Capítulo 2.

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G R A Y S O N. 

— ¿Aun no ves nada?— me pregunta la enfermera de la escuela, Ángela.

— No — digo irritado, ella se aleja y busca algo en una gaveta—, no eres experta en esto, ¿Verdad, Ángela?

— No, solo en dolores de cabeza, estómagos, cólicos y huesos rotos. Nunca había trabajado con ojos, y mucho menos estos casos— dice sin verme y ruedo los ojos.

— ¿Entonces estas improvisando?

— Básicamente— dice sacando unas gotas supongo para los ojos —, okey, creo es esto te puede ayudar con tu ceguera.

— ¿Crees?— alce una ceja.

— Escucha, si no estoy mal, y casi nunca lo estoy, estas gotas te ayudaran para que tu vista se aclare, además, lo tuyo no es tan grave, inclínate — me dice y hago lo que me pide, ella se acerca y deposita un par de gotas en cada uno de mis ojos —. Listo — me vuelvo a incorporar —, bien, deberá hacer efecto como en —mira su reloj de muñeca —... media hora, solo trata de no forzar la vista durante ese tiempo, ya vuelvo —finaliza saliendo de la enfermería y dejándome solo.

— Estúpida, Caterin — susurre para mí mientras me dejo caer en la camilla, no puedo creer que hizo esto, no tenia motivo para hacerlo, ¡Maldita asmática!, hija de su puta madre muerta, ojalá se ahogue con su maldito inhalador, no me importa si se muere de seguro nadie la extrañara.

— Hola, Bro — me dice alguien, supongo que es Ryan, mi mejor amigo — ¿Cómo te sientes?

— ¿Tú como crees? — dije irritado sin verlo.

— Bueno relájate, ¿Aun no vez nada?

— ¿Tú qué crees? — Dios, estas preguntas son más estúpidas que el que me las pregunta.

— Dios, estas más sensible que mi novia cuando tiene su periodo.

— Me incorpore — No necesitaba saber eso Ryan. Además, es lógico que este así.

— Sí y... no.

— ¿A qué te refieres con sí y no?

— Es que... tú mismo te buscaste lo que te paso.

— ¿Qué clase de apoyo es ese?

— Se encoje de hombros — no es mi culpa que molestaras a Caterin.

— Pero... igual tienes que decirme que hice bien.

— No, el hecho de que sea tu mejor amigo, no quiera decir que todo lo que hagas este bien y que tenga mi aprobación, además, yo solo te apoyo cuando tienes la razón, y ahora no la tienes.

— Pero olvidas una cosa — dije y el ojiverde frunce el ceño — esto no se va a quedar así.

— ¿A qué te refieres? — pregunta y solo le sonrió de lado, creo que comprendió a que me refiero ya que su cara de confundido cambio a una de asombro — ¿Estás loco? ¿Porque te quieres vengar de Caterin?

— ¿En serio lo tienes que preguntar? Nadie me molesta sin que reciba un castigo.

— Se masajea su sien— ¿Es en serio? ¿¡Quieres que venga la policía otra vez!? —me grita, y solo puedo sonreír por recordar mi otra venganza.

Flashback.

Hace un año todo era normal, Caterin y él se odiaban igual que en el presente pero ese no es el caso.

Un estudiante llamado Eduardo, era una persona estudiosa e inteligente eso le ayudaba mucho en la escuela pero eso lo metía en problemas con algunas personas, incluidas Grayson, pues le hacían bullying y abusaban de su inteligencia obligándolo a que hiciera las tareas de los demás, aunque él tenía la suerte de tener a Caterin como amiga ya que ella lo defendía cuando era golpeado por los demás.

Te amaré, aunque duela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora