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Este capitulo va enfocado a la relación de Bianca e Ian así que quien no disfrute de este tipo de contenido puede saltar al siguiente capitulo y no se perderá del argumento principal.Por fin todo había terminado, por un segundo paso por mi mente todo lo que hubiese pasado si Bill me hubiese matado, mi sueño, mi venganza, pero sobretodo Bianca, Bill no era el perturbado que aparentaba ser, el solo quería recuperar a su familia, me mintió a mi y a él mismo y se volvió alguien que estaba dispuesto a entregarlo todo por su familia incluyendo su propia humanidad, comparado con él mi deseo de venganza y muerte parecen simples caprichos, eso me hizo reflexionar en dos cosas, ¿como serán los otros cinco heraldos? y ¿realmente estoy dispuesto a sacrificar todo al grado de perderme a mi mismo?, por un tiempo así fue y me perdí de no haber sido por Bianca no seria muy diferente al Bill loco, pero no puedo permitirme involucrar mas a Bianca en este asunto, ya fue demasiado con lo de hoy no quiero perderla a ella también.
Mientras mas divagaba en mis pensamientos estos se enfocaban cada ves mas en Bianca, el simple hecho de pensar en las palabras de Bill estremecía mi cuerpo y hacia que mi imaginación volara aun mas, poco a poco mi cerebro comenzó a recordar a detalle lo que había sucedido en la batalla pero sobretodo ese momento en el que toque por primera vez a Bianca, esa sensación de nervios combinada con el peligro hacían que disfrutara cada segundo de su piel la cual era suave como la seda y al mismo tiempo desprendía un olor dulce que alteraba por completo mis sentidos, el sentimiento de tener su pecho entre mis manos hacia latir mi corazón y aceleraba mi respiración, es una sensación que jamas olvidare.
Antes de darme cuenta había desviado la mirada hacia Bianca quien era cubierta escasamente con mi sudadera dejando a relucir pequeños espacios de piel y un escote que con solo mirarlo provocaba en mi deseo y lujuria, sin pensarlo mucho me decidí a tocar su pecho una vez mas, estaba tan deseoso de tocarlo de nuevo que mi mente no pensaba en otra cosa, acerque mi mano lentamente hacia su pecho podía sentir el latido de su corazón en mis manos, mi corazón latía a mil por hora ya no soportaba mas, pero antes de que pudiera hacer algo Bianca comenzó moverse y a despertarse, confundida Bianca comenzó a mirar a todos lados, parecía que aun seguía débil por lo que sea que Bill le hubiese echo.
-¿Qué paso?, ¿donde estoy?...¿¡que le paso a mi ropa!?- desconcertada se aparto de mi rápidamente dirigiendo a una esquina de la habitación.
-¿Acaso no recuerdas nada de lo que sucedió?- pregunte apartando la mirada.
-¡Lo único que recuerdo fue que Bill me dijo que querías verme aquí!- dijo mientras buscaba la forma de taparse.
-¡Quiero que me expliques que sucedió ahora!- se estaba alternado demasiado tenia que hacer algo y rápido.
-Te prometo que te lo explicaré todo, solo que no aquí, antes tenemos que salir de la escuela ya es demasiado tarde- cuando dije eso inmediatamente Bianca miro por la ventana, faltaba poco para que se ocultara el sol, sin decir nada solo salimos del salón en donde nos encontrábamos y fuimos a la salida, al estar ya cerrada no tuvimos mas remedio que saltar la reja.
-Ya es un poco tarde, ¿no te dicen nada si llegas a estas horas a tu casa?- pregunte, las cosas estaban demasiado incómodas Bianca no volteaba a mirarme para nada.
-Realmente vivo sola, desde la muerte de mi padre mi madre entró en una depresión así que mis abuelos decidieron que lo mas sano para mi sería separarme de ella- dijo con una mirada fría y algo perdida en su rostro, el resto del viaje fue silenciosos y muy incómodo.
-Es aquí- dijo señalando una pequeña casa de una planta pintada de un agradable tono de verde claro y detalles amarillos.
Ambos entramos en la casa, Bianca se dirigió a su cuarto y cerro la puerta, yo me senté en el sillón y comencé a mirar al rededor de la casa, era un poco simple pero bastante confortable a mismo tiempo, a los pocos minutos Bianca salio de su cuarto con un short y una una blusa de tirantes, era lógico que al estar en su casa se pusiera cómoda, pero lo que ella no sabia es que para mi el verla así después de todo lo que había sucedido me regresaba las ganas de tocarla, me tome todo el tiempo del mundo para explicarle con exactitud que era lo que había sucedido al principio no me creyó pero una vez que le explique todo pareció aceptarlo de algún modo.
De pronto un silencio penetrante inundo la sala de su casa, de la nada Bianca se acerca a mi y se recarga en mi pecho, era un momento de paz, pero volví a desviar la mirada incluso ahora con su blusa seguía teniendo un escote que despertaba completamente el deseo en mi.
-¿Que estas mirando?- pregunto mientras me miraba, ella había levantado la cabeza y no me había dado cuenta.
- Bueno yo...- dudaba en decirle la verdad.
-Dime la verdad- me dijo en un tono muy serio.
-Aaa...Estaba mirando tu pecho- suspire y dije avergonzado.
-Aja...- respondió mientras mordía su labio inferior, a ella no pareció importarle mucho de echo se acercó mas a mi.
-Si bueno yo...- perdido en su voz y mirada casi hipnótica comencé a acercarme mas a ella.
Lentamente me acerque a sus labios y comencé a besarla podía sentir como ella relajaba su cuerpo mientras la besaba, podía sentir como su respiración y sus latidos se aceleraban mas a cada segundo, mientras mas pasaba el tiempo mas profundo la besaba hasta quedarme sin aliento, era demasiado ya el deseo que yo sentía así que comencé a acariciar lentamente sus piernas descubiertas, pasaba mis dedos lentamente sobre su piel y luego tomaba su pierna con mi mano y la tocaba hasta que su respiración comenzó a acelerarse aun mas, con mi otra mano acaricie lentamente su abdomen hasta llegar a su pecho, en el momento en el que comencé a acariciar todo su cuerpo de entre los besos se escucho como ella dejo escapar un pequeño gemido que hizo que yo buscara aun mas tenerla, lentamente fui retirándole la blusa, la tome de la cintura y la empuje contra el sillón, ella me quito la playera y casi de inmediato comenzó a arañarme la espalda, poco a poco podía sentir su respiración mas caliente y su cuerpo ni se diga podía sentir al acercarle a ella como mi piel se fundía con la suya, separe sus piernas y metí mi mano entre ellas comencé a provocarla mas y mas, su respiración se entre cortaba, gemidos de placer se escapaban de su boca, yo quería mas, así que me que con mi boca empecé a jugar con su pecho y con mi lengua a jugar con los mismos, estaba ya demasiado sumido en el deseo sabia que ya no habría manera de para hasta no hacerla mía, pero antes de que pudiera terminar de desvestirla una horrible imagen llego a mi mente, era la muerte quien solo me veía desde lejos esperando el momento de reclamar mi vida, entonces reaccione.
Me separe lentamente de Bianca y me senté en el sillón bastante desesperado.
-¿Estas bien?- preocupada volteo a verme.
Simplemente no pude decirle ni una sola palabra.
-Esta bien no tienes que decirme nada, para mi eres muy especial y yo quiero estar contigo apesar de todo lo que has vivido y vivirás porque tu me gustas y quiero estar a tu lado pase lo que pase- dijo mientras se acercaba a mi lentamente y me besaba con ternura.
Ya era demasiado tarde para que yo saliera de su casa así que me quede a dormir con ella, esa noche la abrace como nunca hasta quedarme dormido, de ahora en adelante el camino sera mas difícil pero si ella esta conmigo se que podre soportarlo.
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Los 7 heraldos de la muerte
Teen FictionTodos le tememos a la pérdida, la muerte tarde o temprano alcanzará a todos nuestros seres queridos y con el tiempo a nosotros, pero... ¿que pasaría si pudiéramos enfrentar a la muerte?, ¿cuál es el secreto de aquellos que portan el manto? y ¿que se...