Neighbors ☾ Yoongi

08.

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Abrí mis ojos lentamente y, luego de hacer un esfuerzo sobrehumano para enfocar la vista, me di cuenta de que estaba en la camilla de un hospital.
No tuve tiempo para recordar cómo había terminado allí ya que, segundos después de escuchar a alguien correr a toda velocidad por los pasillos, la puerta corrediza se abrió de un golpe.

— ¿Jin?— Me encontraba mareada, perdida, aturdida y otros sinónimos más que describan a alguien que no sabe que mierda le está ocurriendo.
Se acercó un poco más a la camilla con el aliento entrecortado, me miró seriamente por unos segundos y en un movimiento rápido, se acuclilló cubriendo su rostro con sus manos. — ¡Agh! — gritó mientras sacudía sus cabellos rubios. — ¡Voy a matar a Yoongi!

— ¿Qué pasó? ¿Cómo termine aquí?

Me lanzó su celular sobre mi falda, para que lo leyera con mis propios ojos.

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Yoongi

Tu amiga está en el hospital.
17:00

¡¿QUÉ?!
18:30

Estaba en el trabajo
18:30

Yoongi contéstame rápido!
18:32

¡¿Dos segundos que no estoy y ya la mataste?!
18:32

¡¿Al menos podrías decirme en qué hospital?!
18:35

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Comencé a reírme a carcajadas, sabiendo cómo es Jin, estaba casi un 100% segura de que se había recorrido todos los hospitales de Seúl buscándome.

— ¿De qué te ríes? — preguntó poniéndose de pie con una mirada asesina. — No sabes lo que me costó encontrar este hospital.

— No entiendo tu lógica.

— ¿Qué?

— No crees que si me hubiera pasado algo grave, ¿llamarían a algún familiar? Tarde o temprano te ibas a enterar de mi posible muerte.

— Te ahorcaría en este mismo momento. — se acercó a mí apretando la mandíbula y poniendo ambas manos alrededor de mi cuello. De repente su expresión asesina cambio a una divertida. Se acercó lentamente y comenzó a hacerme cosquillas bajo mis brazos,provocando que me revolcara de risa inmediatamente.

Cuando por fin logré sacarlo de encima rogándole que parase, le pateé su pierna y lo tire de la camilla. — Quiero dormir.

— Está bien, descansa. Después de todo estás aquí por estrés. — se reincorporó y caminó hacia la puerta — avísame si quieres que te venga a buscar luego — dijo en forma de despedida y seguidamente un silencio muerto invadió la sala.
Normalmente a la gente no le gustan los hospitales, pero yo no soy ese caso. A mí me agradan. Me agrada el silencio perfecto qué abunda allí, me agrada que todo sea de color blanco y también me agrada mucho el olor a medicamento. Y no, no soy una "drogadicta" ni nada por el estilo... ¿o tal vez si? Bueno en fin, quiero quedarme a vivir aquí por, tal vez, un mes.