Capítulo 10

4 2 0
                                    

Un mes ha pasado ya desde ese día. No paro de pensar en lo que pasó. Desde ese día mi vida no se siente igual. Apenas hablo con nadie, no me entero de nada en clases, e incluso el otro día dejé un examen en blanco. Me está afectando demasiado. Solo tengo ese maldito día metido en la cabeza dando vueltas sin sentido.
Mis padres quieren llevarme a un estúpido psicólogo porque apenas como, no tengo apetito alguno, y casi nunca les contesto a nada. Es como si me hubiese desmoronado por dentro, como si hubiese revuelto cada sentimiento que tenía y ahora están todos desencajados, fuera de lugar.

Decidí porfin levantarme de la cama y prepararme para volver al dichoso instituto.

-Vamonos Claudia. -dije sin ganas.
-Chris... ¿Estás bien?

Mi hermana desde ese día me hace todos los días la misma pregunta, jamás le respondía, no tenía fuerza alguna para responder a eso. Claro que no estoy bien, se nota en mi cara, y en mis pocas palabras.

Abrí la puerta y empecé a caminar.

Últimamente Claudia iba todo el camino mirando hacia atrás, mirándome fijamente a los ojos, esperando alguna respuesta lógica a mi problema. Pero ella es demasiado pequeña para que entienda lo ocurrido,  no tengo la valentía de decirle que su nueva amiga nunca fue su amiga, y que nunca lo será. Si le dijese eso, ella también se sentiría mal, y yo me sentiría aún peor de lo que ya me siento. Aunque a veces me cuestiono si realmente siento algo.

-Hasta luego. - dijo Claudia con cara de pena mientras entraba al colegio.

Me rompe el alma verla así, no quiero que esté mal por que yo lo estoy. Me gustaría explicarle la situación, pero ni yo sé que ha pasado realmente. Todo ha sido un cumulo de ira, ni si quiera le di tiempo a Ivy para explicarse, aunque ya estaba todo dicho en esas fotos.

(***)

Llegué al instituto, y todo este mes la gente me ha estado mirando raro, como si mi tristeza les incitara a mirarme, o quizás solo me estoy volviendo paranoico.

-Chris tio, ¿estás mejor? -me preguntó Anthony con esperanzas de que le diera una nueva respuesta, o al menos alguna que no sea un largo silencio.

Solo suspiré, esa fue mi respuesta, un suspiro, un último aliento.

-No puedes estar así por una chica, en el insti hay muchas que se fijan en ti.
-Si, claro... No lo entiendes Anthony, era ella, era distinta, o eso creía yo hace un mes.

No obtuve respuesta, era lógico, cuando se lo conté quedó impactado, no sabía de que manera consolarme. Casi todos los días venía a mi casa a intentar animarme, incluso quería presentarme a otras chicas.

Pero estoy enganchado a ella, no se que tiene, o que es lo que tenía, pero yo la quería a ella. No quería fijarme en nadie más. Pero todo se fue a la mierda.

Nos dirigimos a clase, y como no, estuve las seis horas pensando lo único en lo que puedo pensar.

Aunque esta vez algo cambió. No se como, a mi cabeza vino la idea de ir a hablar en persona con ella. Coger un bus, y hablar todo lo que tengamos que hablar como personas civilizadas.

(***)

Cuando acabaron las clases le comenté a Antony el plan.

-¿Estás loco? ¿Qué le vas a decir a tus padres?
-Les diré que me quedo en tu casa, y el Sábado por la mañana nos vamos los dos a buscarla. Necesito hablar con ella seriamente.
-Podemos confirmar que se te ha ido la pinza.
-Te pago yo el bus, pero acompáñame tio, no me dejes tirado en esto. -supliqué.
-Está bien... Pero después no quiero que estás con esa cara de amargado.
-Gracias tio, eres el mejor. -le abracé y me dirigí a casa para preparar mis cosas.

(***)

Hablé con mi madre sobre que "me iba a quedar en casa de Anthony este finde" y le pareció correcto.

Cogí la maleta del desván y metí toda la ropa necesaria.

-¿No llevas demasiadas cosas hijo? -dijo mi madre.
-Es solo para este finde, no llevo tantas cosas.
-Como veas cariño.

Una vez preparada la maleta y el dinero en el bolsillo, llamé a Anthony.

-¿Has alquilado ya alguna habitación? -le pregunté.
-Sí, está todo listo para mañana.
-¡Genial!

Jamás pensé que haría algo así, pero algo dentro de mí me decía que debía hacerlo, y que si no lo hacía ya no lo haría nunca.

(***)

Llegó la noche, y no podía dormir pensando en que mañana iba a coger un autobus durante 10 horas para verla.

☆Más Allá De La Carretera☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora