No Fue Tu Culpa Pequeña.

Por nosotros.

Narra Jacqueline.

Hoy vendrá de nuevo Zach, el sábado pasado me dio una flor, me puse muy contenta es el primer chico que me regala algo.

Aveces me preguntó como es el amor, como se siente. Si al estar con esa persona a quien amas se te olvidan las cosas malas que te suceden. O si se siente como si una corriente eléctrica recorriera todo tu cuerpo con tan sólo un roze de piel con esa persona.

Yo nunca he estado enamorada, pero al estar cerca se Zach siento como si mi vida fuera perfecta a su lado, con tan sólo un abrazo suyo me siento increíblemente bien. En realidad me gustaría estar enamorada de él, pero no se que es lo que estoy sintiendo.

Estoy arta de este lugar, he estado aquí toda una eternidad, y quizás sea una exagerada pero yo lo siento como una eternidad.

Extraño saludar al señor Taylor todos los días o acompañar a la señora Lize en sus días de soledad, aunque ella se había enojado conmigo por haber matado al Sr Ross, pero él sólo quería hacerme daño o eso era lo que Luci me decía. El Sr Ross era el "perro" de la señora Lize pero no era un perro era un hombre malo que quería hacerme daño.

También extraño ir a la plaza que queda a unas cuadras de mi casa, papá y mamá me llevaban allí todas las tardes, amaba pasar tiempo en ese lugar, así como amaba apreciar la lluvia en mi patio toda empapada sintiendo como las gotas recorrían cada parte de mi ser, mientras el olor a arena húmeda despertaba aún más mi sentido del olfato.

En este lugar no me dejan salir al patio cuando llueve, desde que estoy aquí no he vuelto a sentir las gotas del cielo caer en mi piel, tengo que conformarme con verlas detrás de la ventana de vidrio de mi habitación.

Hace un rato fui a ver a Ana, entre a su oficina y vi que estaba cambiando unas pastillas de frasco, fue muy raro, le pregunté que hacia y solo dijo que estaba ordenando algunos medicamentos. Pero bueno supongo que era eso.

Narra Zach

Estoy de nuevo en el hospital, ni siquiera se como llegué, anoche no dormí nada. Toda la noche pensé en la persona que mató a mis padres, solo recuerdo el tatuaje que llevaba en el brazo izquierdo, pero no recuerdo su cara.

Ese día sentía la cabeza pesada, sentía que mi cuerpo estaba atascado y no podía moverme, solo observaba como mis padres sufrían, veía caer cada gota de sangre en el suelo para así dejar una mancha de dolor.

Estoy buscando a Jacqui, pase por su habitación pero no estaba ahí.

--Ana!-- digo mientras la veo dirigirse hacia mi.

--Hola Zach, como estas?

--Bien gracias, sabes donde se encuentra Jacqueline?

--Hace un rato la vi, entró a mi oficina, supongo que ahora está en su habitación.

--Vengo de ahí y no está, y no creo que este en el patio ya que no le gusta ir sola.

-- Mmmm esto es raro-- dijo, calló unos segundos y habló de nuevo-- ya se donde puede estar, sigueme.

La seguí y nos dirigimos a una especie de cuarto, entramos y este estaba lleno de hermosas pinturas.

Una me llamó la atención, estaba recién hecha, era un árbol con hojas rojas, increíblemente hermoso. Cautivaba todos mis sentidos, no podía dejar de mirar esa maravillosa pintura.

Pero algo hizo que me desconcertara y es que habían gotas rojas en el suelo de lo que yo pensé que era pintura, pero al tocarlas me dicuenta de que era sangre y también había una nota que decía.

"No quiero entregarte todos mis problemas, no quiero darte todos mis demonios"

Mi piel se erizo por completo, sentí que se formaba un nudo en mi garganta, me costaba respirar bien, sabía que algo estaba mal, que Jacqueline se encontraba mal.

--Ana--dije mirándola.

Ella estaba igual de sorprendida y preocupada que yo.

--Esto esta mal Zach, muy mal-- dijo mirando al rededor de todo el cuarto.

Empecé a buscar a Jacqueline por todo el cuarto, estaba desesperado. No sabía que hacer, quería que todo fuera parte de una pesadilla.

Mire detrás de un mueble de madera y allí se encontraba Jacqui, estaba tirada en el suelo, con las muñecas sangrando.

Sentí como si alguien me clavara una lanza en el pecho, esto no podía estar sucediendo, le tomé el pulso y aún lo tenía, fue como un pocode luz a esa orrible oscuridad en la que estaba.

La tome en mis brazos y Ana abrió la puerta.

--Llama a una ambulancia--dije a Ana y esta así lo hizo

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Ahora estamos en la sala de espera del hospital. Jacqueline esta siendo atendida por los médicos.

Ana tuvo que irse de nuevo al psiquiátrico.

No puedo creer que este sucediendo todo esto, no puedo creer que mi pequeña estuvo a punto de morir.

Cuando la conocí sentí un agradable calor, un calor que me hacía sentir que todo estaba bien. Y hace un rato cuando pensé que me había dejado sentí frío, sentí un malestar profundo. Sentí que mi cuerpo necesitaba desesperadamente oxígeno, ese oxígeno que sólo ella podría brindarme.

Estaba pensando en lo importante que se había vuelto para mi Jacqueline, hasta que una voz masculina me quitó de mis pensamientos.

--Usted es familiar de la señorita Jacqueline?-- me pregunto un hombre con una bata blanca por la que decía "Dr Octavio Wells"

--Sí, como esta ella?--pregunté

-- Esta mejor, afortunadamente no perdió mucha sangre, ahora está sedada dormirá toda la noche. Así que le recomiendo que vaya a descansar a su casa.

--No, prefiero quedarme aquí; puedo verla?

--Oh claro, puede acomodarse en el sofá que esta a un lado de la cama de la señorita Jacqueline si desea descansar--dijo el doctor con una sonrisa.

--Esta bien, gracias--dije y luego entre a la habitación.

Me hacerque a ella, estaba muy pálida. La tome de la mano y bese su frente.

--Se que quizás no me escuches, pero quiero que sepas que me dolió mucho pensar que me dejarías. Te has convertido en alguien importante en mi vida,  sabes? El día en que te conocí pensé que eras una loca más del psiquiátrico, pero mientras más te conozco me doy cuenta de que eres una chica increíble y muy fuerte. Por favor, te pido que no me dejes, que no te vayas; si me dejas no se que sería de mi vida, has llegado a mi vida y la has cambiado por completo. De verdad eres alguien muy especial para mi y si me dejas, si te mueres se que no podría soportarlo. Así que Jacqueline Blech sigue viviendo, sigue adelante por mi, por ti, por nosotros.

La verdad todo lo que le dije es cierto, no se que haría sin ella. Ya me sentía más tranquilo al saber que mi pequeña estaba mejor y poco a pocome fui quedando dormido.

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Holaaaaa

Aquí les dejo otro capítulo, espero que lo disfruten.💖🍃

Disculpenme si tarde en actualizar , pero he estado un poco ocupada.

Y también perdón si tengo algún error ortográfico, es que escribí este capítulo con los ojos casi cerrados del sueño 😹😹

Voten y comenten.

By: Yessi Miranda🌚💖