Capítulo #12

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No soy Costia… escucho decir a quien estaba frente a ella y de inmediato levantó la vista al reconocer la hermosa voz ronca de su esposa que tanto extrañaba.

Clarke! Exclamó sintiendo como su corazón golpeaba con fuerza en su pecho.


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Se quedaron mirando en silencio, no sabían cuanto tiempo llevaban así. Pero el tiempo que estuvieron sin verse se sentía como años. Sus ojos reflejaban muchas cosas no dichas que sus corazones gritaban en un idioma silencioso que solo ellos conocían.

El ruido de alguien riendo fuera de la oficina saco a Clarke de su aturdimiento e inmediatamente dio un paso más adentro y cerró la puerta y se giro para ver a su esposa.

Observó un poco su entorno,  nunca la había visto ya que no tenia el tiempo para siquiera sorprender a Lexa con el almuerzo o un café en horas laborales.  Cosa que su esposa si hacia, o por lo menos lo hizo durante mucho tiempo ya que a veces Clarke simplemente no podía tomarse descansos prolongados y como muchas otras cosas Lexa desistió de hacer.

Observó de nuevo a Lexa que parecía no saber que hacer o decir, claramente sorprendida por la repentina visita de la rubia. Clarke sintió un vacío en su estómago cuando al entrar Lexa pensó que podría ser Costia, pero también se dio cuenta por el cansancio y palabras de la castaña que aparentemente la abogada no era muy bienvenida en estos momentos y se pregunto si esta estaría presionándole de alguna forma. Pero estaba aquí para recuperar lo que era suyo, ya trataría con el tema de Costia en su debido momento.

Siento interrumpir así,  debí de haber tocado. Supongo que me gano la ansiedad por verte.

Querías verme? Pregunto inmediatamente Lexa, y Clarke pudo ver esperanza reflejada en su rostro, cosa que iluminó su alma con esa misma esperanza.

No… llamaste, pensé que no querías saber nada mas de mi. Continuo diciendo la castaña con un leve tono de dolor en su voz.

Necesitaba tiempo, solo para pensar, calmarme… no se, enfriar las cosas. No quería cometer otro error. Respondió la rubia acercándose más a su esposa que ahora se había movido frente a su escritorio apoyándose en este.

Lexa la miro, sentía un nudo en su garganta y sus ojos comenzaban a traicionarla. Hacía días que la rabia se había convertido en pesar y luto. Le dolía tanto estar lejos de su esposa, la extrañaba y no soportaba ver el dolor en sus ojos.

Lo siento, fue lo único que pudo decir antes que sus mejillas se cubrieran de lágrimas.

Clarke sintió como su pecho apretaba dolorosamente al ver la pena y el arrepentimiento en la mirada de la castaña.

Inmediatamente sin pensarlo dos veces se abalanzo hacia ella acunado su rostro entre sus manos.

Shhh… no llores bebé. Yo también lo siento, he sido una estúpida. Tenías toda la razón, yo permití que todo esto pasará.  Yo… Clarke quiso seguir pero de igual forma que a su esposa las lágrimas ganaron la batalla he inundaron sus hermosos ojos azules.

No, Clarke. Nada puede excusarme de haber hecho lo que hice. Yo lo siento tanto, yo... no me reconozco. Te hice daño, no te merezco.

No digas eso Lexa, tu mereces tanto y yo he sido la tonta que no quiso escucharte. No me pidas perdón por algo que no sucedió y no va a suceder. Si teniendo todo en mi contra para perderte no lo hice, no pienso perderte ahora. Las dos cometimos errores, pero te amo y se que me amas, así que nada ni nadie se interpondrá nunca mas entre nosotras. Te prometo que de ahora en adelante eres mi principal prioridad Lexa, no volveré a dejarte de lado. Te amo bebé…

Decisiones ( Clexa ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora