1. La nueva creación.

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Era un día algo espantoso, estaba lloviendo y pues la puerta estaba abierta por la brisa que entraba en aquel lugar. Unos niños traviesos miraron aquel taller abandonado por la curiosidad, como cualquier niño. El más grande de todos aquellos niños empezó a hablar con la cara en alto.

-¡Oh, miren! ¡Aquel taller está abierto! ¿Por qué no hechamos un vistazo?-

-Yo no entraría si fuera tú.- Decía aquel niño con apariencia de nerd. -La última vez que alguien entró nunca volvió a salir.-

-¡Pfft! Puras mentiras. Solo porque eres inteligente no significa que sepas más que nosotros.- Decía el más grande, en unos segundos se le había ocurrido una gran idea haciendo una cara de maldad. -¿Sabes qué? ¿Por qué no entrás primero para comprobarlo?-

Los demás empezaron a empujarlo primero hasta entrar al taller, el lugar estaba un poco oscuro, solo iluminaban unas velas en todas partes y no de tardaron en darse cuenta de que había alguien allí. También empezaron a ver un personaje lo bastante peculiar.

-Oigan chicos, miren.- Decía uno de los niños que había empujado al inteligente. -Estas caricaturas están por todos lados.-

-Tienes razón, hasta hay pequeños peluches.- Decía el bravucón mirando el peluche para luego tirarlo con fuerza.- Basura. Esperen, ¿dónde está...?-

Justo después de preguntar fue interrumpido por una voz que gritaba desde uno de los cuartos, todos fueron a investigar en pasos cortos y cuando entraron empezaron a gritar por un momento pero solo era aquel muñeco de cartón de antes y un pequeño rastro de tinta.

-¿Enserio? ¡Que vergüenza me das!- El bravucón empezó a reírse junto a los demás.

El chico inteligente empezó a enojarse mientras su cara quedaba roja de la vergüenza. -No vieron cuando se había movido sólo.-

-Si claro, ¿crees qué te vas a pasar de listo fingiendo tu grito?-

Antes de que el niño pudiera decir una palabra unos pasos rápidos se escucharon cerca de ellos y la pared estaba manchada de tinta negra con su nombre firmando "Bendy" en él.

-¿Vieron eso?- Dijo uno de los niños sorprendido. -Manchas negras.-

El bravucón comenzaba a ponerse nervioso al ver cosas extrañas, algo se acercaba detrás del inteligente y cuando todos miraron al frente comenzaban a tartamudear.

-Oigan, ¿qué les pasa? ¿No me digan que ahora vieron a la caricatura moverse?-

-Yo diría que sí, amiguito.- Decía la voz detrás de él.

El chico lentamente giró su cabeza hasta notar a la cosa extraña, todos empezaron a gritar tan fuerte, aquel dibujo animado los manchó con tinta negra y todos corrieron hacía la salida para nunca más volver. Bendy cerró la puerta y puso seguro para que nadie entrara.

-Vaya, eso fue muy molesto. Creen que es divertido meterse a jugar en casas ajenas.-

Aquella criatura caminaba por los pasillos muy entretenido y mantenía todas sus cosas en su lugar, al ver uno de los dibujos de su creador este se enojó un poco haciendo que la tinta se escurra en su cara pero mantuvo la calma suspirando.

-Estos niños, creen que pueden ir a dibujar lo que quieran. Creen que el arte de los demás es una burla y algo que se puede hacer de nuevo.-

Deja de mirar el dibujo y procede a la habitación en el que estaba Borris, su amigo de toda la vida.

-¡Boris~! ¿Sabes por qué el creador dejó la puerta abierta? Unos niños entraron e hicieron muchas travesuras.- Decía confuso ya que su creador nunca dejaría la puerta abierta de esa forma.

¡Me Das Miedo! ─ Fanfic Bendy And The Ink MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora