WINGS -YoonKook-

-- Amigos (? --.

Los años pasaron, como a todo ser humano, tambien a mi me asaltó el lento despertar del sentimiento del sexo, como un enemigo destructor, como la tentación, lo prohibido y el pecado. Llevé la doble vida del niño que ya no es un niño. Mi conciencia habitaba en el mundo familiar y permitido; mi conciencia negaba el nuevo mundo que surgia. Pero al margen de aquel, yo vivia en sueños, instintos y deseos subconscientes sobre los que construia puentes la conciencia, cada vez mas atemorizada porque el mundo infantil se desmoronaba.

Kim NamJoon hacia mucho habia desaparecido de mi vida, y apenas si me fijaba en el cuando cuando me lo encontraba en la calle. Sin embargo, la otra figura importante de mi tragedia y la responsable de despertar ciertas inquietudes en mi persona, Min YoonGi, no llegó a desaparecer ya nunca de mi horizonte.

Busco su imagen, y ahora que reflexiono, el recuerdo siempre estaba allí y yo no me daba cuenta de ello, cierro los ojos y me parece verlo dentro de mi cabeza.

Una tarde cálida, frente a nuestra casa, lo ví, con un bloc en la mano dibujando. Estaba copiando el viejo escudo del pajaro tallado que campeaba sobre el portal de mi hogar, yo me encontraba en la ventana, escondido detras de la cortina y le observaba, con profundo asombro ví su rostro atento , distante y despejado, vuelto hacia el escudo. Era el rostro de un artista, inteligente y lleno de voluntad, lo que hizo que mi corazon latiera incontrolablemente y un sonrojo viniera a mis mejillas. Ese dia no pude evitar pensar en otra cosa que no fuera Min, acostado en mi cama los pensamientos de su persona me invadian, lo que me hizo "descubrir" que no solo tenia cara de niño, si no que su rostro era el de un hombre; y aún más, me pareció ver o sentir que tampoco era la cara de un hombre, sino algo distinto. Era como si en aquel rostro hubiera algo femenino, era tan confuso, asi como a veces no sabia sí me gustaba o repelia. pasaron varios años antes de que mi relación con el se volviera más estrecha, y aunque habia veces que queria distanciarme, simplemente no podia, habia algo que me unia a él. Poco a poco, fuí cediendo más, siendo complice de sus bromas y risas, pensamientos y vivecias del día a día. No se en que momento, su presencia se hizo necesaria para mi, su sola cercania me hacia desear el poder tocarlo y que él me correspondiera de la misma manera, con tan solo 16 años de edad comencé a sentir esa extraña sensación que muchos llaman estar enamorado, pero preferia tratar de evadir esos sentimientos, me asustaba el hecho de que asi fuera, ¿qué es lo que dírian mis padres?, ¿Comó tomarian el hecho de que su único hijo varón saliera con una estúpidez como esta? por que si, era una estúpidez el simple hecho de que me enamoré de mi mejor amigo... ¿Y si el no me correspondía? conociendo su carácter y su forma de ser, me doleria, y no precisamente ser rechazado, sino la forma en la que lo haria, por que de alguna manera me haria poner los pies en la tierra y me haria ver la cruda realidad, por eso, preferia quedarme con mis sentimientos guardados y seguir con esta pequeña chispa que era capaz de mantener en mi la esperanza viva, aunque sabia que no resistiria mucho.

--¿Puedes conseguir que otro piense lo que tú quieres? -- pregunté viendo a las personas pasar por el parque, sentado en una banca con YoonGi a mi lado, sin atreverme a mirarlo, sentía vergüenza, pero el pareció no notarlo, me respondió amablemente con la tranquilidad de su madurez adulta--.

-- No -- dijo -- Eso no es posible, no tenemos una voluntad libre, ni el otro puede pensar lo que quieres que piense, lo unico que puedes hacer es observar atentamente  a una persona, generalmente se puede decir luego con exactitud lo que piensa o siente y, por consiguiente, tambien se puede predecir lo que va a hacer inmediatamente después, es muy sencillo, lo que pasa es que la gente no lo sabe y por eso no se percata de ello.

Lo miré con asombro, lo cual solia hacer cada vez que me daba sus estructuradas respuestas, era una de las cosas que admiraba de él, su manera de hablar, su forma de expresar sus ideas, fijas, claras. Sin darme cuenta solo me quede observándolo, su perfil era perfecto, su cabello caía sobre su frente dandole ese toque adolescente pero adulto a la vez, el al sentir mi mirada volteó, pero yo no me aparté, sus ojos se encontraron con los mios y sentí como una descarga electríca recorría mi espalda, una sensacion de pánico y fascinación me inavadieron al sentir que podía ver su alma, al verdadero YoonGi. Min me seguía el juego, me pregunto que cosas habrá descubierto, en sus ojos habia un brillo especial pero su cara seguia tan serena como siempre ¿QUE NUNCA LOGRARE PERTURBARLO AUNQUE SEA SÓLO UNA VEZ? Mi mirada pasó a sus labios y por inercia lamí los mios, acercandome poco a poco hacia él, sintiendo como se tensaba pero trató de disimularlo.

--¿ Recuerdas... lo que acabas de mencionar sobre observar atentamente a las personas? --pregunté casi en un susurro, acortando la distancia -- dime... ¿Qué es lo que viste? -- su aroma me embriagó a causa de la cercania, logrando que se estremeciera a lo que sonreí, la esperanza de que me correspondiera crecía, en ese momento ya nada me importaba, mis padres, la sociedad, nada, por YoonGi era capáz de romper todas las reglas necesarias para estar con él.

-- Tú... es decir yo...creo que mejor...-- No lo deje terminar cuando invadí sus delgados y dulces labios, por que no pude esperar, mis impulsos fueron más grandes, tomandolo de una mejilla para evitar que se alejara, lo cual no hizo, lo que me sorprendió aún más, tratando de guardar cada detalle de este momento me separe de ell, completamente rojo, fuí un bruto, el solo me miraba sin expresión alguna, contrario a mi, estaba más palido de lo normal, eso me alteró un poco, no queria que me rechazara como tantas veces lo predije.

--Y-yo... lo siento... n-no quise hacerlo..yo..-- no encontraba las palabras adecuadas para disculparme.

--pero lo hiciste... -- siguió sin escucharme, su mirada ya no se encontraba sobre mi, estaba perdida en algun punto. No, no, no... estaba molesto, lo sabia-- Sera mejor que me vaya-- se levantó de la banca, no podia irse, debia escucharme -- Se que quires disculparte, pero no lo hagas -- eso me sorprendió a lo que arrugué el ceño confundido -- Solo... deja las cosas fluir... ¿vale? estoy molesto, claro que lo estoy... pero no puedo recriminarte por algo que no decidiste sentir -- puso una mano en mi hombro el cual apretó confortablemente-- te veré despues -- dicho esto se fue de ahi,  tomando mis cabellos con una mano los heche hacia atras frustrado, recargandome en el respaldo de la banca, lo había arruinado, suspirando, me quedé toda la tarde en ese parque, pensando en como lo miraría ahora y si las cosas cambiarian despues de esto.