Kat y Val.

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Resulta que el estar en casa me hacía recordar prácticamente todas mis cosas, sólo era cuestión de regresar a mí lugar, estuve un par de días en casa, mientras mamá arreglaba mis cosas de la escuela.
La idea de entrar de nuevo a la escuela si que me aterraba es que iban a haber personas que me hablarían como si nada, y yo ni siquiera las recordaría, sí que es una mierda.
Mis hermanos me ayudaron mucho, agradecía no haberlos olvidado, son lo mejor que tengo, y además recordaba a toda mi familia, mi prima favorita Darla me había ayudado a ponerme al día. No estaba tan mal, como llegue a pensar, me sentía bien, por fin en casa, tranquila y sin interrogantes.

Por fin llego el día, primer día de clases, perfecto, a ver cómo me va, tome un vaquero negro, unos tenis negros, una chaqueta color verde con una blusa de tipo encaje, y salí súper decidida, subí al coche, tome mi iPod, y sonó Youth de Troye Sivan, allá vamos...
Entre, me sentí rara, como si fuera mi primer día de clases en esa escuela, sabiendo que era el primero de mi último año, me dirigí al salón que me corresponde, el 10, me tarde un par de minutos en encontrarlo, entre, me senté cerca de la puerta, estaba sonando MGMT, cuando alguien me toco el hombro, si... era Katherin, me quite las manos libres, me levante y la abrace.
-¿Dónde te has metido maldita?
-Me di unas vacaciones de todo.- reí.
-Vaya que sí, te he extrañado.
-Y yo a ti.
Entro Valentina, las abrace y las puse al día con mi situación.
-¿Entonces no recuerdas nada?- dijo Valentina.
-Claro que si boba, nos recuerda a nosotras, sólo que hay cosas que se le borraron, incluyendo personas, es como una memoria a corto plazo, conviviendo en su entorno poco a poco va recordando a todos y todo, ¿me equivocó?- interrumpió Katherin.
-Así es chicas, así que necesito me ayuden un poco aquí, espero no haberme perdido de mucho estas dos semanas que entraron, y también necesito que le platiquen esto discretamente a las personas apegadas a mí que se encuentran aquí, no quiero... ya saben, entrar en pánico.
-No te preocupes, te vamos a ayudar.- dijo Katherin, con una sonrisa, la verdad es que sus ojos reflejaban preocupación y lastima, la conocía a la perfección, pero no dije nada.
Entro el profesor de nuestra primera clase, Física, no era de mis favoritas, pero me gustaba. Así transcurrieron las siguientes cuatro horas, con dos distintos maestros, olvide lo pesada y aburrida que llegaba a ser la escuela. Salimos a desayunar algo a la cafetería, iba caminando, era muy raro muchas personas me miraban de una manera incomoda, en ese momento un tipo más alto que yo, de cabello largo y negro, piel canela, se acercó y me miro, como si un muerto se le hubiera aparecido, el tono bronceado le cambió a pálido. Miro a Katherin y luego a mí, ella se interpuso entre ambos en una clase de posición de autoridad.
-No es momento, es más nunca lo es, aléjate.-lo fulminó con la mirada.
El desconocido, solo me miro bajo la mirada y se marcho.
Entramos a la cafetería, y me senté, en silencio, tratando de procesar lo que acaba de pasar.
-¿Qué ha sido eso?-pregunté.
-Nada nena, solo un imbécil más, no le des importancia.
Valentina se quedo mirándome como queriendo contarmelo, decidió quedarse callada.
-Bueno, ¿Ya me lo dirán?-pregunté exaltada.
-Lo siento April, pero es un tema que tal vez con el tiempo te diremos, pero créeme que ahora no es el momento.-dijo Khaterin.
-Sí es lo mejor, además no es algo que importe, ¿Cierto Khaterin?- preguntó Valentina con preocupación.
-Sí, no hay que hablar más del tema niñas.-Khaterin sonrió y tomo su café.
Me quedé con muchas dudas, ¿Quién era él?, y ¿por qué me miraba de esa manera?, no dejaba de darme vueltas la cabeza, ese chico, fue... distinta la conexión que sentí cuando él me miro es como si lo conociera como a nadie... O es solo mi imaginación, tengo que saber todo, y sé que Valentina puede contarmelo.

Al siguiente día decidí no ir a la escuela, tenía cita con Emma por la mañana, ya que era su único espacio. Entre al consultorio, al parecer todo estaba bien conmigo, ya no había ninguna secuela del accidente, más que una cicatriz en mi pierna derecha.
-Bien, todo está bien contigo pequeña, ya sólo nos quedan unas cuantas citas, y las terapias para superar todo este proceso de cambios que has tenido, sabes que en cualquier momento puedes llamarme si llegas a sentirte mal.-dijo Emma.
-Lo sé, Emma, y gracias, en serio, no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí.-me levante y la abrace muy fuerte.
Salimos a desayunar, y me dirigí a casa, llame a Valentina para preguntarle acerca de los trabajos que habían dejado los profesores, y así aprovechar para sacarle la verdad.
-Oye, Valentina, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro.-dijo mientras tenía un bocado de comida en la boca.
-Bien, ¿quién era ese chico?
-Se atraganto.- Bueno, mmm-se quedó callada.- Se llama Alexander.
-¿Y...?
-Mira, si quieres saber algo sobre él, pregúntaselo tú misma.-cuelga.
-¡No puedes colgar! Agh, te odio.
Maldita, ¿cómo se atreve a colgarme?, bien pues tendré que hacerlo por mí cuenta, no es gran cosa.

Estaba muy decidida, me acercaría a ese chico, y me encargaría de resolver todas mis dudas. Llegue a la escuela, y ni siquiera mire a Valentina, ella se acercó y me pidió una disculpa.
-En serio April, eso es algo que no me compete.
-Bien, lo entiendo.
Al finalizar la clase, nos dirigimos a la cafetería, estaba esperando encontrarme con ese chico, sin embargo no aparecía. Pedí un té, y nos sentamos a charlar, poco a poco me fui olvidando de todo.
-Bueno, me acabo de enterar que habrá una fiesta este viernes, y tiene demasiado tiempo que no salimos todas juntas, así que niñas, están obligadas a asistir.-dijo Khaterin.
-Ay por Dios, acabo de regresar y tú ya quieres irte a embriagar.
-Soltó una carcajada.- Bueno, ya me conocen.- se encogió de hombros.
-Bueno pues yo le diré a mí novio.-dijo en tono serio Valentina.
-Vaya, no puedes vivir sin él.-reprocho Khaterin.- Bien niñas, ya, no me importa con quienes vayan, pero iremos todas.-dijo Katherin en tono de advertencia.
Estaba tan adentrada en mi platica, que no me había percatado, él me estaba mirando, cuando me di cuenta bajo la mirada y siguió charlando con sus amigos, me arme de valor y decidí ir a aclarar mis dudas, pero antes de hacerlo me detuve a observarlo... Era alto, 1.75 más o menos, piel color canela, cabello largo, le caía por la frente y pasaba su mano para acomodarlo, ojos café claro, pero no ese café común, era distinto, muy hermoso, cejas pobladas y enormes pestañas, una preciosa sonrisa, tan dulce, y esos labios carnosos, tan besables... mierda, era atractivo, bastante. La verdad es que me estaba aterrando, me sentía intimidada, y se me fue el valor, así que no me acerque. Nos levantamos para entrar a clase, pase justo frente a él, y me miro de reojo, sentí un cosquilleo en el estómago, seguí caminando.
Al salir de la escuela decidí visitar a Emma y Gabe, hoy descansarían, así que me tome la libertad de prepararles un cheescake, mientras lo preparaba llame a Emma.
-Hola, Emma.
-Hola, cariño, ¿cómo estas?
-Muy bien gracias, me preguntaba si tú y Gabe estarían ocupados el día de hoy.
-No, para nada, estaremos en casa, ¿por qué?-dijo entusiasmada.
-Bueno, pues quería ir a visitarlos un rato.
-Me parece perfecto mi niña, te estaremos esperando, Connor irá por ti.-Connor era su chofer, lo había visto un par de veces, alguien muy serio.
-Perfecto, entonces nos vemos.-colgué.


Emma corrió a abrazarme, le di el cheescake que les había preparado, y nos dirigimos a la sala, Gabe se encontraba sentado, me miro y en seguida se levantó a abrazarme.
-Vaya que te echamos de menos pequeña.
-Y yo a ustedes, bastante.
-¿Cómo has estado?
-Bien, nada de qué preocuparse.
-Bueno vamos a probar esta delicia.-dijo Emma.
Estuvimos charlando un rato, viendo películas, y Gabe pidió algo de comer, me la pase muy bien con ellos, hasta que llegó la hora de irme a casa.
-Con cuidado cariño, sabes que esta es tu casa, siempre eres bienvenida.-dijo Emma.
-Te esperamos pronto.-dijo Gabe y se despidió con un abrazo.
Me despedí y subí al carro, el recorrido a casa fue largo y el sueño me invadió, Connor me despertó cuando ya habíamos llegado. Bajé del auto, y me tumbe en la cama.
La semana se había hecho un poco larga, las clases era cada vez más pesadas, y no había visto a Alexander en los últimos días.
El jueves en la escuela, las clases terminaron más temprano debido a la ausencia de varios maestros, así que decidí salir a comer algo con mis amigas.
-Bueno, ¿qué se pondrán mañana para la fiesta?-dijo Katherin.
-No lo sé, deberíamos de llevar vestido todas, ¿no creen?-dijo Fernanda y nos miró con cara de perversión.
-Ay si, todas, nos debemos ver súper twins.-añadió Kat en tono sarcástico.
-Bueno, bueno, tendremos que ir de compras.-dije.
-¡Mi parte favorita!- gritó Kat.
Recorrimos todas las tiendas posibles, eso nos llevó todo el día, pero valió la pena, el vestido que había elegido estaba precioso.
Al llegar a casa realice mis tareas, y todo lo que tenía pendiente, la verdad es que no me gustaba atrasarme, e iba al corriente en todo siempre, termine agotada me di una ducha y me tumbe en la cama.
"Ven vamos a perseguir el amanecer.- Tomo mi mano, y caminamos sobre la arena, las olas eran enormes, y el sonido que emitían las gaviotas retumbaba en mis oídos."
La alarma sonó justo a las 5:00 am, interrumpiendo ese maravilloso sueño, me costó unos diez minutos levantarme de la cama, me rehusaba a asistir a la escuela, pero tenía qué.
Todos hablaban de la fiesta que se daría en la noche, no entiendo porque tanta emoción, la verdad es que ni siquiera tenía ganas de asistir, pero sin duda alguna quería lucir ese bonito vestido que me había comprado y era la ocasión.
-Bueno, chicas, yo pasaré por ustedes a las 8:00 en punto, así que las quiero súper listas, ¿entienden?- dijo Kat en tono de advertencia.
-Sin duda va a ser una de las mejores fiestas, bueno, la verdad es que April, nos habías hecho falta.- dijo Valentina con una sonrisa tremenda.






April.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora