One shots [Hot]~ The Walking Dead

Arsenal

Personaje: Rick y Dara (No, no sale en la serie)

-Rick: Dara, vamos a buscar algo de provisiones, va, sube al coche. 

-Dara: Vale. -Entro en el coche y veo que solo está él- ¿Solo vamos nosotros dos?

-Rick: Sí, ya nos apañamos bien tú y yo. Los demás tienen bastante trabajo aquí en Alexandria. 

-Dara: A sus órdenes capitán.-Y hago un gesto a lo militar.

-Rick: Tonta jajaja

Me parece tan tierno cuando sonríe, que eso ocurre muy pocas veces. 

Vamos en coche hasta no sé donde, nunca había estado por aquí. Encontramos unas casas y decidimos entrar. Limpiamos un par y vamos hacia la tercera. Nos ponemos delante la puerta, el apuntando con su revolver y yo lista para abrir la puerta. La abro y no hay nadie, entro y ojeo la casa. Los dos recogemos las pocas provisiones que quedan y salimos. Cuando nos íbamos a ir veo que al lado de la casa, pegado, hay dos puertas. 

-Dara: Rick, vayamos a mirar ahí. 

-Rick: Venga, vamos. 

Nos acercamos al lugar y lo abro, de golpe sale un caminante de ahí, echándose encima mio. Rápidamente intento quitármelo pero Rick lo hace antes. Me giro y remato a ese ser inmundo. Suspiro profundamente y cierro los ojos. Seré idiota.

-Rick: ¿Estás bien? - Y pone sus manos en mis cruzados brazos. 

Abro los ojos y le respondo: 

-Sí, ahora sí. No debería de despistarme así. 

-Rick: Ven, no pasa nada. - Y siento que me abraza. Vuelvo a cerrar los ojos y  por primera vez en tiempo me siento tranquila. 

Nos separamos y entro dentro. 

-Dara: Rick. 

- Rick: ¿Qué pa.. -Y se queda callado. Se tira el pelo hacia atrás y me mira sonriendo. - Hemos tenido muuuuucha suerte. 

Ese sótano está lleno de armas. Las cargamos al coche y satisfechos nos volvemos a casa. Una vez ahí acercamos el coche donde guardamos las armas y empezamos a vaciar el coche. Guardando las últimas armas nos chocamos entre los estantes, quedando pegados. Sus labios están a centímetros de los míos. Siento su cálido aliento muy cerca de mí. Pone una de sus manos en mis caderas, provocándome que se me endurezcan los pezones, traspasando mi fina camiseta de tirantes. Lo ve y mete una de sus manos dentro de mi camiseta, mirándome a los ojos, sin romper el contacto visual. Sigue subiendo la mano y me toca uno de los pechos, acercamos nuestros labios pero se me escapa un gemido al notar que me ha pellizcado el pezón. Me besa, apasionadamente, mete su juguetona lengua dentro de mi boquita. 

-Rick: Dara, me pones mucho.

Antes de que pudiera decir nada me vuelve a besar, me mete la lengua y juguetea con la mía. Me quita de una la camiseta y aprieta mis pechos mientras nos seguimos besando. Pongo mis manos en su pecho y lo echo hacia la estantería mirándolo juguetona. Me arrodillo, quedando mi cara a la altura de su bulto. Levanto la cabeza y mientras le desabrocho el cinturón le digo:

-Habrá que ver el arsenal que guardas tú.

Dicho esto le toco su preciosa polla y él cierra los ojos, levantando su cabeza y poniendo una de sus manos en mi cabecita. Le lamo esa rosada punta tan irresistible, vuelvo a hacerlo y noto como se tensa. Esta vez lamo desde la base hasta la punta y me la meto poco a poco en mi boca. Él se tensa y me mira a los ojos, lo miro y me saco la polla de la boca, lentamente, presionando con la lengua. Se muerde el labio y con la mano que tenía en mi cabeza me coge del pelo. 

Soplo en su rosada punta y me la vuelvo a meter en la boca, lo oigo gemir, tirándome más del pelo. Muevo mi cabeza, siento su gran polla hasta lo más profundo de mi garganta. Me la saco un poco y me la vuelvo a meter, hasta el fondo de nuevo. Siento algo de arcadas pero aguanto y sigo, sigo lamiendo, sacando e introduciendo su preciosa polla de mi boca. Sus gemidos son perfectos, ver como hecha su cabeza hacia atrás me ponen aún más, me siento muy húmeda, yo también necesito atenciones. Mientras se la sigo chupando  me toco los pechos, buscando algún estímulo.  

Levanto la mirada y me está mirando, mordiéndose el labio, con unos ojos que me están devorando. Está cerca, sigo chupando, lo estimulo con la lengua, le acaricio un poco las pelotas. Sus gemidos, más y más fuertes me hacen ir más rápido. Me coge fuerte del pelo mientras siento como se corre en mi boca. Todo el líquido está por mi boca, también por mi barbilla y pechos. Me trago lo que está en mi boca y él me tiende la mano, para que me ponga de pie. Lo hago y me lame, me lame la comisura de los labios, la barbilla, el cuello, los pechos, me limpia.  

Me besa, esta vez con ternura, sin ansia, tranquilo. Poco a poco el beso se vuelve fogoso, creando ansias de devorarnos uno al otro, él desabrocha mi pantalón y mete la mano dentro de mis bragas. Siento su sonrisa contra mis labios al tocar mi mojado coño, estoy muy, muy, muy cachonda. Empieza a presionar mi clítoris, a estimularlo, yo solo siento esa ola de placer que invade cada centímetro de mi cuerpo, activándolo.  Me pongo más y más cachonda, se me escapan los gemidos, él me sonríe y besa mi cuello. No deja de estimular y jugar con mi clítoris, besa, lame y acaba mordiendo mi cuello. Está pegado a mí, siento ese calor creciente por todo mi cuerpo, mis gemidos son incontrolables, me aguanto en él, poniendo un brazo tras su cuello. 

-Dara: Rick... estoy cerca... 

Deja de morderme, sube sus besos a mis labios y susurra en ellos: 

-Rick: Córrete cariño.- Y muerde mi labio inferior. 

Ese calor creciente en mí se hace más poderoso y esa sensación que echaba tanto de menos me estimula, finalmente tensándome y relajándome a la vez. Jadeante pongo mi cabeza en su hombro, con la cara enterrada en su cuello. Lo muerdo y suspiro, relajada. Sus dedos pasan por todo mi coño y saca la mano de ahí. Se lame uno de los dedos y dice: 

-Delicioso. 

Le cojo la mano y le chupo otro de los mojados dedos.

-Dara: Sí, estoy deliciosa. 

-Rick: Así es.- Me hace levantar la mirada y me besa.- Me tengo que ir, pero que sepas que esto no quedará aquí.