Capítulo 24: La boda

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Capítulo largo porque amo las bodas <3 asgwtfafFsgdgzg y sé que ustedes también e.e

Disfruten :D

Puppet fue a buscar a Mari para que ella y Mangle pudieran conocerse, quería aprovechar que ahora la capitana estaba de buen humor (lo cual dudaría muy poco si seguía tardando tanto en encontrar a su prometida). Cuando por fin la encontró, los dos emprendieron el camino hasta la habitación que la albina se había asignado por su cuenta.

La pareja de marionetas caminaba por los pasillos del templo. Mari estaba muy nerviosa pero a la vez emocionada, pues Puppet le había hablado incontables veces de Mangle, como si fuera un padre orgulloso contando los logros de su amada hija.

-Quiero advertirte Mari que...Mangle es muy sensible y a veces puede llegar a ser muy directa con lo que dice, sobretodo cuando se pone a dar órdenes -explicó algo nervioso el pelinegro a su prometida-

--toma sus manos y le sonríe-Está bien, Puppet. Lo último que quiero es caerle mal, se que es alguien muy importante para ti.

--suspira-No te preocupes. Sé que todo saldrá bien-toca la puerta-.¡Mangle-la llamó el pelinegro-, somos yo y Mari! ¿Tienes un momento?

Hubo un ligero silencio hasta que detrás de la puerta se escuchó un "¡Adelante!". Puppet abrió la puerta y se apartó un poco dejando que Mari entrara primero, la azabache sonrió sonrojada ante el comportamiento caballeroso de su prometido, se lo esperaba ya que Puppet era muy encantador.

El pelinegro cerro la puerta detrás de Mari y luego, ambos fijaron sus miradas en la capitana quien estaba sentada en en una silla frente a su escritorio con un libro entre sus manos. Puppet notó que su pelo, cara, cola y orejas estaban más limpios que cuando la había visto hoy y que no estaba usando su traje normal, sino que se había puesto uno diferente.

 Puppet notó que su pelo, cara, cola y orejas estaban más limpios que cuando la había visto hoy y que no estaba usando su traje normal, sino que se había puesto uno diferente

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Eso sí, seguía conservando puestas sus medias largas a rayas blancas y negras y sus botas marrones, éstas últimas se notaban más limpias que nunca.

La albina también se había hecho un peinado nuevo(cosa que sucedía cada muerte de obispo): tenía el pelo recogido en una cola de caballo bastante alta y lo sujetaba gracias a una hebilla en forma de rosa color negro.

Puppet nunca la había visto tan arreglada, menos usando tanto negro y blanco en un solo conjunto.

--cierra el libro y los mira sonriente-Los estaba esperando.

-Esperamos no haberla interrumpido en su lectura, capitana.-se disculpó la azabache con respeto-Se la veía muy concentrada, si lo desea podemos venir más tarde.

--deja el libro sobre el escritorio y se levanta de la silla-No te preocupes Mari, puedo terminarlo después.-mira a Puppet-

-Bien, las dejaré para que hablen. Si necesitan algo no duden en pedírmelo -se inclina levemente ante ellas-

Tu espada y la mía, unidas por el Hilo Rojo (Foxangle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora