Carta a mi mismo: #2

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Lo he considerado bastante y creo que llegue a la conclusión de que no le tengo miedo a nada. Dejame comenzar desde hace unos días.

Después de escribir la ultima carta tomé la decisión de preguntar a la gente que era lo que más le aterraba y luego intentarlo. Algunas cosas fueron extremas y otras... No tanto, puras nimiedades sin sentido, desde estar en un tanque con insectos hasta pasar un día encerrado en un ataúd.

Pero no estoy aquí para contarte sobre todas las cosas que intenté, estoy aquí para hablar de las peores experiencias. Si tuviera que decidirme por las 3 peores, serían estas (de mejor a peor experiencia)

• Pasar una semana entera en el desierto, sin comunicación con la sociedad y solo con lo que llevaba en mi mochila.

Para esta experiencia, solo llegué a la conclusión de que odio los exteriores. El calor exhaustivo fue lo peor de esto, pero en ningún momento le sentí amenazado por las vastas arenas o la imperiosa y creciente necesidad de agua y comida. No me siento en la necesidad de repetir esto, pero tampoco siento que debería explicar más ya que en ningún momento sentí siquiera el escozor en mis ojos.

• Tortura

Para esto no me refiero a tu típico BDSM. Me refiero a tortura a la Marqués de Sade o la Santa Inquisición. De alguna u otra forma logre ponerme en contacto con alguien que estaba entrenado en estas artes... (creeme, es mas fácil de lo que parece). Nos pusimos de acuerdo y pase las más intensas, dolorosas y desquiciantes 3 horas de mi vida. 3 horas, eso fue todo lo que pudieron aguantar. La sensación de la piel de mi espalda desgarrada y la uña faltante en mi pie, además de las corrientes eléctricas y los infinitos intentos de ahogarme pudieron conmigo.

Todas las otras cosas que me hicieron no las escribiré aquí, por respeto a mi integridad y dignidad. Pero ni destrozando mi ego ni mi cuerpo; ni así lloré.

Ni siquiera sé si eso debería ser físicamente posible. Debería investigar más al respecto.

Otra cosa que debería agregar: en este caso no me retire yo, pues ellos fueron los que dijeron que si continuaban podrían matarme y la muerte es la última cosa que quiero intentar.

• Entrar en un cuarto oscuro, aislado, sin sonidos, contacto con el exterior, ni olores.

... Esta fue la peor de todas. No creo poder describir lo que sentí. No fue un dolor físico ni algo palpable; fue una sensación de ansiedad, inquietud y demencia. No pasaron más de 10 minutos y comencé a sentirme encerrado y abandonado. La simple idea de que podría quedarme ahí de por vida si alguien se olvidaba de mi, ya que no escucharían mis gritos fue horrible.

A la hora el frío por la falta de luz se hizo presente, sin poder ver en donde estaba o qué había (o no había) en la habitacion, permanecí sentado, tiritando y sintiendo el nudo en mi garganta casi saliendo por mi boca en un desesperado intento de alivio.

Después de eso el silencio, que tanto empecé a apreciar con el paso de los años, se volvió mi enemigo. No podía escuchar mi propia voz ni mucho menos algún ruido en el exterior. La presión psicológica es una de las mejores tácticas para hacer a alguien llorar y lo juro ¡esta vez casi lo lograba! Pero, y vaya que maldigo mi suerte, los doctores que habían accedido a hacer este experimento conmigo tuvieron una crisis moral... Si, por tal estupidez no lo logré.

Al parecer ellos pensaron que era suficiente, que ya había probado lo que quería probar (y su decisión se reforzó más después de ver mis heridas...). Pero no, así que, si en algún momento llega a leer esto doctor, jódase; usted no entendió nada de lo que quería y arruinó mi única oportunidad.

Se me fue prohibido tratar de intentar esto de nuevo... en cualquier clínica.

He tomado nota de mis experiencias y creo que el mejor camino a tomar es el dolor psicólogico ya que, al parecer es lo que más efecto tiene.

Siempre maldiciendo a ese doctor.
Tú mismo

P.D. Me equivoque, en la primera experiencia debo agregar que deje al Kizzi en buenas manos; al parecer se ha acostumbrado a mi presencia y el que haya desaparecido por una semana le fue extraño. Además ha intentado lamer mis heridas. Arde.

P.D.D. Esas buenas manos fueron el veterinario.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2017 ⏰

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