Un Maniático Del Control.

Capítulo 11

Mi mente le da vueltas a todos los asuntos que encuentra. Pero el que más me tiene preocupado, es: 'la amenaza de la vieja'.
Exacto, ya hasta le he puesto un nombre.
Si esa mujer dijo, que me aleje de Itachi, significa dos cosas:
* No firmar otro puto contrato.
* Ocuparme por asuntos de mi vida.
Y la primera viñeta, me llama demasiado la atención.
Froto la sien con los dedos, y me siento en el bordo del sofá. De repente el teléfono comienza a sonar.

- ¿Hola?. - Contesto.

- ¡Sasuke, por fin contestas!.- Oh no, es Sai.

- Sai..nunca recibí una llamada tuya, ¿a qué te refieres con eso?

- Mentira.- Dice burlón, pero su tono se vuelve serio. - Te llamé más de cincuenta veces después de lo que sucedió..en el bar.

- Sai, no vayas a..

- No pienso recordarlo. - Su voz suena arrepentida. - Sólo quiero pedir disculpas. Sé que tú y yo..no podemos ser más que amigos. Sé que ya tienes una relación con alguien más.

- Espera, Sai. ¿Qué estás diciendo?

- Sasuke, es obvio ¿no?, tienes una relación con ese hombre.

- Eso no..es verdad. - Se forma un nudo en mi garganta. - ¿Sólo me llamas para eso?

- Si, perdóname por comportarme como un idiota.

- Ya Sai, sólo fue un efecto del alcohol.

- ¿Pasaste la noche con ese imbécil?. - Sai ignora completamente el tema.

- ¿Y eso a ti qué te importa?

- ¿Es por su dinero? ¿Sus casas? ¿Sus industrias?

- ¡Sai, cállate!

- Lo siento.

- Ésta llamada ya no tiene sentido, voy a colgar. - Cuelgo la línea, y de pronto Neji sale de su habitación.

- ¡Hey! ¡Llegas echando gritos! ¿qué sucede?

- Sai me llamó, y..me sacó de mis casillas, es todo.

- ¿En qué momento llegaste?

- Hace unos diez minutos.

- Me alegra que hayas vuelto sano y salvo. Ese Itachi no me da buena espina, tiene algo que..realmente me aterra.

Acertado, estás en lo correcto hermano.
Sonrío para tranquilizarlo, aunque pienso ¿cómo lo sabe?

- Iré a tomar una siesta.

Digo sonriendo, y voy con paso desganado hasta mi habitación. Los esfuerzos sexuales que hice anteriormente, y los pensamientos forzosos me han dejado agotado.
Desahago la cama, y me echo encima de las sábanas. Sin más rodeos, me quedo dormido.

A la mañana siguiente, Neji me despierta dándome golpes en las mejillas. Abro los ojos con pereza, y quito la saliva de mi boca con el brazo.

- Hey, llevo llamándote desde hace quince minutos, pensé que te habías muerto. - Me dice mientras me levanto.

- ¿Para qué me llamas con tanta prisa?

- Hay un hombre esperándote en la puerta, trae una caja consigo y me pidió tu firma, el paquete es para ti.

- ¿Qué?

Neji me jala del brazo, obligándome a caminar hacia la puerta.
Salgo con pasos lentos, en la puerta hay un hombre trajeado con una enorme caja en sus manos.

- Hola. - Murmuro.

- ¿El señor Hyuga?. - Me dice, e inmediatamente sé de quién viene la caja.