La forma de tus ojos, el aroma que emana de tu piel, no sé cómo lo haces ni que tipo de droga eres... Sólo que si fueras una, serías mi favorita y moriría por ti. Y ya queda de más decir que no me importaría.
¿Sabes qué es lo que quiero hacer ahora? Vayamos por aquel sendero con brisas interminables a perdernos como dos críos de quince años que empiezan a conocer el amor. Sin estudios ni teorías... Vayámonos a la práctica de una vez que no soporto seguir esperando... Y sé que tú tampoco.
Procura no irte en tus pensamientos sin llevarme contigo, y yo procuraré no odiarte cuando me hagas falta.
Y por último, si volvemos a separarnos, cuando veas la luna rodeada de ese hermoso fondo con puntos brillantes, recuerdame a mí que del restro me encargo yo.
Pero lo más importante:
Que nos falte tiempo si se trata de besarnos.