Fruto de la desobediencia.

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FRUTO DE LA DESOBEDIENCIA
La fiesta está entretenida, sin duda la estaba disfrutando porque estaba con mis mejores amigas y mi novio, de pronto el recuerdo de hace unas horas asalta mi mente.

-Cariño, llegaremos tarde, no te quedes despierta tanto tiempo.

-No te preocupes mamá...

-¿Estarás bien mientras no estamos?

-Si papá, uhmm quería preguntarles algo más...

-La respuesta es no, de nuevo.

-Pero... todos estarán allí.

-Lo siento cariño, pero no cambiaremos de opinión.

Ambos me dan un beso y salen de mi habitación, espero a que se vayan y estoy nerviosa por el momento, sé que esto me traerá problemas, pero después me preocuparé por eso. Le llamo a Fernando, mi novio y me contesta al tercer tono.

-¿Estás lista?

-Si, ¿Puedes venir por mi?

-Llego en 10 minutos

Me siento culpable al salir sin el permiso de mis padres, pero es el cumpleaños de mi mejor amigo, no me lo perdería por nada del mundo. Mi canción favorita comenzó a sonar por los altavoces y ese pensamiento se fue, me movía al ritmo del sonido mientras veía a mi novio tomar otra copa, a pesar de que le dije que no lo hiciera me ignoró y siguió bebiendo.

La pólvora y la canción de feliz cumpleaños terminaron con la música, abrace al cumpleañero mientas me decía que estaba muy contento de verme ahí. Conforme la fiesta avanza me doy cuenta que son las 11:30, mis padres llegarán a medianoche, aún hay tiempo para volver sin prisas.

Le pido a Fernando, que me lleve a casa, rápidamente nos despedimos de todos y nos subimos al auto, a medio camino comencé a discutir con él, ambos estábamos gritando y olvidamos por completo que iba manejando, todo pasó muy rápido, lo último que vi fueron unas luces frente a nosotros y el sonido de ambos autos al chocar.

Despierto en el hospital, mi cuerpo está adolorido y lleno de morados, busco algo con la mirada y me siento más tranquila al ver a mamá, que está de pie frente a mí. Se acerca a mí y me da un beso en la frente, ninguna dice nada, después ella se va, pero se va llorando.
Trato de gritar pero no me escucha, ¿Por qué ha llorado?

Antes de que grite más mi mejor amiga, Andrea, entra por la puerta, le pregunto a dónde se fue mamà, ella con lágrimas en los ojos me dice que el carro con el que chocamos iban mis padres y que ambos murieron.
En ese momento me di cuenta de lo que acababa de pasar, ella se despidió de mí, no era real, fue su espíritu.
Lloro con fuerza pensando que todo esto se hubiera evitado si me hubiera quedado en casa, ellos estarían a mi lado, no me queda nada, todo esto lo provocó el fruto de la desobediencia.

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