Jimmy abrió los ojos sobresaltado, rápidamente se intento incorporar pero un fuerte golpe en la cabeza se lo impidió, tenía una sensación de ingravidez que, combinada con el mareo y el pitido en su cabeza, lo estaban volviendo loco.
Miro a su alrededor pero lo único que vio fue una manta violeta que cubría todo su perímetro de visión, aun sin poder moverse del aturdimiento intento recordar lo que había ocurrido... Y se acordó.
Otro cabezaso más contra el sillón que tenía encima al intentar levantarse le hizo darse cuenta de que estaba atrapado bajo el mismo, con la manta de Sarah por encima.
Sarah...
Jimmy empezó a moverse, un nuevo dolor, esta vez en las costillas empezó a hacer mella en él pero lo ignoro por completo.
- No... No, No, ¡NO JODER, NO ME HAGÁIS ESTO! -. Empezó a gritar en cuanto vio lo que ya sospechaba, Rodrigo fue la primera persona a la que vio muerta; empotrado en una esquina cerca de él, desfigurado completamente por el impulso del choque, solo se lo reconocía por su ropa.
Mientras lloraba caminaba por el techo del autobús, ahora dado la vuelta, él olor a gasolina y el fuego producido en el motor animaban a correr y no mirar atrás pero él no podía hacer eso, todos sus compañeros estaban allí y no podía ser el único vivo, como si su pensamiento hubiese sido escuchado por un ente milagroso, Lex salió de debajo de los restos de la que parecía Emmy y Lara, ahora partidas a la altura del estómago.
-¡Ayu... Aaame!- Lex estiraba sus brazos por encima de la cabeza buscando algo a lo que aferrarse mientras sus ojos bailaban de un lugar a otro. -¡Tranquilo tío, soy yo! ¿Estas bien?-. Jimmy agarro a Lex por ambos hombros y lo levanto de un rápido y fuerte tirón.
En lo que forcejeaba con la gravedad para levantar a su amigo otros tantos fueron saliendo de donde habían terminado después del frenético accidente, Jimmy de reojo pudo reconocer a Lilly, Thommas y Sarah, esta última saliendo a rastras de el asiento ubicado a su izquierda.
Una vez Lex estuvo preparado para reaccionar, se acerco a ella y la levanto suavemente invitándole a salir con un gesto mientras se fijaba en el profundo corte situado en el lateral derecho de su cara. -Vamos, ahí que salir de aquí cuanto antes, no es seguro-. Ella, aun desorientada y asustada, salió abrazada al cuerpo de Jimmy por el cristal delantero del autobús, el cual se había hecho añicos después de que un tronco se haya incrustado en el.
Como pudo, guio a ella y a sus otros tres compañeros hacia el exterior, los cuales no tenían heridas tan graves, o por lo menos no eran visibles.
Por extraño que pareciese, no se veía ni escuchaba ningún coche, al parecer nadie había visto el accidente, aunque él mismo recordaba haber visto coches justo antes de salir volando por el arcén, sea como fuere, en breves podrían avisar para que les ayudasen, lo importante ahora eran las posibles víctimas no mortales que se encontrasen dentro del autobús; Jimmy se dio la vuelta y se encamino otra vez al amasijo de hierros, dejando a sus compañeros descansar a la altura del guarda raíl.
-¡Hola, HOLA! ¿ahí alguien? ¡¿HEY AHÍ ALGUIEN HAY DENTRO?!-. Un gemido sordo proyectado desde los primeros asientos llego a sus oídos. - ¿Quien es?-. Mientras se acercaba hacia donde le había parecido escuchar el sonido una mano le agarro el tobillo haciendo que su cuerpo dudase de la gravedad que le rodeaba, rápidamente se estabilizó. - ¡Joder menudo susto me has dado! Corre, ponte en pie y salgamos de aquí, huele demaciado a gasolina-. Javier Escuella, profesor y amargado profesional, le tendió la misma mano con la que le había sujetado el tobillo. - Gracias chico... ejjmm... Te mereces el aprobado-.
Javier presentaba un aspecto que era más similar a un muerto que a un vivo, al ponerse de pie Jimmy pudo apreciar su ropa manchada de intensa sangre roja, la cual no sabría decir si era suya o de alguno de los cadáveres allí presentes. -¿Seguro que estas bien?-. Javier asintió y siguió saliendo por la abertura del cristal aun apoyado en Jimmy, una vez el profesor estuvo fuera y fue ayudado por los otros alumnos, él se interno de nuevo en el autobús con una idea bien clara, rescatar todo lo material posible.
Rápidamente cogió su maleta con el ordenador y las cosas de Sarah, salió y las arrojo a un par de metros del autobús, volvió y repitió este proceso 2 veces más, esta vez cogiendo todo lo que pillara por el camino.
Junto las 5 mochilas escolares que había reunido en una pequeña pila y se sentó al lado de sus compañeros. - ¿Cómo estáis? No me puedo creer lo que a pasado... No era consciente de que no volveremos a ser las mismas personas después de esto, demaciado para cualquiera... -. Todos lo miraron en silencio y quedaron fijos en él, pensando, cada uno en su pequeño mundo.
Llegados a aquel punto se dieron cuenta de el ambiente que les rodeaba, las maletas, que habían salido disparadas de los portabultos laterales, estaban esparcidas al rededor del autobús, la cantidad de gente muerta, amputada o peor aún, inconscientes, que aun permanecían en el interior de aquel autobús en llamas y dado la vuelta completamente, esperando a morir incinerados; definitivamente, era demasiado para cualquier ser humano, aunque ellos por la adrenalina del momento no lo percibieron.
Pero ahora que el desastre era evidente, hacía mella en sus conciencias.
- Voy a recatar a los supervivientes, mi status no me permite quedarme aquí sentando mientras se que hay dentro algún alumno podría necesitar ayuda-. Javier se levanto decidido, pero una mano rápida agarro la manga de su camisa de botones, o lo que quedaba de ella. - ¡No! Ese autobús puede detonar en cualquier momento, hace menos de 2 horas paramos a cambiar la rueda y a poner gasolina, si pienso correctamente, que no lo dudo, eso tiene que explotar de un momento a otro... Aparte, tu responsabilidad legal es cuidar de los alumnos y en teoría, somos los únicos alumnos que quedamos vivos... - Sarah, la cual temblaba y cada vez estaba más pálida, mantenía la vista en el autobús mientras hablaba.
-P-p-pero no puedo... ¡¿No entiendes que esto no me lo perdonaré en la vida?! No puedo dejar a un pobre chaval malherido morir así-. Se soltó de la sujeción y fue corriendo hacia la inquietante bola de hierro, muerte y fuego. - ¡NOOO! -. Jimmy se levanto corriendo y fue tras él, a pocos metros de llegar a la abertura en el cristal, consiguió detener al maestro. -¡No te voy a permitir entrar ahí, es una muerte segura!-. Los dos tiraban el uno del otro. - ¡DEJAME! ¡DEJAME MORIR O RESCATAR A ESOS NIÑOS!-. Gritaba colérico Javier, el cual lloraba y balbuceaba en cada palabra.
Finalmente, en un tropiezo inesperado por parte de ambos, rodaron por el suelo hasta acabar alejados por una distancia de un par de metros, Jimmy que ya se encontraba mareado y exhausto, al abrir los ojos empezo a ver un pequeño punto blanco que se hacía más grande por segundos, parpadeo un par de veces y milésimas más tarde caía inconsciente en el pasto, con la cabeza mirando a tierra.
Un fuerte bache lo despertó de su descanso sin límites; con la vista emborronada y el pitido intenso de sus oídos apenas pudo reaccionar, pero sabía por el ruido que estaba con más personas... Y por lo que parecía iban en un vehículo.
- [...] DUS-TER, si, así es mi nombre, suena raro pero verán que dentro de un tiempo ya lo pronunciaran mejor [...] -
Con pequeños lapsus de conciencia, plagados de lagunas de sueño profundo, Jimmy escuchaba distintas conversaciones.
- [...] Esta no muy lejos de ¿CIUDAD?, ya lo veréis [...] -
Esa voz no era conocida, por lo menos no la recordaba, y menos estando en el estado que se encontraba.
- [...] Sabía que esto ocurriría, por eso llevo preparando esto 9 años [...] -
¿De que hablaban? ¿"Preparando"? ¿el que?
- [...] ya casi hemos llegado, como veis esta bien escondido [...] -
Jimmy no pudo aguantar más y su mente se cerro para poder descansar correctamente, lo último que percibió fue el vehículo descendiendo por lo que parecía un ascensor.
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Encerrados
Science FictionJimmy, un joven estudiante de secundaria viaja con su clase en autobús destino Barcelona cuándo de repente y sin nadie esperarlo tienen un accidente, cuando despierta su realidad ya no es la que era al descubrir que se encuentra en lo que parece ser...