Dulce no había pensado en ir al lago ese día, sólo quería pensar sobre su vida... Cómo si tuviese que pensar mucho. Estaba enojada con sus hermanos y sus amigotes, en especial con él... Christopher, ya no soportaba sus múltipes bromas con respecto a su físico y no es que no fuera bonita; era muy bonita, Bueno eso le decía Martín pero para ser sinceros no era muy agraciada. No era delgada, tampoco gorda, sólo era rellenita, tenía pecas(Que no se notaban) Pero que juraba que parecían marcas de chocolate y bueno su cabello de un color negro como el ébano, lo llevaba siempre corto a diferencia de las otras niñas quienes se paseaban con sus largas melenas color dorado o en su defecto castaño, ella era la única con el cabello tan oscuro en aquel pueblo...Tampoco le gustaban las faldas, las odiaba y no entendía cómo hacían las demás chicas para montar a caballo, jugar con los animales y correr por los ranchos "sencillamente las demás chicas no hacian tales cosas" ... Se pusó a pensar un segundo: si fuera por Anahi y sus amigas ella sería el fenomeno del colegio, ahhh Anahí, la dulce y tierna vecina, se habían vuelto muy amigas desde hacía mucho y es que ella y Mayte, Zoraida y Angelique eran de las pocas chicas que se habían acercado a ella con la intención de ser amigas y no con la doble intención de conquistar a alguno de sus hermanos... Sus hermanos, el sólo recordarlos la hacia desear ahorcarlos por lo que habían hecho esa mañana, lo recordaba todo tan bien cómo cada una de sus bromas...Había salido de casa un poco más temprano con el fin de pasar por la biblioteca y entregar unos libros que había sacado hace unos días, le encantaba leer, más que todo las novelas románticas donde las doncellas siempre lograban el amor de su príncipe, así este nunca las hubiera visto en todos sus días, adoraba creer en el amor a primera vista, adoraba con tener la emoción de las heroínas, anhelaba ser tan hermosa que los chicos lucharan hasta por su atención, pero solo eran sueños y hacía mucho había aprendido que era más fácil imaginar que vivir la cruda realidad. Tan solo llevaba unos minutos caminando cuando la gran pandilla de sus hermanos y sus "adorables" amigos aparecieron en el camino, eran casi 16, Todos altos e inexplicablemente bellos, no bellos no, eran hermosos, tenían cuerpos atleticos y a decir verdad eran increibles atletas, se diferenciaban de todos los demás chicos del pueblo porque ellos eran... bueno eran ellos, siempre hacían lo que les apetecía, no eran malos solo bromistas y Dulce casi casi siempre caía en una que otra pequeña trampilla que le ponían, nunca se metían en problemas de gran magnitud pero eran lo suficiente molestos cómo para hacer la vida infeliz a una niña de 11 años... ¡¡¡11 AÑOS!!! ellos tenían entre los 15 y 17 años y se metían con ella, sólo por el hecho de parecer un niño y que segun ellos era una "comelibros" ¿Acaso era un pecado que a alguien le gustara el estudio?, Bueno parecía que si porque esa mañana había comprobado cuan crueles podian ser con tal de hacerla sentir mal, se acercaron a ella y sus hermanos la saludaron despeinandole los cortos cabellos que no le llegaban ni siquiera a la nuca, no podía mentir se había sentido intimidada, no tenía amigos en el colegio y al estar con tantos hombres la hacía sentir un tanto incómoda, sólo que ellos no lo notaban y decidieron bromear con ella, de repente el libro que sostenía había sido raptado de sus manos y empezaba a volar por los aires de mano en mano, mientras ella intentaba en vano atraparlo... si eso no era crueldad entonces no sabía que era, todo fue tan rapido... en un instante el libro volaba por sus aires y un segundo después estaba estampillado en el suelo justo en un charco de barro, abierto por la mitad, las hojas habían quedado totalmente embarradas, Dulce sintió el corazón acelerado y no por el esfuerzo de sus saltos, no... se suponía que el libro debería volver a la biblioteca el día de hoy sano y salvo, levantó el rostro y vió como ellos reían, y con la dignidad hecha pedazos se agacho en el suelo y levantó el libro entre sus manos mientras las gotas de barro caían en su regazo, solo basto eso para que ella quisiera mutilarlos, ahorcarlos, enterrarlos visos si fuese posible y cuando se giro a cantarles sus cuatro verdades ellos ya estaban cruzando la esquina...¡¡¡Demonios!!!, ¿porqué la primera vez que sentía fuerzas y coraje para enfrentarse a ellos... simplemente se iban?... No le dió más vueltas al asunto, limpió el ibro un poco con su camisa de cuadros y ciguió caminando a la biblioteca y cuando llegó su corazón se entricteció al ver la cara del señor Pascual mientras revisaba el libro...
Pascual: ¿Qué sucedió?
Dulce: Se me cayo, pero el juro que no fue mi intención (contesto con la voz cortada)
Pacual: El libro debería volver en buen estado, ahora está inservible
Dulce: Lo pagaré, lo juró tengo algunos ahorros y...
Pascual: No Dulce (interrumpió él con frialdad)
Dulce: No volverá a pasar, lo prometo
Pacual: No, no volverá a pasar porque no volverás a sacar ningún libro de la biblioteca (sentenció con la voz dura)Y fue entonces cuando Dulce se permitió llorar, no le importaba que la castigaran o que le hubiera tocado abrir su cochinito para pagar el daño, pero le dolía en el alma que nunca más pudiera sacar libros de la biblioteca, le encantaba leer y ahora sus hermanos se habían encargado de que ella no tuviese ese privilegio...En la hacienda había libros, pero ya los había leído todos incluso había leído los diarios olvidados que se encontró en el cuarto de "San Alejo" Ya no tenía más que leer a menos que su papá le comprara libros y era algo díficil ya que estaba segura que Martin no le comparía libros cada semana, porqué tecnicamente era lo que demoraba en acabar alguna larga historia, incluso había leído el Quijote...tres veces, pero ahora... ahora no le quedaba nada sólo las etiquetas de los productos de cocina... Bueno algo era algo.
Siguió adéntrandose en el bosque, llegaría pronto al lago y podría desahogar bueno más bien ahogar todas sus frustraciones, Tan solo pasó un minuto para que se quedará totalmente inmóvil viendo hacia el punto claro entre los arboles... Ellos estaban ahí...todos... estaban nadando en el lago y... ¡OH! Estaban completamente desnudos ya que pudo ver el trasero blanco de Jack levántandose por encima del agua, intentó girar sus pies y hechar a correr en dirección contraria pero lo único que logró fue acurrucarse detrás del matorral y respirar profundo...definitivamente el asma la atacaba en situaciones poco comunes y esta verdaderamente era una de esas situaciones, sólo tenía que esperar, ¿Cómo pretendía esperar? LO que tenía que hacer era salir corriendo de allí antes de que alguien o algunos la vieran. Intentó levantarse y las malditas piernas aun no le respondían y peor aun...Alguien se acercava, el crujido de las hojas secas en el suelo delataron al invasor, no pudo contenerse y hechó un vistazo por entre las ramos del arbusto y sus sorpresa no pudo ser mayor... Era Christopher, desnudo, buscando algo en una mochila, era perfecto, tenía el pecho y los brazos marcados por los músculos adolescentes y su abdomen, tenía tres paquetes de abdominales perfectos y más abajo... el calor inundó sus mejillas cuando vió aquel potente pedazo de carne entre sus piernas, era grande y majestuoso y aquella bolsa detrás de él se veía tan... Sacudió la cabeza obligándose a si misma a borrar el extraño estremecimiento que había sentido, ¡Por Dios solo tenía 11 años!, No debería haber visto nada, no debería haber sentido NADA, suspiró vencida y se pasó las manos por los ojos tratando de borrar aquel recuerdo, esperó a que Christopher volviera al lago y emprendió su huida sin siquiera mirar atrás... no quería, no debía... Después de ese día nada fue igual, después de ese día no pudo volver a ver a Christopher a los ojos sin que se le pusiera la piel de gallina.
Espero les guste y la apoyen
Cómo siempre les recuerdo que no es mía! Es de Naty (khandylove) la autora también de deseo Carnal
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La Farsante
Fanfiction9 años después Christopher Brown ha vuelto a la vida de Dulce Haper y está vez no cómo el galán seductor... Una abogada, un delincuente y una dulce historia de venganza y amor