11:22pm

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...veintidós, veintitrés, veinticuatro, veinticinco, veintiséis. — he terminado de subir las escaleras. — Veintiséis escalones viejos de madera enmohecida. — digo solo por decir.

Hablar sola es la única opción que me queda.

— Puaj, ¿qué apesta tanto? — el olor que penetra en mi nariz es espantoso y puedo jurar que hace menos de cinco minutos no estaba. Decido ignorarlo, capaz y es una rata muerta. Pero cuanto más me acercó a mi recámara más fuerte se hace el hedor.
— ¿qué podrá ser? — pienso, pero lo único que viene a mi mente es un animal muerto. — Es un rancho, una rata es lo más seguro. — me convenzo.

Miro nuevamente antes de entrar a la habitación, hacia los dos lados del pasillo, esperando otra vez algo raro o inusual. La puerta derecha está cerrada. Normal. La izquierda no. ¿Estaba abierta desde que llegué? No, estaba cerrada. Un escalofrío recorre mi cuerpo.

— La puerta estaba cerrada y ahora está abierta... Eso es súper común. — bromeó para calmar mi paranoia. — Además del nuevo y delicioso aroma que sin duda antes no estaba... Todo bien, no hay nada que temer. ¿Por qué habría de? No ha pasado nada extraño, nada en absoluto. ¿Verdad? — digo a nadie en particular.

Verdad. — contesta alguien desde la otra habitación.

Me paralizo. Debo de haberlo imaginado. Estoy loca. No podría haber alguien allí, ¿o sí? No.

— ¿Entraré o no entraré? — me pregunto a mí misma mientras me debato en sí debo ir a la puerta izquierda o regresar a la cama. — ¿Qué me conviene más? Dormir sabiendo que puede haber alguien conmigo o averiguar si es solo mi imaginación. — decirlo en voz alta hace que razone mejor. Me voy por lo segundo.

Avanzo lentamente, muy despacio y en silencio, como si estuviera invadiendo la privacidad de alguien y no quisiera que me descubra.

A un metro, a esa distancia estoy parada de la habitación oscura y apestosa frente a mí.

Definitivamente debe de ser cosa de mi mente. La mente es muy poderosa, y ahora mismo, la mía me está haciendo malas jugadas, pero como suelen decir: Sólo hay una forma de averiguarlo.

Entro a la habitación.

Cuando llaman a la puerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora