Narra Verónica Black
Y ahí estaba él, viendose tan bien en ese maldito traje, odiaba que el maldito se viera mejor que yo. Suspire y le tome un gran trago a mi copa, mi mal humor en definitiva no había mejorado y con ese idiota ahí no sabia cuanto podría soportar, bueno... Triz hacia que esto apestara menos. Suspire y me pase la mano por el cabello, el morado ya comenzaba a fastidiarme, era tiempo de buscar otro color, tal vez gris o algo por el estilo.
- ¿Te diviertes? -
- ¿Tate? - alce la ceja - creí que estabas fuera del pueblo -
- Lo estaba, pero mamá me hizo volver por el cumpleaños de Chase - se sentó a mi lado - te vez abrumada y... De mal humor - reí sin gracia
- Es porque lo estoy - me crucé de brazos - ya me quiero ir de aquí -
- Pues vete - volví a reír pero mi risa fue más amarga que antes.
- ¿Que mas quisiera yo? - suspire - mejor cuentame que has hecho, quiero distraerme -
- Bueno estudio en Los Ángeles ahora -
- No me hables de ese lugar -
- ¿Por qué? -
- Viví ahí una temporada y no fue lindo - parpadeó varias veces asimilando mis palabras - te deseo suerte - alce mi copa en su nombre y de un trajo me bebí lo que quedaba dentro de ella - tal vez me emborrache o algo así -
- ¿Aunque tus padres te vean? -
- Si, ¿que mas da? - me levante - iré a servirme mas de lo que fuera que estuviera bebiendo - escuche a Tate reír, no lo culpo también me hubiera reído de mi misma.
Llegué a la barra y le pedí al chico una cerveza, el dudo un poco pero al ver que realmente me hacia falta un trago me la dio. La tome y le di un gran trago, hice una mueca por el sabor amargo y la deje en la barra otra vez. ¿Como llegue a esto? Se supone que debo estar feliz porque Jayden me dejó en paz y debo estar feliz porque alguien como Ken es parte de mi vida... Tal vez sería bueno que estuviera aquí conmigo, para besarlo frente a las narizotas de Jayden.
- Deme una cerveza - me giré, me miraba atentamente, sus ojos negros inspeccionaban mi rostro.
- ¿Que? - pregunte de mala gana - ¿quieres un poco de esto? -
- La verdad si - sonrió y se acercó un poco
- Ni lo pienses amigo, no estoy de humor para lidiar contigo, cuando ya este ebria y te mire con ojos de amor ya te acercas - rió, su risa fue ronca y condenadamente sexi. Joder, calmate Verónica. Aparte mi vista de él y bebí de nuevo se la botella, el sabor seguía siendo amargo pero no iba a quejarme. Mire de reojo si seguía ahí y en efecto, seguía ahí mirándome mientras bebía de la cerveza, trate de ignorarlo pero joder, era difícil si me estaba mirando de esa manera.
Me gire y decidí mirarlo también, esto seria un jodido juego de miradas. Nos miramos directo a los ojos, los de el eran oscuros y sin brillo alguno, en ellos podía verme a mi misma.
- ¡Ja! ¡Parpadeaste! - lo apunte y reí, él sonrió y bebió de su cerveza.
- Bien perdí, quiero la revancha -
- Okay, pero hagamoslo un poco mas interesante -
- ¿Que propones? - alzó la ceja
- Si yo gano me vas a llevar a la ciudad a comer una buena hamburguesa no como las porquerías que venden aquí - rió
- Bien muñeca y si yo gano me darás un beso ¿hecho? - me ofreció la mano y yo solo la mire, ¿de verdad quería eso? Bueno, soy buena en los concurso de miradas, seguro ganare.
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Demon
Teen Fiction- Debes alejarte de mi - pidió mientras se hacia hacia atrás - Pero no quiero - me acerque mas - Debes hacerle caso a tu padre, soy peligroso - - No creo que sea así Jayden - avance mas - Verónica por favor - se detuvo - si no te detienes ahora...