Adicto (BROMANCE NIAM)

Capitulo seis: "Juguemos, gatito"

CAPITULO SEIS

Juguemos, gatito.

Una aguja se clavo en mi cuello, y antes de que pudiera si quiera gritar, mis parpados comenzaron a pesarme y se cerraron, como si tuvieran imanes.

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El resto del viaje fue en silencio. Todo el viaje en auto estuve luchando para no cerrar los ojos porque temia que Liam frenara y me violara. Aunque algo dentro mio decia que eso era relativamente imposible, porque el me habia dicho en dos ocasiones que llegabamos tarde, aun habia algo de mi consiencia me decia que siguiera despierto.

Ni bien mi cuerpo se acomodo en el asiento del avion, mi cabeza ya estaba cansada de seguir despierta y merecia un buen descanzo; ademas, despues de todo, estabamos rodeados de gente, y dudaba que me violara en un avion, con miles de personas mirando. Liam me acariciaba la mejilla y me incitaba a dormir, lo cual hise cuando mi cabeza toco la superficie del suave asiento.

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Cuando desperte, estaba en los brazos de Liam, con la cabeza en su hombro. Me estaba cargando para salir del auto. ¿Ya habiamos llegado? ¿Cuando habiamos aterrizado? ¿Tanto dormi para no darme cuenta de que estabamos de vuelta en Londres? Sin embargo, me acomode mejor entre los brazos de Liam, porque hacia mucho frio y el era una fuente de calor humano.

Estabamos frente una mansion, que supuse era el lugar en donde Liam vivia, que estaba en las afueras de Londres. La casa de Liam era bastante grande, muy grande, inmensa. Tenia dos pisos, una cosina del tamaño de un departamento, una sala de estar igual o mas grande que el interior de un palacio, un pequeño baño abajo (seguro habia otros arriba), un salon para cenas igual que el salon que habia en el hotel. Tambien habia cosas muy lujosas: una cocina equipada con los elementos mas modernos, incluso yo los habia visto en la cocina del hotel; dos plasmas, uno en la sala de estar y otro en la cocina; adornos brillantes, se notaba que estaban recien pulidos. La escalera de madera estaba igual de brillante que los adornos. Habia cuadros colgados a lo largo del tragecto a la planta alta.

Sentia una gran necesidad de preguntarle si esa era su casa verdadera, si la compartia con alguien, al ser muy grande parecia que no vivia solo, si la pagaba el y de donde sacaba el dinero para mantenerla. Ademas, queria preguntarle si estabamos solos, porque si era todo lo contrario, podria gritar y pedir ayuda, pero la garganta me estallaba, como si una bomba hubiera explotado en mi boca y el fuego se expandio por todos lados.

Adentro de la casa, estaba todo muy calentito, con olor a galletas y chocolate. Mi estomago estaba dolido pero no precisamente por el hambre, sino por las malditas drogas que me dio el idiota de mi ex-novio-psicopata. Liam comenzo a subir las escaleras con migo en brazos, mientras daba besitos sobre mi cabeza. Llegamos al segundo piso, que era todo de una habitacion gigante, con una cama matrimonial y cientos de almohadas para decorar la cama. Habia dos puertas y un armario grande, demasiado.

-¿Te gusta?-pregunto Liam, acomodandome en la cama-. Duerme un poco, hablaremos mas tarde.

No conteste y me acurruque entre las sabanas tan suaves y calientes. Pero, seguia teniendo miedo de que algo malo me hiciera Liam, despues de todo, no podia confiar en el.

-No temas-dijo, como leyendo mi pensamiento-. No hare nada a menos que estes consiente.

Con esas palabras y mi cabeza dando vueltas, no dije nada y cerre mis ojos, dejando que las puertas del sueño se abrieran y me dejaran soñar en paz.

*+*+*

Por alguna razon, mis ojos no se podian abrir, estaban cubiertos por una venda negra que impedia mi vista a la habitacion. Sentia frio pero no podia taparme porque, otra vez, mis manos estaban esposadas a la cama. Creo que estaba desnudo porque ni siquiera sentia la ropa. La garganta ya no dolia y podia gritar, pero no lo hacia porque, si gritaba, Liam se daria cuenta de que estaba despierto y me haria daño. Sabia que no podria fingir dormir por el resto de la eternidad, pero, al menos, me salvaria un rato mas.