Capítulo 1

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Halloween, fiesta, fecha, celebración, era de todo menos el tema principal de los pensamientos de cierto castaño que centrado en su tarea de organizar, firmar, certificar, ordenar y bla, bla, bla, bla... papeleo. Tsunayoshi Sawada actual décimo Vongola que cruzaba sus hermosos 24 años, bien vividos y eso incluía a su amplia familia que lo ayudaba en todo... hasta en darle más papeleo porque se pasaban del límite en las misiones. Estaba concentrado en cómo lidiar con Varia para que se enfrentaran a la tediosa tarea de hacerse análisis médicos, incluyendo psicológicos, rutinarios y anuales solo para verificar su buen estado. Obviamente nunca colaborarían de buena manera, pero era necesario hacer ese proceso porque era un requisito planteado por no sé cuál heredero, de épocas anteriores, a puesto de capo mafioso en esa familia complicada y llena de secretos... Sea como fuere, el castaño no estaba prestando atención a su alrededor



-no quiero seguir – se quejó exactamente a las dos de la tarde de un hermoso día soleado. Soltó un suspiro mientras dejaba los papeles, los alejaba de su vista... aunque poco podía hacer puesto tenía dos pilas muy cerca – estoy cansado – se quejó una vez más mientras se aflojaba la corbata de ese intacto traje que usaba como requisito y posaba su mejilla en la madera de ese finísimo mueble que era su escritorio

-Juudaime, tengo los informes listos, solo falta que los... – la furiosa tormenta hacía su aparición, con aquel semblante serio, firme, indiscutiblemente atractivo a esa edad – Juudaime, no se duerma encima del escritorio – cambió esa seriedad por una suave sonrisa mientras dejaba las carpetas correspondientes en un espacio que encontró

-Hayato... ya no quiero hacer más papeleo – se quejó de forma infantil, haciendo un leve puchero. En estos años maduró, era verdad pero eso no quería decir que su actitud infantil no lo acosara de vez en cuando

-entonces tómese un descanso, los preparativos están listos para mañana, podemos decir que se merece un tiempo para prepararse – con dulzura se acercó al castaño y acarició esos cabellos rebeldes

-¿preparativos? – levantó su mirada y sus ojos chocolates se toparon con los verdes – no recuerdo que... ¿preparativos para qué?

-acaso no lo recuerdas, dame-Tsuna – una voz gruesa, firme, sádica y claro... conocida a la perfección, retumbó desde la puerta – tú mismo aceptaste la oferta de dame-Dino

-oferta, oferta – el castaño volvió a recostarse en el escritorio haciendo memoria, sin fijarse que la mirada oscura de Reborn amenazaba a Hayato para que se alejara, pero el ojiesmeralda se negaba y seguía en su sitio... junto a Tsuna – ya lo recordé... aquella fiesta – suspiró levantándose con pesadez mostrando su figura más... más adulta pero no por ello dejaba de ser, o al menos parecer, frágil como en sus tiempos mozos donde su mayor preocupación era llegar tarde a clases y ser mordido hasta la muerte – Dino dijo que sería una oportunidad de festejar con la familia y aliados – repitió lo que dijo su autoproclamado hermano mayor y suspiró. A paso calmo se alejó de su escritorio, de Hayato y se acercó a Reborn. Su silueta se movía con gracia, sus cabellos danzaban al compás de cada paso, su mirada brillaba, su piel destellaba pureza pues nadie lo había manchado hasta ahora, parecía tan... angelical que... – Reborn... ¿qué tanto me miras? – ladeó su rostro un poco, e hizo una leve mueca de curiosidad mientras observaba a su tutor... que por alguna razón nunca dejó de ser su tutor a pesar de que ya era el jefe mafioso de Vongola

-pareces un mocoso protestando porque no quiere ir a clases – le dijo de inmediato, mirándolo con serenidad y acomodando su fedora pues el ceño fruncido de Tsuna le daba gracia... además que esos labios apretados con fuerza le daban curiosidad

-Reborn... podrías intentar al menos dejar de lado los insultos, soy tu jefe ahora – aunque claro, el otro lo ignoró y Tsuna suspiró. Sin más salió de la oficina, pasando a lado de Reborn, sin sentir miedo de aquel hombre que ahora se veía adulto, pues Verde hizo no sé qué y ahora los arcobalenos parecían tener alrededor de la edad de la décima generación, entre los 24 y 25 años

-¿a dónde va, Juudaime? – se apresuró a interrogar, saliendo detrás de Tsuna e ignorando la advertencia silente del hitman para que se alejara del cielo

-Dino dijo Halloween y para eso hay que escoger disfraz – sonrió al estar fuera de esas cuatro paredes – tomaré un descanso mientras lo busco – para el cielo era la excusa perfecta de liberarse del trabajo

-no hace falta – Reborn detuvo el caminar del castaño que se resignó a lo que venía – tu disfraz está escogido y será puesto en tu habitación en la noche

-pero se supone que debo escogerlo y medírmelo

-lo mandó Dino como un obsequio – habló... pero era mentira. Ese disfraz fue escogido en una votación secreta en la que participaron todos los guardianes y como extra se incluyó el hitman, porque tenían un objetivo en común, solo por esa ocasión todos estuvieron de acuerdo – así que aprécialo y te lo pondrás, es justo de tu talla

-¿cómo lo sabes? – miró a Reborn, el otro solo lo ignoró y se fue

-porque me preguntó detalles – Hayato sonrió al ver la resignación de su jefe a volver al trabajo – obviamente yo se ese tipo de especificaciones acerca de usted

-gracias – suspiró Tsuna – pero de todos modos iré a la cocina por algo de comer



Y así el décimo capo se escapó del papeleo por una hora entera. Se fue a la cocina a platicar con las empleadas, con las chicas que se encontró por allí, con I-pin, con Fuuta con todos los huéspedes de esa enorme mansión, porque quería aplazar su tediosa labor lo más que pudiera. Lo que ignoraba y seguiría ignorando el castaño, era la maquiavélica treta que diferentes miembros de esa mansión armaban para ponerla en práctica el día de la dichosa fiesta, porque... todos tenían la misma misión. Ganarse a Tsuna y reclamarlo como suyo. Esto solo significaba una cosa y eso era... guerra. Aunque claro, solo habría un ganador pues todos era lo suficientemente egoístas como para nunca aceptar una relación múltiple o como sea que se llamase a eso

Ingenuo Tsuna, nunca se dio cuenta de las intenciones de los que a su alrededor vivían. Para el castaño todos ellos eran sus amigos, su familia, las personas en las que podía confiar y a las que debía parar de vez en cuando porque empezaban peleas sin sentido... más o menos.



Continuará... 

Notas finales:

Bueno, como pudieron notar esta historia era para la fecha de halloween... obviamente lo olvidé y a pesar de que es muy tarde... pero muuuuuuy tarde, pues decidí publicarlo o jamás verá la luz 

La explicación es simple, si se dieron cuenta es un All x Tsuna... bueno eso en un principio, porque terminará solamente en una pareja

La historia es pequeñita, está terminada y si... no se sabrá quien gana el amor del décimo hasta el final. Así que viene la pregunta.... ¿quién enamorará a Tsuna? 

¡Que empiecen los votos! jajajaja

Quiero ver cual es su pareja favorita, me gusta interactuar con mis lectores y pues quién se arriesgue a leer esta pequeñita locura, bienvenido sea y déjeme su comentario incluyendo su favorito para ser el poseedor del corazón de nuestro siempre amado Tsunayoshi alias conejito :v 

Nos veremos~

Besitos~

Mi disfrazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora