0 1

47 2 0
                                    

tyler tiene 17 años y josh 20

Eran las 3:00 de la mañana, hacía tiempo que Tyler tenía insomnio. Hay veces en las que Tyler no puede dormir, por sus problemas y por alguien en especial. Joshua William Dun. El chico con el que compartía instituto y que es su vecino. El castaño no sabía cómo decirle hola, solo lo miraba y se quedaba embobado.

Siempre había soñado con él, con contarle cosas, pero no podía, su vergüenza le invadía todo el cuerpo. Se había propuesto una cosa en su semana, conocerle.

Tyler tiene un hermano, Zack, sus padres no apoyan a la gente homosexual, se piensan que son gente inhumana o algo por el estilo.

9:00 am. sábado.

Era muy temprano, pero no tenía sueño, a sí que decidió irse a dar un paseo, y a comprar algo.

—Ahora vengo Zack.— Dijo Tyler abriendo la puerta.
—Vale.— Soltó Zack.

Iba caminando por la acera, día frío, sin sol, como a él le gustaba.

Entró en el supermercado, estaba caminando lentamente, escuchando a la gente hablar y sus pasos. Alzó la mirada y se encontró con él, con Josh.

Se sonrojó al encontrárselo en un sitio como este, aunque sean del mismo barrio.

No dejó de mirarle, embobado en él.

Se tropezó haciendo un gran ruido.

—Ay.— Se quejó el castaño.
—¿Estás bien?— Le miró un chico con el cabello teñido de color rosa pastel, mientras alzaba la ceja.
—S-Sí.— Afirmó Tyler.

Josh tendió la mano a Tyler para que le ayudara a levantarse. Este aceptó.

—Gracias.— Sonrió.
—No hay de qué.— Suspiró.—¿Cómo te llamas castaño?
—Tyler, ¿y tú?

Tyler ya sabía su nombre, pero quería actuar como si se acabasen de conocer.

—Yo soy Josh.—Sonrió achinando sus ojos.

Tyler se puso rojo. A Josh le pareció bonito.

—¿Tienes algo que hacer?—Preguntó Josh.
—No, la verdad es que no.
—Bien, vámonos de aquí.

Josh cogió la mano de Tyler y salió corriendo. Cogió un par de cervezas y salió del supermercado sin pagarlas.

—¡¡¡JOSH NO VUELVAS A ENTRAS LADRÓN!!!— Gritó el cajero.

Josh se giró y le sacó la lengua. Tyler seguía corriendo detrás de Josh, hasta que llegaron a una pequeña casa que estaba muy cerca de la suya.

—¿Entras o te quedas fuera?— Preguntó el teñido mientras sonreía de un lado.— No te quedarás fuera, ¿verdad?

Tyler se quedó parado sin decir nada, rojo al más no poder.

—¿Taylor?—Preguntó Josh.
—Es Tyler...—Suspiró.—Sí, supongo que entraré.
—Bien.—Volvió a sonreír.

Entraron en la casa, no había nadie, ni sus padres ni nada.

—¿Vives aquí?—Preguntó el castaño.
—No, si te parece entro porque me da la gana, chss...— Dijo el pelirosa.

Tyler rodó sus ojos, no se esperaba que fuese a sí.

—¿Y bien?—Miró a Tyler a los ojos.—Me suena tu cara, ¿quién eres? O de qué te conozco.
—Ibas al mismo instituto que yo...—Tosió.—Pero no notaste mi presencia.

Se empezó a reír.

—¿Cuántos años tienes Taylor?
—Es Tyler, y tengo 17 años.
—Que niño más pequeño... y bonito.—Agarró las mejillas de Tyler.—Te has puesto rojo varias veces, ¿te gusto?

Sonrió otra vez de lado, haciendo que Tyler se sonrojase más de lo que ya estaba.

—Seguro que tú eres de mi edad.—Se cruzó de brazos.—No, no me gustas.

Mintió.
Josh comenzó a reírse.

—Tengo 20 años Tyler.—Cogió una cerveza.—¿Quieres?
—No, gracias, no bebo.—Hizo una pausa.—¿Has dicho Tyler? Vaya, la primera vez.
—Deberías, no veas cómo sabe esto, te encantaría.—Estás colado por mi pequeño, lo sé.
—¿Acaso eres gay?—Preguntó Tyler mirándolo extrañado.

Josh abrió la boca para hablar, pero la cerró.

—Buena pregunta Taylor. Sí, soy gay, pero también me gustan las chicas, soy bisexual.
—Joshua, me llamo Tyler...—Suspiró.—¿¡Tan difícil es de aprender?!
—Ya me lo he aprendido hace tiempo, me gusta rabiar a la gente.

Bebió más cerveza.

—Oye Tyler, y tú, ¿eres gay?
—No lo sé.
—Vamos Tyler, ¿cómo no lo puedes saber?
—Mis padres me dicen que estar con un chico es malo...
—¿Y eso te importa?
—No mucho la verdad. Pero no sé qué pensar.

Josh comenzó a reírse otra vez.

—Bien, porque estás con un desconocido, mayor de edad, ladrón, y que está apunto de besarte para que veas cuál es tu sexualidad.
—Espera... ¿qué?

Josh se levantó del sofá y se acercó a Tyler, agarró su mentón y lo levantó, ya que Josh era más alto que Tyler, junto sus labios haciendo movimientos lentos, que hacían que Tyler se volviese loco.
Se separaron por la falta de aire, y Josh habló.

—¿Y bien?—Se sentó en el sofá.—¿Eres gay?

Tyler estaba con la boca abierta, no sabía que había pasado, el chico que le gusta le acaba de besar, una locura.

—¿Estás borracho?
—Un poco, pero soy consciente de lo que acabo de hacer.—Sonrió.
—Estás loco Josh.—Suspiró.
—Admite que te ha gustado pequeño.—Habló Josh.

Tyler desvió la mirada de Josh, y se puso más rojo.

—Lo sabía.— Sonrió el pelirosa.

Se volvió a acercar a Tyler y repitió lo mismo que había hecho hace algunos minutos.
Lo volvió a besar.

—Tienes suerte de haberte besado con Josh Dun.—Afirmó el teñido.
—¿Cuántos más lo han hecho?— Sonrió el castaño.
—Vaya, si que tienes sentido común.—Sonrió achinado sus ojos.— Me gustas Taylor.
—Madre mía Josh, que es Tyler.
—Ya lo sé graciosillo.—Se cruzó de brazos.—Me indigno.

Tyler se empezó a reír, el cual Josh continuó riéndose.

—Mañana a las 11:00 de la mañana en mi casa.—Bebió cerveza.—Aunque no sepa dónde vivas, te encontraré si no estás.
—¿Qué? Si no nos conocemos.
—Lo suficiente para saber que puedo confiar en ti.—Le dio un beso a la frente a Tyler.—Adiós pequeño Tyler.

Tyler salió de la casa de Josh y se fue corriendo a la suya, lo más contento que pudo.
No se creía lo que acababa de pasar.

El mejor día de Tyler desde hace años.

pølarizeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora