Capitulo 14

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Los días pasaron y el collarín me quitaron, al fin sabría que se siente ir al gimnasio, en parte la idea me emocionaba pero por otro lado me sentía nerviosa.

Nunca había ido a ninguno en mi vida, no se que se hace, pero siempre hay una primera vez y después aprendemos de las cosas.

El día de ayer había ido a una tienda donde venden ropa deportiva y me compre un conjunto de ropa y unos tenis, y me sentí mas decidida a hacer ejercicio cuando vi anuncios de chicas con los cuerpos marcados, delgadas y sacadas de una revista.

¿Quien no quisiera estar así? Claramente todas, pero muchas no mueven ni un dedo para conseguirlo, y yo, bueno, hoy sera mi primer día de mi nueva vida ¿Fitness?

Realmente no se como llamarla, pero se que si me esfuerzo lograre tener un gran cuerpo, y me vengare de Alison.

Adiós gorda y hola venganza.

Si, esa sera mi frase de motivación cada día.

(...)

Me encontraba en la puerta de entrada del gimnasio, y solo de verlo quería irme corriendo de la vergüenza, había tanta gente delgada y musculosa, me sentía una maldita ballena en un mundo de peces.

Pero no me iré para atrás así de fácil, se que lo lograre.

Me arme de valor, y entre al lugar, lo primero que vi fueron muchas caminadoras, bicicletas, escaladoras, y un montón de artefactos que no se ni como se llaman.

Volteaba a todas partes para encontrar a alguien que me ayudara, pero todos estaban centrados en sus ejercicios.

¿Ahora que hago?

Me gire a mi derecha y me encontré unos ojos aceitunados observándome.

—Hola ¿Eres nueva?—me pregunta una melodiosa voz de un chico

—Si, si, lo soy—le conteste nerviosa

—Ok ¿Tienes algo que guardar?

—Creo que no

—Si es así ¿Me puedes decir exactamente lo que quieres lograr al venir a nuestro gimnasio?

Maldito chico de ojos lindos, eso no se pregunta.

—Quiero bajar de peso—le conteste cortante

—¿Cuantos exactamente?

Debo admitir que ese chico es muy guapo, pero es un maldito chismoso, de igual manera es un chico mas en el mundo, todos son iguales, de seguro se esta burlando de mi en sus adentros.

—La verdad no se, pero mientras este bajando un kilo por semana con eso me conformo

—Muy bien ¿Vas a pagar el día, la semana o el mes?

—El mes—conteste orgullosa

—Son $330 pesos—me comento el chico de ojos lindos

—¿Eres el dueño o algo así?—le pregunte al chico y este frunció el ceño confundido

—¿Porque me preguntas?

—¿Como se que te haces pasar por un empleado y solo te robas mi dinero?

El chico solo negó con la cabeza y comenzó a reírse tiernamente.

—Mi papá es el dueño de este gimnasio, y el me dejo como uno de los entrenadores personales, y aparte yo les cobro a todas las personas que vienen aquí—me comento el chico mientras me guiñaba el ojo

—Ahora se que no me vas a robar el dinero y eres entrenador personal de mucha gente—le conteste con una sonrisa nerviosa

—Y también el tuyo—me comento con una sonrisa

Bullying (Jos Canela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora