Tu espada y la mía, unidas por el Hilo Rojo (Foxangle)

Capítulo 25: Eres tu...

(Dibujo de multimedia hecho por mí)

Mientras, con Mangle:

La capitana corría con rapidez por los pasillos, las lágrimas resbalaban de sus ojos, arruinando su maquillaje. Cuando llegó a su habitación, cerró la puerta con llave y se quitó la ropa casi rasgándola, como si ésta estuviera prendida en llamas. Limpio su cara de todo rastro de maquillaje y se deshizo de su peinado.

Buscó en su armario algo con lo que pudiera dormir más cómoda sien su elección un camisón color rosa pastel. Se lo puso, fue hasta su cama y se acostó a dormir...

O mejor dicho, a llorar...

-...-se sienta en la cama y mira la ventana-Steven...

(Pongan vídeo de multimedia <3)

La albina de levantó de la cama fue lentamente hacia el balcón de su habitación. Desde allí pudo ver el inmenso manto de estrellas y la luna, que las custodiaba.

--mira hací abajo-Desperté en la oscuridad sin dejarte de pensar
Sigue tu huella en mi almohada
Veo tu rostro frente a mí
Siento que aún estás aquí
Todo mi cuerpo te extraña-mira la luna-
Puedo ver tu sombra en la luna
Cuando mi memoria te alumbra

...Ya están desgastadas todas las palabras
Lo que queda entre tú y yo
No le alcanza al corazón
Y desde mi pecho-se lleva las manos al pecho-suena tu recuerdo
Todo lo que fue de los dos son ecos de amor -entra en la habitación y se sienta en la cama con las manos sobre la cabeza-

-Estoy perdiendo la razón
Me hablas en cualquier canción
Tu nombre está en cada palabra

-Estás tan cerca y tan lejos
Me aferro solo a un reflejo,-cantaba Mangle mientras una imágen ilusiva de Foxy aparecía sentada a su lado y luego desaparecía-te pierdo

Ya están desgastadas todas las palabras
Lo que queda entre tú y yo no le alcanza al corazón
Y desde mi pecho suena tu recuerdo
Todo lo que fue de los dos son ecos de amor
Ecos de amor...

--se tapa los oídos mientras llora-Suenan más y cada vez un poco más
Suenan tanto y no me puedo acostumbrar

Mangle se acostó en posición fetal sobre su cama, los recuerdos felices de su niñez y adolescencia junto a Steven, Puppet y su padre desfilaban frente a sus ojos.

-Ya están desgastadas todas las palabras
Lo que queda entre tú y yo no le alcanza al corazón
Y desde mi pecho suena tu recuerdo
Todo lo que fue de los dos son ecos de amor
Ecos de amor...
Ecos de amor...
Ecos de amor...

La albina tomó las sábanas de su cama y se tapó hasta la cabeza con las mismas, dentro de aquel refugio abrazaba a su almohada y las lágrimas recorrían sus mejillas. Lloró y lloró, hasta que finalmente se quedó dormida.

...

Al día siguiente, la capitana se levantó con ganas de mandar al diablo a todo el que se le cruzase en el camino.

No había dormido en toda la noche y, para peor, no dejó de pensar en su baile con el capitán y en el beso que le dio creyendo que era Steven, el amor de su vida. Se vistió con su traje de siempre, sus mismas botas y se cepilló el cabello, furiosa. Minutos después, salió de su habitación azotando la puerta.