Trager comienza a tener ideas extrañas después de un encuentro con Gluskin...
Podrá encontrar lo que el desea...
o caerá presa de la total locura de Mount Massive.
Imposible de procesar a pesar de sus grandes dotes para retener compleja información...
Pero desde que hablo con Gluskin la idea no había podido salir de su cabeza.
El "novio" siempre hablaba de encontrar a su "alma gemela"...
Alguien con quien compartir sus míseros días en el infierno de Mount Massive.
Toda esa mierda le parecía absurda...
Quien en su sano juicio querría estar con un mutilador psicópata, que gustaba de quitarle el pene a otros hombres con tal de "convertirlos" en mujeres...
Además de que al parecer Gluskin no tenía ni la más mínima idea de biología dentro de sus pocos recuerdos coherentes.
Ya que cualquiera con un poquito de cerebro sabría que para tener un bebé se necesitaba de una vagina, entre otras cosas...
Pero aun así encontró a alguien tan "enfermo" como el...
Waylon Park, un joven ingeniero ex trabajador de Murkoff que había terminado tan jodido como Eddie Gluskin.
El patético rubio después de haber estado horas escapando del novio, se rindió ante Gluskin después de una fuerte caída por una ventana...
Seguramente ese era el principal motivo de su cambio.
Pero que importaba si ambos eran "felices".
Incluso Eddie le pidió en persona realizara él la operación...
Cosa rara en el novio...
Pero que para alguien como Trager no tenía gran importancia...
O eso pensaba...
Hasta que no pudo sacar la imagen del "novio y la novia", besándose después de reencontrarse tras la operación...
Aquella simple imagen le hizo sentir algo que jamás espero....
Soledad...
Estaba tan inmerso en sus estudios e investigaciones, que no imagino que añoraría la compañía de otro ser...
Desde que ese par abandono su "consultorio".
El comenzó su búsqueda...
Debía haber aun alguien en esta maldita pocilga, alguien con al menos un poco de cerebro con quien el pudiera pasar las largas e interminables horas en que no trabajaba...
Pero pro más que estudiaba a cada "alma" del lugar, nadie le parecía tan a su nivel...
Si bien hubiera preferido a una mujer...
El hecho de no tener más que hombres a su alcance, le hizo renunciar a la idea y resignarse a que su compañero tendría que ser un hombre...
Y si bien ya se había resignado...
Al menos tendría que ser un espécimen decente...
Pero pasando los días no había nadie que llamara su atención, y los pocos que lograba capturar lo exasperaban al poco rato y terminaba atravesándolos con alguno de sus utensilios quirúrgicos...
Por lo cual pensaba en rendirse...
Hasta que escucho de él...
Un joven moreno que había llegado al asilo...
El "protegido" del dichoso Padre Martin...
Un idiota reportero que atraído por una supuesta carta, había llegado al asilo en busca de la "verdad"...
Y aun así Richard no había podido evitar fijarse en el...
Su piel tan hermosa, su estructura era anatómicamente perfecta...
Esos ojos marrones oscuros...
Y esa mirada desafiante....
Esa forma tan infantil de pensar, que lo llevaba a arriesgar su vida solo por un absurdo video...
Pero era justo eso lo que le llamaba tanto la atención...
Su determinación por lograr su trabajo...
En su mente, era algo que ambos tenían en común...
Y que tal vez con un poco de "persuasión" podrían lograr estar juntos...
Fue con esa idea maestra en juego, que mando llamar a los "gemelos", un par de brutos idiotas que rondaban el asilo, bajo las órdenes de Martin.
Pero que por un buen pago harían lo que fuera...
Y la verdad no le fue complicado conseguir su precio...
Por lo cual en cuestión de horas, tuvo su preciado premio entre sus manos...
Un golpeado e inconsciente reportero, servido en bandeja de plata para el...
Con suma facilidad lo cargo hasta una silla de ruedas y lo guio hasta su propia habitación.
Lejos de todo el ruido, la sangre y cualquier mirada curiosa que pudiera interrumpir su encuentro.
Despojándole de todas sus pertenencias, Trager encontró una cartera con la información relevante del reportero.
Miles Upshur...
Susurro...
Saboreando con gran deleite el nombre entre sus labios...
Sintiéndose extasiado por la sublime sensación de haber ganado...
Aunque claro aún no ganaba...
No del todo...
Estaba consiente que a través de los años su apariencia había desmejorado mucho...
Su cadavérica apariencia podría no ser atractiva para tan suculenta presa...
Además de que su humilde morada, llena de pobres desdichados enfermos...
Muchos heridos, mutilados o simples causas perdidas...
Todos experimentos suyos...
Sin más propósito que ser conejillos para sus pruebas.
Claro que este nuevo integrante para su colección sería diferente...
Tenía un propósito distinto.
Uno más placentero y desconocido...
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