Encerrados

1. Destino Barcelona

El autobús, cargado de griterios y carcajadas en su interior, tomo la primera salida del pueblo para incorporarse a la circunvalación que llevaba a las afueras, los profesores acompañantes, Diana Ross y Javier Escuella, se acomodaron en sus asientos, el viaje prometía ser largo y los ocupantes del vehículo no parecía que fuesen a dar tregua, por donde quiera que mirase, estudiantes reían, gritaban para hacerce escuchar, jugaban con sus consolas, compartían paquetes de papas y bolleria, se tiraban bolas de papel o simple y llanamente, escuchaban música con los auriculares mientras miraban por la ventana.

Excepto ellos.

Jimmy, junto con sus dos inseparables Rodrigo Escobar y Alexis Matthew, Rodri y Lex para los amigos, hablaban tranquilamente sobre el viaje y las cosas que harían al llegar, se habían ubicado en la parte trasera de la fila izquierda, justo detrás del baño, por lo que eso les daba algo de privacidad.

-... Y le voy a comprar una bandana a mi hermana, que se ha vuelto loca las últimas semanas pidiéndome lo mismo día tras día- acabo Rodri. - Bah - Lex le quito importancia a esto último con un gesto de manos. - Lo importante es pasarla bien, y sobre todo, liarla, liarla mucho, tenemos que firmar todos los baños por los que pasemos, que recuerden quienes son los warriors y que vean el viaje que hemos hecho, yo he traído unos cuantos takers para que no falten -. Mientras hablaba sacaba de la mochila un estuche con más de 30 rotuladores para pared con diferentes medidas de punta, todos ellos nuevos y de color negro. - ¿Y tu Jey? ¿Que has traído para animar el ambiente? -. Jimmy sonrió y sin decir una palabra, abrió su mochila y saco el ordenador, sus dos compañeros no pudieron contenerse y directamente fueron a cogerlo, pero Jimmy fue más rápido y lo aparto. - Nope, se mira pero no se toca, a no ser que tengáis permiso... Y os sepáis la clave-. Añadió con un aire de superioridad -¿Amanda y la fecha de su llegada?-. Acertó Rodri a la primera. -Que te jodan ¿vale? No vas a tocar el ordenador por mucho que te la sepas- Jimmy se rio por la perspicacia de su amigo y encendió el portátil.

En la pantalla se dibujo el logo de la empresa fabricante y una pequeña manecilla dando vueltas indico que se estaba ejecutando el sistema, una vez cargo todos los archivos necesarios el ordenador pido una clave para ingresar al usuario administrador, Jimmy la introdujo mientras se reía mirando a sus amigos, ambos sabían cual era pero ninguno le dio demasiada importancia, podrían haber adivinado la clave desde hacía mucho tiempo, se repetía el mismo patrón desde hacía casi 6 años en los que Jimmy había estado enamorado de Amanda, una compañera de clase rumana que se incorporo en 4° de primaria y no los había abandonado hasta el día de hoy, Jimmy llevaba enamorado de ella desde el primer día y al parecer, nunca había dejado de estarlo.

-¿De que te sirve el ordenador si no tienes internet tío? -. Como siempre Lex intentaba bajar la moral del grupo para volver a subirla con alguna gamberrada. - Vamos a tirarle papeles a los de delante, gana el que más tiempo pase inadvertido y pierde el primero que consiga un chivatazo a los profesores-. Juegos estúpidos pero graciosos y entretenidos, esa era la especialidad de Lex. - Podríamos dejar ese juego para más adelante... Y ver un video en youtube o incluso una película-. Jimmy conecto el internet portátil, una función que solo traían ordenadores de última generación y permite tener internet en cualquier lugar del mundo compartiendo tu tarifa de móvil con el ordenador, sorprendido pero agradado por la propuesta, Lex guardo la bola de papel que tenía preparada y se acomodo un poco mejor para poder ver la pantalla, Rodri, que había pasado absorto la mayoría del rato, se levanto de golpe. - Ahora vengo, voy al baño-. Lex y Jimmy se miraron contrariados, pero ninguno dijo nada.

-Esta raro ¿no?-. Jimmy se giro y miro por la ventana. - Espero que cambie a lo largo del día y podamos empezar bien el viaje, no tengo ganas de más preocupaciones-. Abrió el navegador en el portátil y busco una película para pasar el rato, la mayoría de alumnos que ocupaban el autobus ya se había tranquilizado y solo alguno que otro seguía montando lío. - Pon la de Con la magia en los zapatos, es buenísima-. Aseguró Lex, el cual conocía bastante de cine.