Mi Querido Edward

¡Cita!

Querido Edward

Hoy fuimos a nuestra cita y te llevé a un café friki que abrió hace poco. Sé que amas los videojuegos y los comics, y supuse que no habías ido a ese lugar, ya que no tienes con quién, e ir solo es ¡muuuuy aburrido! No sabes lo feliz que me puso cuando entramos a la cafetería y tú rostro era... era indiscriptible, saltabas y gritabas "ahora si puedo morir en paz". ¡Me tomaste de brazo y literalmente me arrastraste por todo el lugar! Tengo que admitir que hice un gran trabajo al llevarte ahí, los pasteles tenían formas de Súper héroes ¡ó no sé que coño! No sé mucho que esas, pero ahora sé que te encanta Batman. Al terminar de comer fuimos a la parte trasera de la cafetería en donde habían cientos de juegos arcade, no soy muy fan de los videojuegos, pero me gustan, aunque eso no importa, porque me pateaste el trasero, ¿que demonios eres? ¿¡un master acaso!?
Llegué a casa exhausto, pero ver esa expresión que felicidad en tu rostro valió la pena.

Atte: Albert, el chico feliz de que tú seas feliz.

Pd: ¡Joder! ¡Cada vez te quiero más! ¡Pero quiero que quede claro que no soy gay! Solo me gustas tú, eso es todo.