8vo Capítulo.

151 24 6
                                    

Escuchaba un sonido a lo lejos, algo parecido al tono de llamadas que tenía mi teléfono, de repente ya no se escuchaba nada, ¿por qué soñaba esto?, pronto caí en cuenta que no era un sueño, realmente sonaba mi teléfono. Me levanté un tanto confundida y revisé mi teléfono, 3 llamadas perdidas de Christian, ¿Qué era esto?, vi la hora, eran las 10:30am.

-MIERDA, ES TARDE -grité acordandome de que había quedado con Christian a las 10am.

Volvió a sonar mi teléfono, de nuevo era Christian. Atendí el teléfono y en seguida el habló.

-Bonita, estoy afuera, ¿que paso?, ¿te pasó algo? -dijo un tanto agitado y ¿preocupado?.

-Perdon, me quedé dormida, disculpame -dije levantandome rapidamente de mi cama. -ya voy, en un minuto bajo a abrirte la puerta -dije buscando mi cepillo de dientes.

-Vale, te espero bonita. -dijo colgando la llamada.

Rapidamente entré al baño, me cepillé los dientes, me lavé la cara e hice una cola de caballo en mi cabello. Salí de mi habitación y bajé rapidamente las escaleras, busqué las llaves y abrí la puerta, dejando ver a aquel hermoso chico de cabellera dorada.

-Buenos días bonita -dijo con una sonrisa en su rostro.

-Buenos dias Christian-dije con una tímida sonrisa en mi rostro. -Pasa -dije apartandome para que el entrara.

-Gracias bonita, te ves adorable esta mañana -dijo observandome con una sonrisa en su rostro y ese brillo en sus ojos.

Me sonrojé completamente, no había caido en cuenta de que aún yo estaba en pijama.

-Tranquila bonita no te preocupes, por mi puedes quedarte asi -dijo observando mi reacción. Dichas palabras lo hicieron sonrojarse un poco. Se veía realmente hermoso ruborizado.

-No...no me había.. habia dado cuenta -tartamudeaba. No estaba acostumbrada a recibir visitas en mi casa estando en pijama.

-No tienes por qué preocuparte, luces hermosa en pijama tranquila -dijo sonriendo.

-Gra.. gracias -dije totalmente ruborizada.

-Traje algunas cosas para que comamos, las compré antes de venir -dijo colocando las bolsas sobre el mesón de la cocina.

-No tenias que molestarte -dije sacando de las bolsas lo que el había traido.

-No fué molestia, las traje porque yo no quería molestar. -dijo

-Tu no eres molestia -las palabras salieron de mi boca, pensé que las habia dicho en mi mente pero no, el las habia escuchado. Él solo me sonrió ampliamente haciendome sonrojar.

Yo solo tomé algunas cosas de las bolsas y me di la vuelta para preparar lo que desayunariamos.

Permanecimos en silencio unos minutos, sentía su mirada en mí, esto me ponía nerviosa pero yo seguía con la atención puesta en lo que prepararía.

Alcancé mi Ipod que estaba cerca y me coloqué los audifonos, esto con la intención de distraerme un poco y disminuir la sensación que su mirada producía en mi.

Empezó a reproducirse una canción que me encantaba, sin darme cuenta empecé a moverme despacio por toda la cocina en un intento de ¿bailar?.

De pronto sentí unas manos en mis caderas y un cuerpo junto a mi moviendose al mismo ritmo que yo.

Di un respingo al sentir este contacto, pero no hice ningun intento de separarme, sabia perfectamente quien estaba atras mio.

¿Que estaba pasandome?, este comportamiento no es usual en mi, nunca pensé que permitiría esto.

En las Manos del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora