Capítulo 14: "A veces, hay que tomar riesgos e ir por todo"

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Emma y Carl abandonaron el santuario, Emma cargaba una ametralladora, mientras que Carl...

Carl: ¿Podrías darme por lo menos un cuchillo?

Emma: No.- dijo en tono seco.

Carl: Yo también necesito defenderme.

Emma: Lo que necesitas es morirte y dejarme en paz.- dijo entre dientes.

*Tiempo después*:

Emma y Carl había caminado por horas sin encontrar rastro de comida o armas, tan solo unos cuantos cartuchos vacíos.

Emma: ¡Oh, ven!- dijo entusiasmada.- Aquí...- dijo señalando un pozo, de alrededor de dos metros de profundidad, que contenía aparentemente de tres a cinco cajas grandes y largas.- ¡Aquí!...

Carl: ¡Ya! No grites.

Emma: Aquí... Voy a bajar.- dijo sacándose la maleta de encima y extrayendo de ella una soga larga.- Ten.- dijo pasándole un extremo a Carl.

Carl: No voy a sujetarla.

Emma: ¿Entonces como planeas que encontremos cosas? No, ya sé... ¿Que tal si bajas tú?

Carl: Ninguno de los dos bajará, está un poco profundo, aparte que está muy oscuro.

Emma: Para eso existen las linternas ¡Genio!- dijo tratándolo de bruto. Carl tomó el otro extremo y lo ató a un poste que estaba cerca.

Carl: Si vas a bajar, por lo menos déjame algo con que defenderme.- Emma sacó un cuchillo de su bolsillo y se lo entregó, lanzó la cuerda.

Emma: Bien, agh...- bajó.- Si grito me sacas...

Carl: Puedes defenderte sola.

Emma:- ella se encontraba mirando al suelo en ese momento, y en cuanto escuchó las palabras de Carl, levantó su rostro y dijo.- ¿Qué? ¿Que quieres decir con eso?- pero Carl ya no se encontraba ahí.- Carl... Carl... No...

  - exclamó en voz baja, no había respuesta alguna, Emma tomó su linterna con furia, sacó su otro cuchillo de su bota y abrió una de las cajas que estaban envueltas en plástico, y en cuanto la destapó sintió un olor a podrido, como si un huevo se ...

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  - exclamó en voz baja, no había respuesta alguna, Emma tomó su linterna con furia, sacó su otro cuchillo de su bota y abrió una de las cajas que estaban envueltas en plástico, y en cuanto la destapó sintió un olor a podrido, como si un huevo se hubiese podrido hacía años, y nunca lo desecharon. Entonces...  

*¡Blarchbbh!*

Tres caminantes se levantaron tomando a Emma, uno de la mano izquierda y otro por el torso.

Emma: ¡Ahh!- gritó como si no hubiese un mañana... Uno de los caminantes intentó morderla en su hombro, cuando ella lo acuchilló, logró safarce, quedando tendida en el suelo. Emma miró a su alrededor, y noto como otras dos cajas eran golpeadas fuertemente desde adentro, hasta que finalmente se abrieron. Tres caminantes cayeron encima de Emma...

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