Capítulo 08

1.3K 99 7
                                    

-¿Crees que quería hacerlo? ¿Acaso no has pensado en que estoy loco? -Sonríe con malicia -Mi cerebro esta podrido, estoy jodido, muy jodido, soy masoquista, soy un asesino, un idiota para muchos, pero eso no impide que siga con lo que hago, me provoca placer, satisfacción ¿Qué no lo entiendes? ¿Qué importa si me arrestan? puedo dañarme a mi mismo sin la necesidad de dañar a otros para poder excitarme, nada importa, nada puede ayudarme, nada puede cambiarme, puedo imaginar el dolor, el llanto, puedo saborear esos deliciosos gemidos de dolor con solo pensarlo- Relame sus labios -Ya puedo verlos, que bien se siente.

Trago saliva.

Él lo que necesita es un manicomio.

Ya mismo.

Doy un paso.

-Charles, por favor, déjame ayudarte, estas muy mal.

-Dilo mejor, di lo que de verdad piensas, estoy putamente enfermo.

Tenso mi mandíbula.

En realidad si pienso que esta enfermo, pero claramente no se lo diría.

-No necesito de tu ayuda, la de nadie, estoy bien así.

Presiono mis dientes.

La necesita, necesita la ayuda de miles de personas para que recapacite, él mata personas por placer, a niños, animales, a su esposa, a su hija.

Y lo más interesante es que reconoce estar mal, su cerebro esta muy podrido como él mismo dice, pero no hace nada al respecto, por que le gusta lo que hace.

-Si no necesitaras ayuda no hubieses matado a tu propia familia, ¿QUÉ PERSONA MATA A SU HIJA?- Mi respiración se agita.

Este hombre provoca que me enoje muchísimo, de tan solo pensar que mata niños, a persona en general, personas que no tienen la culpa de nada, es un puto maniático.

Su cuerpo se tensa.

Es un gusto que por fin pude provocar incomodidad en él.

-Yo no tengo familia, jamás la he tenido- Su voz se transforma de maniático a seria.

Podría dispararle ya mismo.

Y luego tendría que encargarme de saber que sucedió con los tres policías que me "acompañan".

Había sentido un disparo antes de poder ver a Charles, supongo que debe ser de uno de ellos como señal de estar aquí.

-Entregame ese arma- Hablo serio y firme.

Mis momentos de amabilidad con él terminaron, no tengo paciencia.

Suelta una cínica risa.

-¿Crees que soy TAN idiota como para entregarte esta preciosidad?

Besa la punta del revólver y vuelve a mirarme con una sonría pegada a su boca.

-Antes muerto- Susurra.

Doy otro paso más.

Quedando a sólo un metro de distancia de él.

Arriesgandome a muchas cosas.

-¡No te acerques!, o juro que disparare ¿Crees que trayendo ese traje no morirás? Eso sólo cubre tu torso, ¿Qué hay del resto de tu maldito cuerpo? Un solo disparo a tu cabeza y ya estarás tres metros bajo tierra, como el resto de la lista.

Mierda.

Es cierto.

Muchas veces me e puesto a pensar en ello.

¿De que sirve llevar el traje antibalas si solo cubre una parte de mi? Es ridículo.

Inhalo una bocanada de aire.

Eres Mi Misión | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora