ACCIDENTE.

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Abrí los ojos, la luz me lastimaba un poco, no podía ver bien..., entonces la vi parada mirándome con una sonrisa de oreja a oreja, era muy hermosa, cabello rubio, tez blanca, un tono azul en sus ojos tan perfecto de unos 43 años, llevaba puesta una bata blanca, abrió los labios.

-Hola, April, mi nombre es Emma Johnson, haz tenido un accidente, y te encuentras en el hospital Ángeles, en la zona metropolitana.

-¿Qué me ha pasado?, ¿dónde están mis padres?

-Bien, antes que nada necesito que te relajes, voy a hablar contigo de algo muy serio, y necesito que lo tomes con calma.

-Qué demonios está pasando.-Pensé.- Bien, no sé qué es lo que esté pasando, pero necesito ver a mis padres, es lo único que necesito.

-April..., los localizaremos tranquila, tu novio aún no despierta estamos haciendo todo lo que podemos.

-¿Mi novio?- No pude leer su expresión al realizarle esa pregunta.

-April, ¿recuerdas exactamente qué sucedió?

-Mi mente estaba en blanco, ¿por qué mierda no podía recordar nada?- No.

-Bien, te realizaremos unos estudios- Salió corriendo por la puerta sin siquiera dejarme decir una sola palabra.

Necesito ver a mis padres..., pero no puedo recordar nada, mierda, mierda, mierda.- Arranque el conducto del suero que estaba conectado a mi brazo derecho, quite las sabanas que me cubrían, dispuesta a escapar de ahí lo más pronto posible. Al poner mis pies en suelo frío, estos se doblaron, y caí, supongo que debí estar mucho tiempo acostada, trate de levantarme unas tres veces, pero mis intentos eran en vano, estaba muy débil, entonces entro la enfermera con una expresión de horror, y me levanto.

Emma me realizo los estudios, me dijo que había cosas que probablemente no recordaría en un tiempo, cosas comunes, como dónde vivo, quiénes son mi amigos, si tengo hermanos, incluso mi edad, no he olvidado mi edad, recuerdo a mis padres, y mis hermanos..., pero no recuerdo quienes son mis amigos, ni dónde vivo... mierda.

Emma, me miraba fijamente.- Cariño, sé que es difícil, pero tienes que recuperarte.- Tomo mi mano, y me miro a los ojos, pareciera que iba soltarse a llorar, la voz le temblaba y dijo:

-Yo voy a estar contigo durante todo este proceso, te he cuidado estos últimos meses, y sé que no me conoces, pero... te veo como a una hija. –Sus palabras retumbaron en mis oídos. ¿Una hija?, ni si quiera me conoces.- Y bien, quiero que conozcas a alguien, Gabe, pasa.

El hombre al que ella llamo Gabe, era alto, cabello castaño y tenía unas cuantas canas, de buen ver, digo, era guapo, pero bastante mayor, incluso mayor que Emma, me sonrío y se presentó:

-Hola, me llamo Gabe, es un placer, Emma y yo hemos estado dándote los cuidados que requieres, y vamos a ayudarte, sólo necesitamos que pongas de tu parte.

-Bien-respondí.

-Sé que todo esto te parece muy raro, tanto que incluso te de escalofríos, así que te lo explicare, Emma y yo estamos casados, este es nuestro hospital, ambos somos doctores, tuviste un accidente junto con un chico que suponemos es tu novio, él se encuentra aún en estado de gravedad, estamos haciendo todo lo posible por ayudarlo, no tenemos ninguna otra intención más que ayudarlos, nosotros estábamos en el lugar donde ocurrió el accidente...-se le cerro un poco la voz.- Nosotros pudimos haber sido ustedes, si, pudimos haber tomado su lugar en ese accidente, es por eso que mi esposa y yo sentimos que les debemos el favor-hizo una gran pausa.- No hemos podido localizar a sus padres, pero seguiremos intentándolo. Sólo espero que confíen en nosotros.

Se levantó, y salió, Emma me miro, sonrió, y siguió a Gabe.

Todo era confuso para mí, pero ahora entendía que estas personas solo me querían ayudar... ¿quién será ese chico del que tanto hablan?, la incertidumbre se hacía cada vez mayor. Cerré los ojos, y me hundí en mis pensamientos.

-Oh, April eres verdaderamente hermosa, hacía tanto que no nos veíamos, mírate, te has puesto aún más guapa...- el coche se derrapo, él grito, y yo sólo...

-April, cariño despierta.

Abrí los ojos, y vi esa sonrisa de oreja a oreja, que me recordaba tanto a mi madre.- ¿Qué hora es?-pregunté.

-Hora de que comas algo, no te has alimentado, estas cada vez más delgada, mírate, hay que trabajar en esto, ¿quieres?, así que desayuna, y en seguida te levantaras de la cama.

-Bien, pareces mi madre.-rezongué.

Emma se limitó a sonreír y se dirigió por la comida. Me había preocupado tanto por lo que estaba pasando, que no me había dado cuenta de la preciosa vista que tenía, es una gran ciudad.

-Bien, ahora quiero que te termines todo, ¿entendido?, yo regresare en un momento, tengo que ver a una paciente.-salió por la puerta a toda prisa.

Tengo que encontrar respuestas, y mi única esperanza es ese chico del que tanto hablan, ojalá mejore.

April.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora