Soluciones Nara Φ

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Disclaimer: Naruto y todos los personajes que lo conforman pertenecen a Masashi Kishimoto

Soluciones Nara

Él había dado una excusa tan simple y tonta que podría ser la verdad, porque si bien era cierto que era poco posible que al shinobi más brillante del país del fuego se le hubiesen olvidado documentos importantes en su casa, si se le atribuía a su muy conocida calma y vaguedad eso podría ser totalmente cierto.

Camino sin prisa hacia su casa, miraba las nubes mientras se dirigía a su hogar. Sin duda era algo que al parecer le gustaría siempre, pero ahora como un hombre y padre de familia tenía prioridades y una de ellas no era precisamente sentarse a mirar las nubes pasar como cuando estaba en la academia o un genin con pocas responsabilidades.

Le había tomado muy poco realmente llegar a su casa, sabía que su rubia problemática se encontraba ahí, ella era la razón por la cual él había dado una excusa para salirse un momento del trabajo, no le molestaba su trabajo, era bueno realizándolo y no dejaría a su amigo Naruto, si bien ya no era atolondrado como cuando niños, aún necesitaba personas de confianza junto a él.

Pero su rubia esa mañana le necesitaba un poco más, ella no se lo había pedido, por supuesto que ella no le diría cuan mal se estaba sintiendo, seguía siendo la mujer severa y fuerte de siempre.

Pero todos esos años de casados le habían enseñado cuando y en qué momento debía estar ahí, y ese era uno de ellos. La encontró en la cocina, escogiendo lo necesario para preparar la comida de ese día.

—Hey, ¿cómo estás? —dijo acercándose junto a ella.

—Bien, ¿sabes que no tenías que venir, verdad? Estoy bien —respondió intentando seguir con lo que hacía sin mirarlo.

—Si bueno, no tenía pero quería... —dijo acercándose por la espalda para abrazarla.

—En algún momento debía suceder, crece tan rápido.

Y era cierto su hijo, creció más rápido de lo que le gustaría, al principio estuvo tan asustada por ser madre, y ahora, quien diría que se encontraba triste porque el dejó de ser su bebé tan rápido...

—Estará bien... ¿Cierto? Es un Nara después de todo.

—Mujer, es la academia no una batalla, además creo que su mayor preocupación debe ser, tener que levantarse temprano a partir de ahora —la tomó de los hombros para girarla hacia él.

Miró esos profundos ojos verdes, momentos como ese no eran comunes, la mujer más severa que conocía preocupada por algo así...

—Además —agregó acercándose a su oído para susurrarle—. Ahora mi hermosa esposa tendrá tiempo libre.

—Deberías estar trabajando, no de vago aquí —respondió riéndose de domador de sombras.

—Dejé el trabajo porque tenía la solución a este malestar.

—Y cuál es tu solución Nara —preguntó curiosa.

Él se río como quien está a punto de revelar una travesura, ella frunció el ceño.

—Siempre se puede hacer otro Nara más pequeño...

Drabbles Shikatema ΦDonde viven las historias. Descúbrelo ahora