6. Encerrados

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Las dos caricaturas Bendy y Mandy estaban sentados sin hacer más que ignorarse el uno al otro. Mandy estaba muy aburrida y decidió hablar.

—Todo es TÚ culpa.—

—Oh sí, mira quien lo dice. La que no puede perdonar a un demonio por sus malas acciones.— Dijo Bendy enojado.

—Sabes muy bien que me querías matar, por eso no te perdono.—

—Ya lo has dicho, quería. Pero luego aquel sentimiento que surgía dentro de mi se esfumó por completo.—

—¿Sentimiento? ¡No tienes sentimientos!—

—Dicelo a mi corazón roto.—

Mandy se alborotó tanto ante lo que dijo Bendy y se levantó pisando fuerte.

—¡Eres irritable!—

—¡¿Irritable?! ¡Tú eres irritable! ¡Tratar de hacerme tu amigo y no puedo porque soy malo para tí! ¡Eso es irritante!—

Mandy empezó a gruñir y tan solo se sentó ignorandolo de nuevo. Pasaron las horas, ninguno hablaba, Bendy estaba quedando algo dormido y Mandy tan solo lo miró y volvió a ver a la pared. Luego vió el cártel de Bendy lo cual decía "Bendy, el demonio bailarín". Era gracioso por el tutú que llevaba puesto, tan solo se burlaba un poco aquella vez que vió su boceto.

—¿Y ahora de que te ríes?— Decía Bendy enfadado al escuchar su risa.

—¿Acaso tu creador quería que fueras mujer?—

Bendy tan solo se sonrojó por lo que dijo, le daba mucha vergüenza hablar de ese tema pero volvió a ignorarla. A Mandy se le quitaba la expresión de felicidad a una cara seria lo cual pasaría a un enojo no tan grande, pero si lo suficiente para ignorarlo también. Ya eran las 7 PM, Bendy y Mandy seguian dentro, mientras que Joey y Boris estaban en la sala de proyección viendo una película, se entretuvieron tanto que no vieron la hora pasar. Miró su reloj y se sorprendió.

—¡Oh vaya!— Exclamó Joey. —¿Ya son las siete? Vaya que me distraje.—

—Eso te pasa por mirar muchos cortometrajes.—

—Espera...— Pasaron unos segundos tratando de recordar y se paró de repente. —¡Bendy! ¡Mandy! ¿Aún no pasó nada? ¿S-Siguen allá dentro?—

—Si fuera así no estuviera pendiente a sus discusiones.—

Ambos fueron a la habitación y escucharon voces. Eran Bendy y Mandy peleando como siempre, era tanto que no sabía cual de los dos discutía más.

—¿En verdad tienen que ser odiosos cuando están juntos?— Decía Joey con los brazos cruzados y dando un gran suspiro.

—¿No hay algo que puedan hacer sin discutir?—

A Joey se le ocurrió una muy buena idea. Tocó la puerta de la habitación.

—Chicos, ya dejen de pelear. Así nunca resolverán sus problemas. Allá hay un juego de mesa, pero como no hay mesa tendrán que jugarlo en el suelo. Traten de jugar sin pelear y si alguno de los dos pierde y se ponen a discutir como niños por eso van a tener muchos problemas.—

Bendy y Mandy dejaron de discutir y vieron el tablero que estaba a su izquierda junto con las sillas.

—Supongo que no hay otra opción.— Decía Bendy refunfuñando.

Tomaron todo, el tablero, pusieron las fichas, las cartas de verdad o reto y empezaron a jugar. Habían diferentes fichas, Bendy eligió la estrella y Mandy la flor.

—Las damas primero.— Decía Bendy entre dientes, no quería discutir con ella así que la dejó jugar primero.

—Vaya, que educado. Gracias.— Decía con arrogancia.

¡Me Das Miedo! ─ Fanfic Bendy And The Ink MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora