlas, moriré. Ellas me calman.

Día tras día, hubo peleas y lágrimas. Llantos y risas. Poco a poco, iba siendo más abierta con mi familia. He llegado a un punto en el que todo está en calma. Eso me gusta.

Hace unos cinco meses, descubrí que la monja Berta insultaba a los alumnos, los golpeaba y, siendo la directora del colegio, ignoraba las miles de quejas de los padres contra ella. Hace tres meses descubrí que Berta había estafado más de 10.000 euros a los padres, metiendo un falso profesor de inglés. No tenía título, no sabía inglés.

Fue algo impactante, nunca imaginé que el alma de esa "monja" fuera tan negra.

Ayer, cuando me dijeron que fue descubierta y despedida, lloré. Lloré de pura alegría.

Al fin, tras años temiendo volver a verla. Temiendo que le hiciera lo mismo a alguien más. Al fin, tuvo lo que se merecía.

Esto nos lleva a hoy. Hoy, hoy he vuelto a vivir. Hoy he podido cerrar por completo el capítulo de esas pesadillas.

Eso significa, empezar de cero una vida feliz. Y sí, eso significa cerrar esta cuenta.

Pero, ¡ey! No penséis que os libráis de mi. Simplemente he decidido reutilizar mi anterior idea.

Mi segunda cuenta, fue creada para que en esta hiciera libros originales. He cambiado de opinión. He decidido cerrar esta cuenta, y empezar desde cero con la nueva.

Algunos pensareis que es algo tonto, pero espero que lo comprendáis. Tonto o no, es lo que necesito.

Dicho todo esto, creo que es un adiós. Nos vemos.❤️

❤️Os quiero.❤️

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