32. has lo que te de la gana...

43 3 0
                                    

Capitulo 32.

El imbécil de ojos negros.

..............

Max.

Ha pasado exactamente una semana desde el entierro. Todos siguen diciendome que lo lamentan pero en realidad quisiera que dejaran de hablarme de aquel tema de una vez por todas. Adam ha estado practicamente pegado a mi estos días, parece una parte mas de mi cuerpo.

Por otro lado Lars, no he deseado hablar con él, no quiero que lo lastimen o hasta lo maten por mi culpa. Ha ido a casa con el pretexto de ver a Ian para pasar por mi habitación con la intención de hablar pero siempre mantengo mi puerta con seguro. Lo evitó en la escuela y no respondo al celular, es mejor que se decepcione de mi a que le ocurra algo. Creo que asi sera mejor. Por que si le digo la verdad es seguro que no se hara a un lado

Salgo del salon de ciencias directo hacia el estacionamiento en donde está mi motocicleta, Adam tenia planes asi que se fue al salir. Buscó las llaves y la enciendo, me coloco el casco pero siento unas manos en mi cintura que me detienen y me jalan hacia atras chocando con un cuerpo. Lista para gritar y golpear a quien sea que esta detras doy la vuelta pero es Lars

-¿por que has estado evitandome?- me pregunta molesto mirandome directamente a los ojos a lo cual desvié la mirada mientras me quitaba el casco

-no te estoy evitando- digo aun sin mirarlo, intento soltarme pero me tiene mas fuerte

-en clases te sientas practicamente en el otro extremo, voy a tu casa y cierras tu puerta, todo el tiempo estas huyendo de mi y necesito saber el por que- dijo reclamandome y sacudiendome un poco, tome fuerzas y me safé de su agarre

-no quiero nada que se relacione a ti, no quiero que me busques, no quiero que me hables, no te quiero cerca Lars!- dije lo último alzando mas la voz a lo que él frunció mas su ceño. Era lo correcto alejarlo ahora, ya habia dejado que se acerque demasiado y si lo hacia aun mas seria peligroso.

-no seas tonta Max, dame una explicación lógica y quizas lo entienda-

No habia explicación mas lógica que su vida corre riesgos pero obviamente si le decia aquello no haria caso y seguiria ahi. Estupido Lars.

Me observó por unos segundos esperando una respuesta pero nada venia a mi mente, que le dirira que fuera tan creible como para alejarlo de mi aunque tampoco es lo que quiero. Mierda no se que es lo que quiero.

-lo ves no hay una razón- dijo acercandome a él y obligandome a verlo -por que no solo puedes decir que te gusto, tan complicado es- dijo harto y a la vez rogando con su mirada

-el problema es que no me gustas- dije mirando hacia el suelo

Al escucharme soltó una pequeña risita -al menos ten el valor de decirmelo viendome a los ojos, si es asi te dejare en paz- dijo haciendome pelear internamente, no quiero hacerlo.

Subí mi mirada hasta encontrarme con ese par de ojos oscuros que juro que me doblegaban, habia una lucha de pensamientos ahora mismo en mi cabeza.

-¡Lars solo dejame en paz!- me sacudí safandome y colocandome el casco como si fuera flash, encendí la moto y salí de ahi. Vi por el retrovisor que él solo se quedo parado mirando hacia mi, mi corazón latia muy rápido no tuve el valor de decirle que no me gustaba por que eso seria mentir.
.
.
.
Han pasado tres dias y ni rastro de Lars por mi casa, no lo veo en clases por que decide no ingresar a las que compartimos. Si continúa asi su beca se ira por el caño y eso no es permitible. Pero tampoco quiero hablarle.

Todos los dias son iguales, llego a mi casa me acuesto en mi cama, coloco música y me duermo, este no será la ecepción.

Debo admitir que me hace falta.

El Imbécil De Ojos NegrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora