¿¡El Líder De Vongola Es Una Chica!?

Capítulo IV: Nami-chu

La castaña corría por las calles de Namimori mientras se agradecía mentalmente por haberse puesto el uniforme masculino de su escuela, era más fácil y cómodo ir así, además de que correr le era menos costoso, quizá por eso era que le gustaba tanto poder usar ese uniforme.

Cuando estuvo frente a las puertas de su institución entendió porque el vicepresidente del Comité Disciplinario le había pedido que fuese puntual ese día y mentalmente agradeció el haberle hecho caso, pues frente a la entrada se encontraba el demonio de Namimori.

Si bien Tsuna no había tenido problemas directos con él, si había sido amenazada de "Ser mordida hasta la muerte" varias veces debido a los problemas que causaba debido a su torpeza o debido a que Mochida y otros chicos no dejaba de acosarla desde el incidente de un par de años atrás.

Cuando pasó al lado de el azabache solo asintió en modo de saludo, no quería tener problemas con él ni con nadie ese día, sin embargo su deseo no duró mucho cuando el director la vio con el uniforme masculino, sabía que iba a ser regañada y no podía hacer nada contra eso

Sin embargo, como si el chico hubiese sido llamado por su desesperación, Kusakabe apareció llamando la atención de el adulto, distrayendolo para que así la menor pudiera pasar rápido al lado de ambos sin que el mayor se diese cuenta. La menor simplemente le agradeció con la mirada al vicepresidente antes de huir del lugar.

Una vez estuvo en su clase dejó salir un suspiro de total calma, por ahora el día no iba tan mal.

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Kusakabe estaba dando una pequeña ronda fuera de la sala del comité cuando observó con algo de diversión muy bien disimulada a su jefe, el cual veía de reojo a la castaña que iba entrando a la secundaria con vestimenta masculina como casi siempre.

El chico sabía que su jefe, compañero y amigo sentía algo por la pequeña muchacha, ya sea curiosidad o algo más profundo y estaba seguro que los demás en el consejo y quizá en toda la escuela también lo suponían aunque fuese en pequeña cantidad.

Después de todo el demonio de Nami-chu no hubiera ayudado a una chica en el incidente que pasó Tsuna si no estuviera interesado aunque fuese un poco, pues su jefe no se preocupaba por los herbívoros de una manera tan cercana como lo había hecho con la castaña ese día, una manera que hacia suponer se conocían desde mucho tiempo atrás.

Además, todos habían podido sentir la sed de sangre que el azabache había tenido contra los bastardos que le habían hecho pasar aquel suceso a la mas joven, y aunque su jefe había dicho que era por los disturbios se notaba que era por algo completamente diferente.

Pero claro que el no diría nada, prefería ver cómo la relación entre ellos se desarrollaba, aunque claro que si era necesario el estaba dispuesto a darles una mano, y estaba seguro que debería hacerlo en un tiempo bastante próximo.

Con ese ideal en la mente, el joven decidió darle una mano a la castaña con el director en lo que su jefe ponía en su lugar a los herbívoros que estaban "afectando la paz" de su adorada escuela.