One shots [Hot]~ The Walking Dead

La cabaña

Corro sin parar, adentrada en un bosque con el suelo lleno de hojas. Unos zombies me están siguiendo y además está empezando a anochecer, que fastidio. Consigo dejarlos atrás y me apoyo en un árbol para recuperar el aliento, vaya carrerón...

Camino un rato más y encuentro una cabaña al lado de un lago. No pierdo nada por echar un vistazo. Me acerco, parece que no hay nadie. Voy a abrir la puerta pero alguien la abre antes, haciéndome dar un bote.

-¿Qué puedo hacer por ti muñeca?

Lo miro extrañada con el cuchillo en la mano a la defensiva.

-Pensaba que no había nadie.

-No lo había hasta que llegué yo, solo estoy de paso. - Sonríe mostrando una hermosa dentadura.

Miro abajo y veo que tiene un bate recubierto de alambre. Trago de la angustia y poco a poco me voy tirando atrás, mejor no molestarlo.

-No te vayas mujer, no te haré nada. - Pone una mano es su pecho.- Sería totalmente incapaz.

No me fío pero me parece tremendamente atractivo, además, me estoy quedando sin opciones a las que ir con la poca luz que queda. Debatiendo conmigo misma mi estómago suena del hambre que tengo, hace demasiado que no como. Levanta una ceja y dice:

-Anda pasa, que tengo algo de comida. No te haré nada malo. - Y sonríe travieso.

Dentro de lo que cabe me transmite cierta confianza. Ya me he topado con suficientes hombres como para saber que hago. Entro y veo un pequeño salón, un sofá, una chimenea y una ventana que deja ver el lago a la perfección. La estancia es fría, se nota que hace demasiado tiempo que no venía nadie pero tiene cierto toque reconfortante. El hombre cierra la puerta y se va por un pasillo del que vuelve en nada.

-Toma, come. - Y me da una lata junto una cuchara.

-Gracias, de verdad. -Abro la lata para comer.

-De nada. Por cierto, me llamo Negan.

-Yo me llamo Ray, encantada.

Se acerca a la puerta y dice:

-Voy a buscar leña y a asegurarme que no hayan caminantes por aquí, hasta ahora Ray. - Y sonríe.

No para de sonreír, curioso. Acabo de comer y recorro el pequeño pasillo que lleva a una cocina muy bonita. Tiro la lata y vuelvo al salón. De mientras que vuelve Negan buscaré cosas útiles. Entro en una habitación con una cama de matrimonio y busco encontrando unas mantas, genial. Hecho una en el sofá para que sea más celentito y yo me enrollo en otra como si la vida me fuera en ello, por alguna razón me siento hasta bien, que raro.

Oigo la puerta y aparece Negan cargado de leña. Me levanto para ayudarlo, cerrar las puertas y correr las cortinas de las ventanas mientras él enciende el fuego en la chimenea. Con la manta enrollada aún me echo en la alfombra delante de la chimenea viendo como coloca la leña y la enciende.

-Bueno, vamos a estar calientes aquí... y no lo digo por el fuego.

Lo miro a los ojos.

-¿Qué insinuas Negan?- Levanto una ceja.

-Nada de nada.

Nos quedamos mirándonos, es hermoso, su cara bañada por la luz de la hoguera me incita a achucharlo pero quiero provocarlo, que se lance desesperado. Miro la hoguera empezando a sentir el calor de esta. Me quito la manta y la dejo a mi lado, me desabrocho la cremallera de mi jersey y también me lo quito quedando en tiras. Sienta tan bien este calor tan reconfortante.

Él no me quita la mirada de encima, le siento, lo miro y se está quitando la cazadora. Me tumbo en la ya cálida alfombra, estirando los brazos para sentir el 'crack' que tanto me relaja. Suspiro y paso mis manos por mi cuerpo, cómo un minino deseoso de atenciones, de mientras me quito los zapatos con los mismos pies, liberándolos. Paso las manos por mi pelo cerrando los ojos y por primera vez, desde hace tiempo, estaba tranquila, como en los viejos tiempos.