Últimas Golondrinas [Larry]

1: Picasso.

Picasso

Marzo, 1994.

Sus palmas sudaban por los nervios que sentía en aquél momento. Su estomago daba vueltas como si fuera una secadora. Por un segundo recordó que su madre le había ordenado que sacara la ropa de ésta. Se golpeó mentalmente al olvidar algo tan sencillo como eso. Vio como el resinto se llenaba a cada minuto que pasaba. Y a su vez, la sudoración brotaban de su piel. Lo único que deseaba era no terminar completamente empapado de sudor.

"Jina, iré al baño, sólo me tomará un segundo."

"Apúrate. En cinco minutos empiezas."

Caminó con rapidez hacia la baño. El enorme espejo filtró su apariencia más que nerviosa. Lavó su rostro y mojó su cuello. Alzó los brazos para asegurarse de que su camisa no tuviera manchas de sudor. Para su suerte, no fue así. Sacó una toalla y terminó por secar su rostro.

Museo de Arte Contemporáneo. Picasso: Ojo salvaje. Exposición traida directamente de Musée national Picasso-París. Un recorrido guiado por él y ochenta personas que estarían al pendiente de cada palabra. Su primera exposición. Su primera participación de yeno en el mundo del arte. Si bien no era una exposición de sus obras, mas el ser un guía de una función de uno de los artistas más conocidos en el mundo era ya de por sí más que un privilegio el ser seleccionado.

La muestra incluía 35 pinturas de mediano y gran formato, 41 dibujos, 20 esculturas, 20 grabados y 19 fotografías, dispuestas en nueve secciones que, en conjunto, abarcan la profusa carrera del artista en sus distintas etapas que permitirán a los visitantes descubrir el proceso creativo de Pablo Picasso en forma cronológica; vida y experiencia que Louis aprendió y memorizó. Temía olvidar la información y si llegase a ser así, o cometía el minimo error, se prometió a sí mismo beber y castigar su higado hasta que le diera un coma etílico. Debía ser perfecto.

Se golpeó las mejillas reiteradas veces para espabilarse. Suspiró y estiró sus brazos y piernas, enlongando. Contó diez segundos en su pierna derecha, fue el turno de la izquierda. Pero antes de que los musculos de la pierna adyacente se pudieran soltar y entibiar, la puerta del baño fue abierta.

"Louis, ya es ho... ¿Qué estás haciendo?" inquirió la nueva presencia en el baño: Steve, su compañero de curso y ayudante en la exposición si necesitaba una mano, fingiendo ser un espectador más.

Louis, en su posición, lo miró y se incorporó inmediatamente. Jugó con sus suspensores durante unos segundos. Rió, nervioso.

Steve chasqueó la lengua.

"Maldito loco, ven aquí, que ya va a empezar." exclamó, moviendo su mano en dirección a él para que se acercara. Louis se dio una última mirada y salió del baño.

Una (gran) multitud estaba reunida con folletos del museo en manos esperando por su guía. Otros no aguantaron sus ganas de admirar arte puro presente ante sus ojos por lo que procedieron a dar una observación a las obras más que cercanas que se hallaban. El deseo de culturizar sus almas y chaposear sus corazones de emociones se palpeaba en el aire. Las luces se enfocaron un poco más al hacerse presente el castaño con manos temblorosas.