No es necesario que todo mi día sea bueno -dijo pasándose una mano por el cabello- con que suceda un momento, como este, es suficiente para mi. –Y lo bese, como nunca había besado antes con frenesí, como si él fuera todo lo que necesitaba.Y aún así no le bastó, que aunque yo le daba lo mejor de mí se tuvo que ir con otra. Y es cuando me di cuenta que nunca fui suficiente para él.
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Lagunas en mi mente
CasualeNo es una historia; solo son palabras que me desbordan el alma.