Capitulo 1: El día en que todo cambió

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"Hoy sería un día como cualquier otro", pensé apenas abrí los ojos esta mañana, ya que nada ha cambiado en mi rutinario universo en los últimos 16 años. Me levanto a las 6am de la mañana para prepararme e ir a la escuela, abro la cortina de mi habitación y mientras espero que mi cuarto se llene de luz solar, tomo un baño de aproximadamente 10 minutos. Luego me visto, poniéndome la ropa que escogí minuciosamente el día anterior, tomo un ligero desayuno y me dirijo al colegio en el que estoy hasta las 9 de la noche, hora en la cual decido retornar a mi casa después de haber leído todos los posibles libros que hablen sobre el tema tocado en clase ese día. 

Ya sé lo que piensan, mi vida es demasiado aburrida. Es demasiado monótona, demasiado usual. Yo pienso lo mismo, creo que necesito algo de adrenalina, algo de vértigo; pero simplemente no encuentro forma alguna de escapar de mi rutina. Soy demasiado cobarde para desobedecer las reglas, para faltar un día a clases. Soy demasiado débil para romper con esta burbuja, que cada día parece hacerse más y más pequeña. 

Yo, y solo yo...

En eso básicamente se basan mis pensamientos. No tengo muchos, por no decir casi nada de amigos, paso mucho tiempo en la biblioteca y poco socializando. Tampoco tengo novio, ya que ningún chico quiere salir con alguien tan tímida  y callada. Lo único que tengo son dos padres a los que veo una vez al día, dos hermanos a los que les hablo solamente para pedirles favores (y viceversa) y un conejito, que por el momento, es mi único y mejor amigo.

Mi vida es tan solitaria y aburrida...

Como quisiera que las cosas cambien, en serio lo deseo. Incluso cierro mis ojos, creyendo que al abrirlos me encontraré con una renovada y atrevida versión de mi misma, pero nada ocurre.

Todo es lo mismo, todo siempre es lo mismo...

No había terminado de escribir ese pequeño texto en mi Smartphone cuando siento que unas manos rodean mi cuello y lo aprietan con fuerza contra lo que parecía ser un afilado cuchillo.

-Dame el celular y nadie saldrá herido- susurro una voz gruesa y escalofriante muy cerca de mi oreja.

No opuse resistencia, simplemente le entregué el celular y me quedé quieta, esperando a que al ladrón huyera victorioso y me dejara tranquila... 

-Has sido una buena niña- exclamó el hombre, que estaba encapuchado, antes de marcharse. 

-Siempre lo soy- pensé en mis adentros, sin percatarme de que el ladrón ya había huido, no solo con mi celular sino también con mi billetera.

Desesperanzada, seguí mi camino, esperando que algún alma bondadosa me pudiera ayudar a llegar a casa... 

-¡DAME ESO!- escuché exclamar a una voz a lo lejos 

-¡QUÍTAMELO SI PUEDES!- gritaba burlonamente un muchacho al momento en que empezaba a correr tan veloz como un rayo. 

De repente toda la gente a mi alrededor comenzó a girarse para presenciar el espectáculo. Mi curiosidad también mató al gato y como no tenía nada más importante que hacer, giré la cabeza para descubrir que, el ladrón que hace unos momentos me había robado ahora corría preocupado persiguiendo a un chico de cabellos castaños y ropa negra y de cuero. 

-¡ATRAPAME SI PUEDES!- decía el muchacho, mientras cruzaba la calle en mi dirección y haciendo unos pasos de baile muy graciosos.

Cuando el muchacho pasó por mi lado pude percatarme que tenía mi celular y mi billetera en uno de los bolsillos de su casaca de cuero. Sin más, traté de seguirlo para quitarle lo que me pertenecía. 

No podía seguirle el paso, el muchacho era muy rápido. Me detuve para tomar aire y continuar pero sentí un empujón y luego unas manos que me sujetaban con mucha fuerza.

-¿Qué crees que estás haciendo?- de pronto dijo la misma voz escalofriante y gruesa que me había robado, mientras me tomaba del cuello otra vez y me aprisionaba en sus brazos. 

La gente comenzó a gritar como loca, lo que hizo que el muchacho de ropa negra volteará para descubrir lo que estaba pasando. 

-Oye tú- exclamo mi presidiario, colocando el cuchillo en mi cuello- Devuélveme eso y no lastimaré a la muchacha-

El muchacho pareció haber entendido el mensaje, ya que dejo mi celular y mi billetera en el piso y alzó las manos en señal de paz. Crédulo, mi presidario me soltó y se dirigió sigilosamente hacia el lugar donde se encontraba su botín. Mientras se agachaba para recogerlo, el muchacho se puso delante de mí, me tomo de la mano y en una fracción de 3 segundos golpeó al ladrón, tomó el botín y empezó a correr conmigo tras él. 

Las sirenas se escucharon a lo lejos, volteé la mirada y vi que los oficiales estaban deteniendo al hombre que casi me roba. El muchacho, en su incredulidad, comenzó a señalar hacía nuestra dirección. 

Minutos después, la policía estaba tras nuestros pasos.

¡Oh Rayos! Esto no puede estar pasando 

 Traté de detenerme, no quería tener problemas con la policía, pero el muchacho apretó más fuerte mi mano y me presiono a seguirlo cada vez más rápido. 

-¿Qué crees que estás haciendo?-

-Tú solo corre- exclamó el muchacho 

Obedecí sin titubeos. Corrimos mucho, cerca de 1 kilómetro y no nos detuvimos sino hasta estar seguros de que ya no nos perseguían. 

-Creo que ya los perdimos- dijo el chico volteándose y mirándome fijamente a los ojos
Me perdí en su mirada, tenía unos hermosos ojos color miel. 

-¿Estás Bien?- dijo, mientras pasaba su mano frente a mi cara, haciéndome reaccionar. 

-Si, lo estoy, lo siento, me fui por un momento-

-No te preocupes- continuó-Esto es tuyo, ¿verdad?- me dijo mientras me entregaba de vuelta el teléfono y mi billetera. 

Antes de poder articularle un gracias me vi rodeada por un gran grupo de policías, todos con armas en mano y apuntándonos como si fuéramos criminales. 

-No se muevan- dijo el policía más cercano a nosotros 

-Los tenemos rodeados-- decía otro mientras nos conducía a mí y al extraño muchacho al patrullero más próximo.   

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Hola, ¿Qué tal? Soy yo, la escritora.

Este capitulo lo había lanzando hace mucho y aunque está un poco depre, los prometo que se pondrá mejor, de verdad tengo intenciones de continuar la novela.

Así que si te gusta! Apóyame pues, caserita jajaja.

Quiero ver cuanto amor puede recibir este primer capitulo!

Les estaré eternamente agradecida. 

Gracias!!


[Pequeño Diablillo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora